Pov: Tsukishima
El viento silbando; atravesando la ventana que yacía a mi costado.
Dejando un gran silencio que invadió la habitación segundos después.
Me fue difícil no seguir conciliando sueño apesar del ambiente cálido, pero mi mente era más rápida que mi cuerpo, estaba totalmente despierto cuando fui consciente del mismo.
Las pantuflas de siempre al costado de la cama. Un suéter por si al salir hace frío. Y desconectar el celular de la mesita de noche. La misma rutina matutina todos los días.
¿Es cansado?, ¿he pensando cambiarla un poco?
No lo sé, nunca me lo he cuestionado, y menos por las mañanas cuando aún mis ojos siguen pegados.
Caminando hacia la cocina, aun con los pies arrastrando y un inevitable sonido que los mismos hacen. Llegué en poco tiempo. Encontrando lo mismo de ayer, algunas vasijas sucias, bebidas de la noche anterior en la mesa y una mandarina de adorno en el frutero.
No, no era lo mejor, ni lo más limpio, pero para vivir solo, no estaba nada mal.
Unos pasos ajenos llenaron la habitación; no tomándome por sorpresa. Sabía de quién provenían, sabía el nombre de su dueño. No tenía porqué temer, era solo él.
—¡Tsuki! Buenos días...— dijo el pelinegro apenas al verme —no me molesté en voltear y mirarlo, simplemente no tenía ganas.
Permanecí en silencio y continúe caminando.
—Haha, creo que no tengo alguna excusa el día de hoy...—mencionó el chico algo apenado, era la tercera vez en la semana, que entraba a mi casa como ladrón por las noches sin decirme en previo aviso.
Decidí hablar.
—Hola Yamaguchi. —Preferí invertir mi energía en tomar un plato para el cereal, y la poca leche que estaba en el refrigerador.
El sujeto tampoco quedó sorprendido por mi contestación tan antipática.
—¿Qué tal estuvo tu noche? —era una pregunta cotidiana, no había nada especial en ella. Era ese tipo de pregunta que solo haces por cortesía, pero de algún modo me hizo sentir bien.
Yamaguchi y yo somos amigos de la infancia. Amigos que crecimos juntos, y que podemos probablemente vernos como hermanos. Pero no, cambié las reglas del juego, y los cánones que debíamos tener. Me enamoré de mi mejor amigo, ¿lo peor? Él está consciente de eso.
—Digamos qu...— entró una tercera voz en escena. Otra voz masculina interrumpiendo la mía.
—Yams, cariño ¿podrías decirme donde esta el control de la TV? —mencionó un tipo alto pelicastaño, el cual es la primera vez que conozco.
Yamaguchi intervino presentándonos a ambos.
—Ugh... creo que debí decirte. Vine acompañado. Tsuki él es Sam; Sam él es Tsuki un amigo de la infancia —no, no me dolió. Estoy mentalmente preparado para cosas así. Tampoco es extraño que Yamaguchi traiga algunos novios de vez en cuando.
—¡Oh si claro! Él es el chico de las fotos de tu habitación, el tipo que siempre sale con una cara seria— Yamaguchi rió a lo bajo.
¿Habitación? ¿Él ha estado en la habitación de Yamaguchi?
—Exactamente haha, temo que no quería que se conocieran en estas circunstancias...—intervino Yamaguchi sacándome de mis pensamientos.
Ambos siguieron hablando, comentando cosas sobre volver a verse. Salir a pasear. Qué Sam recogería a Yamaguchi en la salida. Cosas las cuales me cansé de escuchar.
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I'll make this feel like home. |Kurootsuki
Fanfiction"Gracias por sentirte como mi nuevo hogar."