Battlefield ღ kookv

02. Puñales

"Deja que el tiempo se nos pare

por si decides no culparme."

Siento el nerviosismo de estar en Corea de nuevo tras tantos años fuera. Es mi primera vez en la capital, Seoul, y aunque he vivido en Italia, no ha sido una ciudad como Roma y todos los edificios grandes y tecnología avanzada me sorprende. 

La universidad se impone ante mis ojos y me siento más pequeño de lo que normalmente lo hago. Si no fuera porque hoy solo he venido a por mi horario y no porque es mi primer día de clases, entonces estaría más asustado todavía.

Soy consciente de que este es mi país y lugar de origen, mas al estar tanto tiempo, viviendo cosas diferentes a las que pude haber experimentado aquí, me ha hecho sentirme un desconocido en mi propia tierra. La gente me mira con interés, al ver una cara nueva quizás, por lo que intento ignorar ese sentimiento de querer vomitar que me aprieta el estómago y sin necesidad de preguntar a nadie llego a la secretaría donde me dan mi horario tras varios minutos de espera.

Ojeo mi móvil y veo el mensaje de mi primo favorito. Bueno, favorito y el único con el que he tenido relación en los últimos meses. Volver a relacionarme con mi familia después de lo que mis padres me hicieron me ha costado mucho; muchas charlas con Christian sobre ello y tras darle vueltas y vueltas, decidí que al menos mi primo me recibiría de buena manera.

Efectivamente lo hizo y me alegra saber que sigo teniendo familia de sangre que quiere saber sobre mi.

La cafetería es enorme y esta vez no me he perdido, después de todo dejé a Christian por aquí para que comiera algo mientras me esperaba.

El mensaje de mi primo decía que estaba aquí con sus amigos y no tardo mucho en localizarlo a unas mesas frente a mi. Sonrío en grande en cuanto cruzamos miradas y sus encías se enseñan al sonreírme de vuelta. Eleva una mano para saludarme y corro hacía él.

"¡Yoongi!" exclamo antes de agacharme para abrazarle con fuerza.

Le escucho reír y por unos instantes en los que me devuelve el abrazo, olvido que en Corea no suele ser común el afecto en público de esta manera como lo sería en Europa. 

"También me alegro de verte" dice.

Me separo avergonzado de que otras personas hayan podido ver esto y froto mi cabello con una risa nerviosa. "Olvidé que esto no es común aquí" me excuso con una sonrisa nerviosa.

Yoongi no parece darle importancia y me deja un sitio para que me siente a su lado. Con gusto lo hago y miro a sus amigos situados frente a nosotros. "Él es mi novio, Jimin" presenta a un rubio que me mira con la boca abierta y si no fuera por el nombre no me hubiese dado cuenta del por qué me mira así.

Mi boca no tarda en abrirse, imitando su acción. "¿Jimin? Oh, por la..." las palabras se pierden en mi mente al notar que a su lado un pelinegro bastante cambiado me mira con la misma sorpresa que Jimin. "J-Jeongguk" tartamudeo.

"¿Los conoces?" 

Recuerdo donde estoy y con lentitud asiento. "Uh, sí."

"Estudiamos juntos en Busan hace años" responde Jimin con tensión en su voz. Decir que la incomodidad que transmite no me hace daño sería mentir, pero supongo que me lo merezco por desaparecer sin más.

La dureza con la que Jeongguk me mira tampoco es que me haga sentirme más bienvenido de lo que Jimin hace y siento que es mejor irme con alguna excusa.

"Antes de que nos mandara a la mierda" añade el pelinegro.

Frunzo el ceño porque yo nunca hice eso. "¿Yo hice eso?" pregunto sin poder creer que la persona dulce que recordaba en Jeongguk haya desaparecido en estos últimos años. "Entiendo que estéis molestos por no deciros nada pero-"