Capítulo 6

40 5 0
                                    

Confusión

Fue poco tiempo el que sostuve mi mirada en la suya, pero se sintió como si hubiesen sido horas, aquellas donde el tiempo pasa y anhelas cada minuto más lento que el anterior

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fue poco tiempo el que sostuve mi mirada en la suya, pero se sintió como si hubiesen sido horas, aquellas donde el tiempo pasa y anhelas cada minuto más lento que el anterior.

Hasta que aparté la mirada, enseñando mi semblante frío una vez más, como si hace un segundo atrás no me hubiera sumergido entre sensaciones.

Llegué cuando se estaba dando por terminada la clase, luego me ordenaron dar un recorrido, así que accedí y al finalizarlo me dirigí al campus del instituto. Al llegar caminé hasta sentarme en una de las gradas para relajarme un poco, pero alguien detrás mio irrumpió mi paz:

—Con que Amaury Stalin ¿Verdad?—Sonó una voz gruesa a mis espaldas.

Gire un poco mi cuerpo en dirección de aquella demandante voz, observando así; un hombre con cabello negro, a quien no miré nunca en la primera clase, tal vez llegó tarde o  seguramente estaba en otro de los cursos de último año. Parecía de mi edad, —Quizá un poco más mayor— no tengo idea porqué razón sabe mi nombre pero no es algo que me importe demasiado, seguramente no volveré a cruzar palabras con él.

—¿Si y tú eres? —Respondí cortante.

—Bienvenido. Muero por ver las llamas del infierno arder —Indicó con algo de diversión en su voz y su mirada— Espero podamos presentarnos pronto —Finalizó sus palabras alejándose del lugar.

Lo miré desaparecer, es un tipo extraño pero bueno, al final nadie en este caótico mundo es completamente normal.

Viaje con la mente inundada de mis pensamientos hasta llegar a la biblioteca, en algunos momentos me agrada leer uno que otro libro, leer me trae recuerdos, recuerdos de mi infancia y de ella.

Estaba de la otra cara de la estantería buscando algunos escritos que llamaran mi atención, cuando mis ojos se posaron sobre aquella chica de melena negra brillante que cruzaba por la puerta de este lugar, su carácter parece algo irritado con sus expresiones faciales, como si viniera aquí a despejar su mente, tuve más tiempo de observarla esta vez, su cabello caía hasta lo bajo de sus caderas, sus piernas son un poco largas y delgadas, se ve un poco delicada pero fuerte e imponente a la vez.

Ella caminó hasta el final del pasillo sin siquiera determinarme, quedando del otro lado frente a mi, únicamente distanciados por el mural de libros, seguí sus pasos para comprobar si en realidad estaba irritada o no lo estaba.

Aquella chica extraña tomó un libro y por consiguiente lo tomé también, impidiendo que lo obtuviera.

Se ve tan tierna haciendo fuerza que tengo ganas de reírme, arruga la nariz como si de eso dependiera sacar el libro, por un segundo no pude contener la risa entonces cubrí mi boca con la mano que sostenía el libro de manera empuñada, dejándolo fuera de mi agarre, pero no fue la mejor idea, al instante oí un estrujonazo contra el piso, verla de esa forma hace que muera de risa pero tampoco soy tan cruel como para burlarme de una chica frágil, solo preferí mostrar indiferencia.

Tú sangre en la mía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora