chasseurs de adventure.

Capítulo 6: Desentrañando los secretos (Parte 1).

"El poder es un arma de doble filo, olo usas para el bien, o te corrompes para usarlo para el mal...pero....¿Que es el bien y que es el mal?".

En un mundo lleno de dudas y confusión, ¿Cómo saber cuál es la verdad? Un par de palabras dichas por un ser al que ni siquiera la cara le vieron, podrían ser una gran pista o algo sin sentido.
Así lo planteó cada uno de los cuatro, todos, a excepción de Chladiče se encontraban perdidos en un mar de pensamientos.

Por si parte, Chladiče fué inteligente, rápidamente dedujo que las palabras dichas por aquel misterioso sujeto, tenían demasiado peso, pero en todo momento se preguntó: "Si aquel sujeto sabía cuál era el lugar al que cada uno tenía que ir, ¿por que simplemente no nos lo dijo? Si se habla de una inminente amenaza, el tiempo es oro"

Chladiče de dirigió a Qitorino, a la biblioteca del cielo, en busca de respuestas, tenía claro que las palabras de Kevriko eran fundamentales, pero aún sabía cómo interpretarlas para dar con el lugar al que tenía que ir. De camino, logró percatarse de un sonido a lo lejos, era un llanto, Chladiče rápidamente acudió al origen del sonido, en pequeño campo de calabazas carnivoras, estaba un pequeño perrito, blanco cómo la nieve, entre la raíces de una de estas, la calabaza tenía hambre, quería comer y poco a poco esta atraía al pequeño perrito el cuál lo lastimaban las raíces, entre el llanto del perrito y los sonidos de la calabaza, Chladiče tomó su espada y rápidamente cortó las raíces de la calabaza, soltando al instante al perro *la calabaza comenzó a hacer quejidos bastante molestos* Chladiče tomó al perro en sus brazos y lo sacó de ahí.
-Ten mucho cuidado, chiquitín, esas calabazas son astutas y además son demasiado hambrientas- Dice Chladiče mientras soba las lesiones del perro, despdespués de que el perro se sintió mejor, Chladiče lo deja en el suelo
"Listo chiquitín, ahora corre, y no vuelvas a meterte a estos campos" Chladiče sube a la ilusión de agua y está apunto de emprender el vuelo, cuándo el perro le ladra.
-¿Que pasa? Acaso quieres venir conmigo? *el perro ladra nuevamente mientras menea rápidamente su cola* no chiquitín, no puedes venir, debes de tener a alguien por algún lugar, que te está esperando- el perro agacha la cabeza y suelta ligeros lloriqueos, Chladiče baja de la ilusión de agua y toma al perro en sus brazos.
-bien, si te llevaré conmigo, chantajista, te pondré un nombre, pero...¿Cual? Realmente no se me ocurre nada...quizás...¿Nieve? Ya sabes, por tu...¡Si! Nieve será- Nieve comienza a menear su cola nuevamente, y Chladiče se sube a la ilusión de agua, junto con Nieve, entonces emprenden vuelo con destino a Qitorino.
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En algún punto de las montañas, al norte de Treeskortt se encontraba Vrah, leyendo un libro, acerca de los mayores misterios del mundo: "Los orbes de poder, los hermanos de sangre, la luna protectora, Nada de lo que hay aquí tiene que ver con lo que Kevriko me dijo ¿Oscuridad abrasadora? No logro entenderlo *da la vuelta a la hoja* quisiera un poco más de claridad, no comprendo a que se refería con lo que dijo *cambia de página* ¿A donde tengo que ir? *pasa a la siguiente página* *ojea detenidamente la hoja* ...mmm...Oh...¡Lo tengo! *señala un parte de la página* ¡Esto! *comienza a leer* Los anótatos, aquel trío de hechizos quienes protegieron a este mundo en la antigüedad, Xtrice, Zivyen y Darkyen enfrentaron las mayores amenazas en el mundo, Titanes encarnados, monstruos del solsticio, autómatas de esmeralda, entre muchos otros, pero había algo que uno de los tres ocultaba, pues por cada enemigo derrotado, Darkyen le extraía su energía, para potenciar su magia oscura, cuándo los otros dos lo descubrieron, lo confrontaron, pero era demasiado tarde, pues Darkyen ya era bastante más poderoso que Xtrice y que Zivyen, fue una pelea de dimensiones titánicas, pues el poder que tenía Darkyen, era demasiado, pero fué eso mismo lo que lo debilitó, no pudo con tanto poder y se descontroló, dando paso a que Xtrice y Zivyen pudiesen derrotarlo, acabando así con uno de los tres anótatos, Xtrice levantó su propio imperio para albergar a miles y miles de personas, por otro lado, Zivyen se alejó de todos y todo y se resguardó en dónde su poder nació, dónde el fuego fatuo se adhirió a él, en los volcanes gemelos" en ese momento, Vrah cierra abruptamente el libro, saca el orbe, piensa en un águila, el orbe se transforma en esta, Vrah la monta y emprende el vuelo hacia los volcanes gemelos.
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