Capitulo 22 - Momento de partir

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Había pasado una semana desde que Liu Qingge se habia estando quedando con ellos. Desde el día de la vergonzosa escena de él abrazando a Liu Qingge de una forma tan ¨intima¨. Su maestro habia prohibido que Liu Qingge entrara en su cuarto y lo habia mandado a la habitación principal con unas sábanas en el piso como cama.

Y no era como si Liu Qingge se hubiera negado, lo habia tomado bien. Aunque parecía un poco raro cada vez que le decía por su nombre

Ese mismo día, nos comentó que habia llegado hasta allí mientras cumplía su misión. Al decirnos cual era, mi maestro parecía acostumbrado por su respuesta, pero yo no.

¿Cómo iba a cumplir su misión, si ni siquiera sabía que tenía que buscar?

Al comentarle mis dudas, solo logro decir.

-Puedo ganar contra cualquier cosa. (excepto contra un hoyo)

¡ESE NO ERA EL PROBLEMA!

Así que, tomando un libro del cuarto, le empecé a explicar sobre las cantidades desorbitantes de bestias con las mismas características que buscaba, y que hasta Xiao Ming podría ser una de ellas.

Cuando apenas iba comentando el monstro N°89 , la frente de Liu Qingge ya estaba arrugada por su ceño fruncido.

Tan joven y con tantas arrugas, ahh.

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El viejo Tang seguía bebiendo su te tranquilamente, sin sorprenderse que el mocoso no tuviera más detalles sobre la misión.

Este mocoso siempre ha sido de actuar primero y nunca escuchar.

Vio como Liu Qingge parecía por primera vez en su vida, interesado en escuchar lo que le decían y más sabiendo que Liu Qingge siempre se escapaba cuando le intentaba contar sobre cualquier otra cosa que no sea de peleas.

Era casi sorprendente, como una mente brillante como su discípulo y un montón de músculos como su nieto pudieran llevarse tan bien. Así que siguió tomando su te mientras escuchaba, hasta que su discípulo lo sorprendió con sus siguientes palabras.

Si Qingge quiere... puedo acompañarlo a buscar las bestias que necesita. – los ojos de su discípulo resplandecían por el hecho de poder estar cerca de las bestias que le interesaban ver, pero no podía, sabiendo que terminaría como alimento gratis para la bestia si iba solo.

Y así cada día de esa semana, vio cómo su discípulo y el mocoso partían al bosque y regresaban casi al anochecer con una bolsa que dejaba un camino de sangre a su paso. Su nieto venia como siempre, pero su discípulo tenía una disposición más alegre y sonriente, muy diferentes a antes de la llegada de Liu Qingge. Durante las cenas, su discípulo podía decir mil y un cosas sobre las características y habilidades de las bestias mientras escribía, excepto comer.

Y el como un buen maestro, tenía que sacarlo de su estado entusiasta con un golpe de su bastón en la espalda y que se pusiera a comer como debía.

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En medio de un bosque, en donde la paz reinaba y solo se escuchaba el sonido de los insectos y uno que otro animal pequeño que pasaba por allí. Dos jóvenes y un lobo arañan iban caminando a la par. uno mantenía una mano cerca de su espada manteniendo toda su atención al entorno que lo rodeaba, mientras el otro chico iba leyendo un rollo de bambú mientras comentaba uno que otro aspecto de la bestia a sus acompañantes.

Así que la criatura tiene la capacidad de despedazar a su presa en dos con un zarpazo de su cola ¡PERO!, lo interesante de esta no es solo ese ataque; si no que, si el golpe no llega a golpear de lleno, solo necesita de un rasguño de sus púas para poder intoxicar a la presa con veneno que lo mataran en menos de media hr. ¿No es asombroso Qingge? - pregunto Shen Yuan mientras levantaba su vista hacia Liu Qingge

Mi hermano villano escoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora