Capítulo 4: Bendita Maldita Prisión.

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"El poder fluye en ti, sólo necesitas confiar en ti y saber como aprender a usarlo...y a controlarlo"

Para Xtrice fué muy difícil sobrellevar el hecho de que su hija fué la principal razón de que su esposa ya no estuviera más, pero a pesar de ello, él luchó para siempre darle todo y sobre todas las cosas, cuidarla de la mejor manera, cómo a su madre le hubiese gustado, desde chica, la enseñó sobre los peligros del mundo, pero a la par, la enseñó a defenderse de esos peligros mismos.
Chladiče era una niña inusual y demasiado poderosa, por una parte, por sus venas corría la sangre de una de las guerreras más hábiles de la región, y por otro lado, su padre le otorgó el poder del hielo puro y cristalino, asimismo, desde muy pequeña la preparó para el mundo, la entrenó y a su vez, también la convertía poco a poco en una niña excepcional. A los 7 años blandió su primer espada, y en tan solo un par de meses, sabía hasta el más mínimo movimiento con esta misma, a los 10 años, ya sabía un poco bastante sobre el control del hielo, y a sus 18 años, ya sabía la mayoría de los hechizos helados que su padre le enseñó, todo esto aunado al gran amor que siempre le dió su padre, le enseñó valores, humildad y sobre todo, un amor inimaginable por los animales.

Toda su vida, había vestido humildemente, igual que una campesina, botas desgastadas, pantalones marrones, camisas de vestir con los años encima y una tiara de hielo fino, su padre le mostró lo bonito de la vida, sin dejar de lado la sencillez de las cosas. A Chladiče le encantaba pasar tiempo con las demás personas en la ciudad, les ayudaba en lo que podía y se divertía a más no poder...en conclusión una chica inigualable.

Y ahí va, caminando por el pequeño bosque repleto de nieve, observando aquellos pequeños copos de nieve caer, ver a los pajaros volar mientras cantan esa hermosa música típica de ellos, ella lo hace ver tan hermoso, todo, y ella es sumamente feliz, feliz de observar su entorno...hasta que de repente escuchar un pequeño quejido, cómo si un animal estuviese herido, rápidamente corre hacía el origen del sonido y observa algo muy peculiar, es un pequeño venado tirado, pero hecho de agua, ella se queda un poco confundida, pero se acerca a saber que le sucede al pequeño ser, esta postra levemente sus manos sobre el lomo del animal, y este se desvanece, convirtiéndose en agua que cae al suelo.

-Veo que te compadeces de los animales-.
Chladiče rápidamente se pone de pie y blande su espada. Observa nada más y nada menos que a Vrah, frente a ella, apoyado sobre un árbol.
-Una ilusión de agua, tranquila, no es real- dice Vrah con una leve sonrisa en su rostro.
-¡¿Quien eres?! Y ¡¿Que quieres?!- contestas Chladiče *alterada*.
Vrah, con una fuerte seguridad, responde: las ilusiones de agua son un hechizo que puedes conseguir con la persona correcta, *saca una bola de agua de un bolsillo* esta bola contiene agua canalizada mágicamente, la cuál, al pensar en una criatura con las características que desees, y seguidamente, al arrojarla, formará la criatura en la que hayas pensado, la puedes usar de medio de transporte, o puedes usarla cómo en este caso, de señuelo.
-¡Eso ya no me importa! Contesta mi pregunta: ¡¿Quien eres?! ¡¿Que quieres?!- responde chladiče (sin bajar la guardia en ningún momento).
-Bueno, yo quería saber si eres a quien busco- * toma su lanza y se pone en guardia frente a chladiče* esta sin pensar se abalanza sobre él, el choque de espadas se ve imtenso, pero a medida que el roce de estas sucede, se ve claramente la diferencia de entrenamiento que tiene cada uno, ya que chladiče comienza a tomar la delantera rápidamente, esquivando fácilmente, y poniendo muy a la defensiva a Vrah, pero este no se permite doblegar e intensifica sus ataques, logrando retroceder un par de veces a chladiče, pero esto no sirve de mucho, ya que chladiče es superior que Vrah por mucho, en un momento de distracción por parte de Vrah, chladiče logra dar un golpe certero, desarmando a Vrah y arrojandolo al piso, poniendo su espada en su garganta.
-Veo que si eres tu- dice Vrah mientras recupera el aliento.
-No sé quien seas y ya no me interesa, sólo dime, ¿que quieres?-.
-Me encomendaron a la tarea de buscar a aquellos destinados a proteger este mundo, y todo me guiaba hasta ti, la hija de uno de los anótatos, la gran y habilidosa "Chladiče" creí que las historias que cuentan sobre ti, eran falsas, pero puedo confirmar que no son así.
-No me interesa tu busqueda, no te ayudaré- dice chladiče despectivamente.
-No estás comprendiendo, ¡este mundo se encuentra en peligro y tu eres la más indicada para salvarlo!- responde Vrah.
Chladiče se acerca un poco a él y le dice: No me interesa, te lo dije antes, y lo sostengo, ahora, lárgate de aqui, antes de que sea muy tarde...para ti...

Chladiče comienza a alejarse de Vrah, pero este recita unas últimas palabras: mañana, al mediodía, la taberna del borracho en Treeskortt, si cambias de opinión...
Chladiče se queda inmóvil unos segundos, y consiguientemente sigue caminando.

La noche cae...Chladiče observaba la cuidad desde un balcón del castillo, su padre se acerca y le comenta: sabes, de todos los balcones que abarca este castillo, este era el favorito de tu madre, porqué en este se apreciaba toda la cuidad sin perderse ningún detalle, asimismo, el cielo combinaba perfecto con las luces de la cuidad por las noches *sonríe *.
-Hoy me enfrenté a un chico, me dió un poco de pelea, pero lo derroté sin complicaciones, pero me dijo algo que me puso a pensar mucho: "¡este mundo se encuentra en peligro y tu eres la más indicada para salvarlo!"- dice chladiče confundida.
-Hija...tu madre murió para protegerte, lo sabes, saliste igual a ella, hermosa, fuerte, valiente, inteligente, tienes mucho de ella dentro de ti, así cómo mucho de mi poder, pero también tienes el poder de ese demonio dentro de ti, eso te convierte en alguien muy poderosa, y desde siempre te he preparado para cuándo sea necesario que utilices tu poder para el bien, pero nunca te obligué a exponerte al mundo exterior, pero eres terca, igual que tu madre, siempre preocupandose por los demás, mantenerte en este castillo por el resto de tu vida iría en contra de lo que tu madre hubiese querido, ella hubiera querido que cuándo estuvieras lista, usaras todo ese poder para hacer el bien, siempre te he protegido, y siempre lo haré, pero es momento que tomes el camino que tu madre hubiese querido, y que si el mundo peligra y tu eres la más indicada para ayudar a salvarlo, no te voy a detener-.

Chladiče, con los ojos llorosos abraza a su padre, y este le devuelve el abrazo
-Tu madre estaría orgullosa de ti, al igual que lo estoy yo- dice Xtrice mientras le limpia las lagrimas a Chladiče, ambos obseevan el cielo mientras se siguen abrazando...

A la mañana siguiente Chladiče parte rápidamente de su hogar, pues el tiempo le corría en contra y tenía que llegar lo más temprano posible, no si antes recibir halagos de toda la gente del pueblo, montada en un tigre blanco cómo la nieve, atravesó un pueblo completamente agradeceido con ella y con su padre, chladiče tomó rumbo hacía Treeskortt, adentrándose en un mundo casi desconocido para ella, valiente, igual que su madre, sin miedo a lo desconocido y el coraje para enfrentar a lo que se atraviese...

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