Capítulo 13

244 24 9
                                    

Ranma

Les conté todo, todo lo que viví esos años alejado de ellos, ahora solo esperaba algo que pudieran decirme. Pero nadie decía nada, y tenía miedo.

Rinda se acercó a mí y me abrazo, me dijo que ella si quería formar esa familia, me dijo que ella siempre me espero y que, ahora que había regresado quería estar siempre conmigo. Me sentí muy bendecido, porque aunque nunca, hasta ahora, había conocido mi hija ella me amaba. Se detuvo un momento, yo la tenía en mis brazos, y vi como cambió su expresión y ya no sonreía.

—Pero no sé si mamá y Rokuro quieran eso —me le quede viendo fijamente sabía que tenía que decirme algo importante, algo distinto a sólo coraje por haberlos dejado ocho años, así que le pregunté.

—¿Por qué dices eso, hija?

—Es que mamá ahora está con el tío Ryoga, y Rokuro esta de acuerdo con eso.

—¿Qué? ¿Cómo qué está? ¿A qué te refieres hija? —pregunté mientras sentía como si me hubiesen clavado una estaca en el corazón, justo donde más duele.

—Sí, pero yo te prefiero a ti, yo quiero estar contigo papá.

Voltee a ver a Akane, a Ryoga y a mi hijo para ver si en sus caras había rastro de que Rinda estuviera mintiendo, pero no encontre nada, ella decía eso y decía la verdad. Mi corazón dolió mucho y el coraje me empezó a entrar por las venas, no me importo nada más.

Bajé a Rinda con cuidado de mis brazos y me acerque a Ryoga, lo tomé por la camisa furioso, no me importo nada, ni siquiera que mis hijos vieran eso.

Escuche como todos comenzaron a gritar y se acercaron por detrás de mi, yo solo veía a Ryoga con enojo, él me veía de las misma manera.

Akane

Cuando me di cuenta Ranma tenía a Ryoga de la camisa, lo tomó fuertemente, se veía furioso. Rokuro y Rinda se asustaron, la tía Nodoka los sacó rápido de allí y se los llevó a su habitación.

Yo no sabía que hacer, me asuste. Y mi corazón dolía, por todo lo que había dicho Ranma.

—¡Así que nunca te olvidaste de ella ¿verdad?! ¡Dijiste que nunca más te volverías a meter entre nosotros! —Ranma lo empujó contra la pared con fuerza, Ryoga no se movió— ¡Confíe en ti, Ryoga!

—¡Sí, eso dije Ranma! ¡¿y?! Te prometí que no volvería a insistir con ella pero nunca pude olvidarla, desde que te fuiste yo estuve para apoyarla, por ti, por ella, por sus hijos; no pensaba jugarte mal, espere mucho tiempo a que regresaras ¡nunca se me olvido lo que prometí! Pero tu no volviste y entonces hasta hace poco Akane y yo comenzamos algo, ella después de tanto me aceptó...

Ranma le lanzó un golpe a la cara.

—¡¡Cállate!! —y lanzó otro golpe más.

—¡Ranma no! —él no me escucho y siguió lanzandole golpes a Ryoga, pero Ryoga no se quedó así y comenzaron a pelearse.

El tío Genma se metió entre ellos pero era inútil, no podía detenerlos. Yo no hacía más que llorar. Quería que no se pelearán, mi corazón dolía, sabía que seguía amando a Ranma como la primera vez, lo confirme al volverlo a ver, y a Ryoga solo le tenía un gran aprecio y agradecimiento pero nunca llegue a amarlo. Pero ahora yo le había prometido algo a Ryoga, no podía fallarle.

—Ya no, por favor no—me sentí tan inútil, y aun siendo profesional en las artes marciales, en ese momento no sabía nada, no podía hacer nada, entre en shock.

—¡Ranma, calmate! ¡No puedes actuar así! —grito la tía Nodoka desde las escaleras, eso me hizo reaccionar. Y Ranma y Ryoga detuvieron su próximo golpe— Tus hijos están asustados, piensa en ellos. Ya no eres un joven Ranma —le regaño la tía molesta.

Ranma y Ryoga se detuvieron, bajaron sus puños, y Ranma agachó la cabeza, nos quedamos todos en silencio un momento. De pronto vi cómo Ranma lanzó un golpe a Ryoga, yo por impulso me metí entre ambos, para que no lo golpeará. Esperaba el golpe, el cual no llegó. Baje mis brazos que habían sido una débil barrera justo en ese momento y lo vi ahí, me partió el corazón, nunca había visto a Ranma así; ni la vez en la que también pasó algo similar con Shinnosuke. Él estaba destrozado, lloraba, y su puño aún seguía ahí listo para llegar a su destino, estaba temblando, pero lo había detenido como aquella vez.

—Ya entiendo... el que sobra aquí soy yo ¿no? Yo soy el que ya no tiene un lugar aquí  —más lágrimas brotaban de sus ojos, nunca vi a Ranma así, y mi corazón dolía mucho —entonces, esta bien. Entiendo Akane, ahora comprendo que sólo regresé para hacerlos sufrir, pero ya no importa, porque volveré a irme y no te preocupes ya no volveré a molestarte, no volveré a molestar a nadie. Nunca tuve que haber regresado.

Tenía tantas ganas de abrazar a Ranma, decirle que no tenía que irse, decirle que no sobraba, porque él hacía falta en la familia. Pero no dije nada. Él se giro y camino un poco.

—Pero, quiero que sepas que yo sí cumplí mi promesa, te fallé sí, pero no la rompí —se limpio las lágrimas bruscamente de su cara.

Ocho años atras

Ranma

—Akane, confía en mí, me dedicaré a entrenar, buscaré nuevas técnicas de combate y así el dojo podrá ser mejor, tendremos más alumnos y lo recomendaran más.

—Yo confío en ti Ranma, solo que te vamos a extrañar mucho.

—Yo también los voy a extrañar mucho, mi vida —sonreí y me abrazo.

Ya me había despedido de todos, estaba a punto de irme, así que abrace a Akane, muy fuerte, y le dije al oído.

—Volveré, te lo prometo, solo serán unos meses.

—Lo sé, confío en ti mi amor, prometo que al regresar te recibiré con un gran abrazo, así como ahora, y nos irá mejor, le irá mejor al dojo. Pero, aún puedes cambiar de opinión sabes que así estamos bien.

—Sí, lo sé, pero me gustaría que conocieran más nuestro dojo, quiero que nuestro hijo se sienta orgulloso y que nunca le falte nada.

—Sí, yo también.

—Papá, regresarás antes de mi cumpleaños ¿verdad? —dijo Rokuro al acercarse con nosotros.

—Claro, campeón te prometo que así será.

Época actual.

—Soñaba con volver y que me recibieras como lo prometiste, que lastima que no haya sido así.

Continuará...

VolveréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora