I'll make this feel like home. |Kurootsuki

#3

Pov: Tsukishima

Fin de semana. Viernes casi sábado, casi domingo y de nuevo lunes a la rutina. La misma mierda. En algún otro punto de mi vida intentaría hacer algo por cambiarlo, pero la película que se trasmite en el televisor no me lo permite. Estoy realmente "concentrado".

Patético.

Es así como luzco después de pasar toda mi mañana sentado en el sofá de la sala. No soy una persona que goza del don de la limpieza, o el orden. Y una empleada doméstica para un departamento pequeño, es demasiado.

Es por eso que existen los acuerdos con Hinata. El chico viene, limpia, y a cambio algunas de sus tareas son hechas por mí. Además, ambos pasamos tiempo juntos, me hace olvidar por ratos mi soledad.

Latas de refresco, sabritas, y cajas de pizza por el resto del piso. Un bocado de esta última llena mi boca.

-¿Dejaste algo para mi?

-No se Hinata, ¿pagaste por la tuya?. -Evitaba que una sonrisa se formara en mi cara.

Los ojos del enano parecían cuchillas tratando de atraversarme las entrañas.

-Haha... lo siento, toma. -Extendí mi mano con la caja de pizza en ella.

-Dios, Kei. Por favor limpia más seguido, o por lo menos llámame. Dos bolsas saturadas de basura abarcan todo el basurero. Y ambas son tuyas, ¿estas seguro que vives solo? -Hinata parecía realmente exclamar lo que decía.

-Sí. -Mi cabeza asintió automáticamente, pero continúe viendo el televisor.

-Quizá con otra persona aquí te animarías a ser más ordenado. ¿No crees que Yams-..? -Pude interrumpir su oración. -No, basta. Yamaguchi no tiene nada que ver aquí.

No es que odie a Yamaguchi por lo de Sam o alguna otra cosa. Es solo que, cada que intento pasar vuelta a la página, alguien aparece mencionandolo. Y que me guste no significa que mi vida deba girar entorno a él.

-No quería alzar la voz, Shoyo. Lo siento. -Mi voz parecía más sincera de lo que en realidad quería.

-No, discúlpame a mi.

-Olvídalo. -Un suspiro por mi parte inundó la habitación

-La película que miras... ¿de qué es? -Interrogó el pelinaranja.

-¿Eh? No lo sé.

-¡Has pasado toda tu mañana en eso! No seas grosero y dime.

-Tonto, no estoy jugando. No sé cuál es, solo son dos chicos, una tienda de cds, etc.

-Ah..., suena interesante.

-Toma. -De un brinco me puse de pie para ir a la cocina. -Ahora tienes el control del televisor, pon cualquier película o lo que quieras. Estaré por allí estudiando.

-Maldita sea... los exámenes. -El pelinaranja pareció agachar la cabeza.

-Exacto, los exámenes. ¿Trajiste el libro que te preste?

-Hehe... de hecho, ese se quedó en mi escritorio de la universidad. Lo siento Tsuki.

-¿Con que se supone que estudiaré ahora? -No podía ocultarlo, mi voz sonaba algo desconcertada, y por el rabillo del ojo miraba la expresión del otro chico.

Decidí ignorarlo.

Caminé hasta mi habitación murmurando posiblemente hasta de lo que Hinata moriría en las siguientes horas...

Pov: Kuroo

Después de años, la casa donde vivo realmente se vuelve a sentir como un hogar. Mi viejo hábito de hornear, regresó. Algunos panecillos, brownies y un poco de todo inundaban la casa con  especial aroma.