Capítulo 4

65 5 0
                                    


El chico sombra-

Su mirada me hacia sentir somo si viera toda una constelación de estrellas al conectar con la mía, su anatomía enfrentandome, su camisa la cual le queda perfectamente tallada en su pecho marcado, las gotas cayendo sobre ella formando transparencia...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Su mirada me hacia sentir somo si viera toda una constelación de estrellas al conectar con la mía, su anatomía enfrentandome, su camisa la cual le queda perfectamente tallada en su pecho marcado, las gotas cayendo sobre ella formando transparencia haciendo ver partes de su piel, el sonido de la lluvia y él sosteniendo aquel paraguas.

No puedo ver en este instante como estoy, pero sin duda diría que mi ser lucha por no colapsar ante tal perfección y probablemente el brillo en mis ojos esté más pronunciado que nunca.

Su voz bastante masculina irrumpió mis pensamientos —Tómalo, no tengo todo el día para esperar a que reacciones y recibas el paraguas. Por lo menos deberías considerar que me estoy mojando ¿no? —Extendió su mano en señal de asir.

Su respuesta en verdad me sorprendió, no sabia muy bien como tomar la situación  —¡Gracias! pero ya casi llego a la parada, no te molestes —Expresé.

—¡Vamos! el chófer me está esperando, ni él ni yo tenemos todo el día, solo tómalo adiós —Puso el paraguas en mi mano antes de irse.

La verdad no sabia que decir así que no negué en recibirlo —¡Adiós Amaury! ¡gracias! ¿Creo? —Finalicé con aquellas palabras.

No se si me escuchó pues ya estaba dentro del auto, por ende moví mi mano como indicio de despedida, si no me escuchó al menos pudo haber mirado por la ventana del auto. Al final no me importaba pero si me confundía un poco.

¡Primero me dice frágil! ¡luego gruñona¡, ¡que mi nombre es feo!, me hace caer, se burla, me trata como un chiste y de la nada ¿me sigue para darme una sombrilla? o realmente fue coincidencia ¿Porqué lo hizo? No lo se, pero veo que es toda una cajita de sorpresas ese chico de lindos ojos color dorado. Miré detenidamente el auto en el que se montó hasta perderle de vista.

¡Carajo llegó el autobús! Estoy a unos cuantos metros de la parada, tengo que acelerar el paso si no quiero perder el único medio de transporte, no quiero esperar por otro y este paraguas en vez de ser de ayuda es un obstáculo impidiendome correr.

—¡Espere!—Grité hacia el autobús el cual estaba apunto de marcharse.

—¡Uff! ¡Gracias señor! —Dirigí mis palabras al conductor con un poco de falta de aire. Al menos alcancé a tomar el bus.

Esta vez observé más puestos vacíos que antes, también miré al mismo chico rubio de la misma posición que en la mañana en los asientos del fondo.

¿Y adivinen qué? Yo me senté en los asientos del fondo aún habiendo más opciones, no solo eso ¡me senté a su lado!

Cuando creí que me daría una mirada asesina me llevé una sorpresa. Siquiera me determinó, siguió sumergido por la musica en sus audífonos. Algunos al igual que yo miraban con algo de asombro, no comprendía el porqué y tampoco me importaba. ¿Quizá por haberme sentado junto a él?

Tú sangre en la mía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora