Capítulo 11

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Ranma

Había llegado el momento, debía explicarles todo y estaba listo para hacerlo, tenía a toda mi familia reunida, después de tanto, después de tantos años, que feliz era. Tenía una hija de la que no sabía su existencia, no podría ser más feliz. Akane y yo queríamos tener más de un hijo, sin saberlo tantos años, ya tenía una hija.

Me sorprendió el golpe de papá, dolió, pero sé, lo merezco.

—Veran, la razón es —estaba un poco nervioso, todos me miraban, mis padres, mis hijos, mi esposa, y mi amigo —... la razón por la cual no pude regresar es porque perdí la memoria —solté sin más.

—¿Qué? —dijo Akane sorprendida.

—Se que quizá no me crean —me apresure a decir—, pero es la verdad.

—Pero ¿cómo hijo? ¿Cuándo? —pregunto mamá, Rokuro me miraba con la boca abierta. No les mentía, era la verdad.

—Fue el día del cumpleaños de Rokuro, cuando cumplía 5 años; ese día regresaba a casa, después de la llamada que le hice a Akane —me detuve un momento—. Se que quizá piensan que estoy mintiendo, y no los juzgo, pero les hablaré con la verdad con todo lo que recuerdo.

No dijo nadie nada, mire a todos. Continué.

Ocho años atrás.

(Llamada telefónica)

—Bueno...

—Akane, soy yo —hable tras escuchar su voz.

—Ranma

—Amor , ¿Cómo están?

—Bien —se escuchaba fría y cortante, estaba enojada, era lógico.

—Cariño, se que te dije que volvería antes del cumpleaños de Rokuro, pero, perdóname, no pude hacerlo...

—Ranma, prometiste que lo harías, le prometiste a tu hijo que llegarías a su cumpleaños.

—Lo sé, es solo que, bueno... no calculé bien el tiempo y...

—Ranma, ya no digas nada, habías prometido que estarías aquí pronto —su voz había cambiado, y lo sabía, estaba llorando, estaba llorando otra vez por mi culpa, odiaba escucharla llorar, y más aún si el causante era yo—, no sabes lo mucho que Rokuro te espera, Rokuro solo pregunta cuando volverás. Creí que si no habías llegado antes, por lo menos llegarías hoy, pero ahora sales con esto.

—Lo sé... pero...

—Y para colmo tardas mas de una semana sin llamar, Ranma, creí que no te habías comunicado porque ya venías de regreso —me sentí tan culpable, era cierto, no me había comunicado con ellos—, pero no, ahora resulta que no ¿piensas que no queremos saber de tí? ¿O qué? Sí estás entrenando o si vuelves llama, nos preocupas Ranma —por algo había elegido a ella como mi esposa, aún si está enojada conmigo se sigue preocupando por mí.

—Sí, amor , te prometo que así lo haré.

—Ahora ya no importa.

Nos quedamos en silencio.

—Akane, regresaré pronto, lo prometo —no respondió— ¿puedes pasarme a Rokuro un momento? Por favor —no me respondió.

—¿Papá? —era mi pequeño.

—Sí hijo, soy yo.

—Papá, ¿ya vas a volver? Te extrañamos mucho, dijiste que volverías antes de mi cumpleaños ¿ya vienes?

—Sí hijo, regresaré pronto.

—Oh —escuche en su voz la decepción tras mi respuesta.

—Pero, será pronto hijo —me detuve un momento—. Perdóname por favor, se lo que les dije, cuando vuelva te explicaré y además, te llevaré un regalo por tú cumpleaños, de hecho ya lo tengo.

—¿En serio? —pregunto él feliz, sonreí.

—Claro, lo prometo.

—Está bien, pero vuelve pronto papá, te extrañamos mucho y mamá sufre porque no estás.

—Te prometo que así será, pequeño —sonreí.

—Bueno, lo prometiste papá.

—Claro jeje, ¿puedes pasarme a tu mamá otra vez, por favor?

—Sí, adiós papá. Te quiero.

—Yo también, Rokuro —no lo escuché más, pero sabía, porque lo conocía, porque es mi hijo, que estaba sonriendo, y tras terminar  mi oración, escuché cómo salió corriendo tras el pasillo y así lo dibuje en mi mente.

—¿Qué más quieres decirme? —hablo de pronto Akane.

—Solo... en realidad, perdóname Akane, llegaré en una semana, te juro que ya no pasará de ahí.

—Pídele perdón a nuestro hijo.

—Ya lo hice, y cuando vuelva también lo haré —no respondió.

—Señor, ya debe dejar el teléfono —la voz de la encargada del lugar me interrumpió, estoy seguro que Akane también la escucho.

—Sí, solo un minuto más por favor —la señora de edad avanzada asintió con la cabeza.

—Akane, ya tengo que irme.

—Está bien.

—Los amo Akane, a tí, a nuestro hijo, a mis padres, saludame a todos de mi parte.

—Cuídate.

—Te amo.

Espere un momento antes de colgar pero ella ya no respondió, en mi mente solo podía dibujarla sosteniendo el teléfono con una de sus manos, y mientras algunas lágrimas bajaban por su bello rostro, me sentí tan mal, no podía esperar más, no debía hacer sufrir más a los que tanto quiero. No debemos hacer sufrir a los que más queremos.

Salí del lugar y comencé a correr, calculé que si iba a ese paso llegaría en menos tiempo, corrí lo más rápido que pude. No podía darme el lujo de tomar tantos transportes, así que solo tomaría los necesarios ya que no llevaba el dinero necesario para regresar.

—Había calculado el tiempo que tardaría en volver, y también por si tenía algún retraso; es por eso te dije que llegaría a más tardar en una semana, Akane; alargue el tiempo de mi entrenamiento, me interesaron nuevas técnicas y quise aprenderlas, no conté con que no tenía tiempo suficiente, fue un error y lo sé. Pero el día de tu cumpleaños, Rokuro —lo miré—, ya venía en camino a casa; te prometí que te traería un regalo, ¿lo recuerdas? —tome mi mochila— Se que ya es tarde, pero —la abrí, y saque una pequeña bolsa —esto es lo que te traía ese día Rokuro —me acerque hacia donde estaba él, y extendí aquel objeto hacía sí —por favor, se que ya no tiene sentido, pero tómalo, es para tí, hijo —no lo tomo, no lo hizo— lo dejaré aquí —lo puse en la mesa cerca de él, tenía una expresión que no sé describir.

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Bueno solo quería comentar que, como sabrán, o por si no lo han tomado en cuenta, Ranma aún no sabe que Akane y Ryoga están saliendo, así que... bueno no me quiero ni imaginar cómo va a reaccionar nuestro querido Ranma cuando se entere, bueno si lo imagino, y en realidad ya podrán descubrirlo en el próximo capítulo.

Muchas gracias por leer, saludos y bendiciones a todos. De igual manera una gran disculpa por tardar tanto en actualizar.

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