¡Eres mío! ¡Solo mío! [Blackice]

¡Lo vas a pagar!

-Pov Jack-

Apenas amaneció, fui en busca de Norte, pero este no estaba en su despacho ni en ningún otro lugar de la fábrica.

Sandy decidió cuidar de Hada, mientras yo seguía buscando.

Entre al santuario de Hada, ya que allí se encontraba Sandy.
Sandy tuvo que ponerla a dormir porque no quería mantenerse acostada.

—No logré encontrarlo —el pequeño formó la figura de un Conejo —.Eso creo amigo —me senté sobre el suelo —. Espero que esté bien.

El tiempo transcurrio, cayendo la tarde para dar paso a la noche.
Norte no llegaba y Sandy tenía que salir a hacer su trabajo.

Sandy meneaba su piecito desesperado. De vez en cuando, apuntaba afuera y yo simplemente negaba.

—No podemos amigo —este frunció el entrecejo —. Oye, recuerda que es orden de Norte.
Alzó los brazos y negó.

Volví la mirada afuera —. Tal vez —murmure —. Tal vez podamos ir y venir rápido ¿No crees?

Sandy asintió entusiasta.

Tome mi bastón y le apunte —. La condición es que si algo sale mal, tú tendrás que asumir toda la responsabilidad ¿De acuerdo.

Mostró su pulgar, en forma de aceptación.

Ambos nos encaminamos a la salida del cuartel. Dimos unos cuantos pasos, cuando a lo lejos vimos el trineo de Norte.

—¡Hey, mira eso! —Sandy brinco de la felicidad. Mantuve la sonrisa, hasta que ví como el trineo perdía el equilibrio hasta estrellarse contra la nieve.

Sandy se paralizó y yo corrí lo más rápido que pude.
—¡Norte! —no obtuve respuesta. Levanté el vuelo y cuando finalmente estuve allí, pude ver qué había una pequeña cantidad de sangre.

—Norte —una mano se levantó en el aire, me apresure a ir ayudarlo.
Estaba aliviado de ver qué estaba vivo, aunque muy mal herido.

—¿Qué te pasó? —toque su estómago, traía un búmeran enterrado en el costado izquierdo.

Norte dió un quejido de dolor —. No toques hijo.
Lleve mis manos a la cabeza, sin saber que hacer —. ¿Que quieres que haga?

Me mostró una débil sonrisa —Tu sabes que hacer...siempre lo has sabido.

Esas fueron sus palabras, antes de caer en la inconsciencia.

Estaba aterrado y no tenía idea de lo que debería hacer.
¿Que había pasado? ¿Que iba a pasar con Norte y Hada? ¿Que iba a pasar con todos nosotros?

Di un golpe al  suelo —. ¡Eres un hijo de perra! ¡Te voy a hacer pagar!

Tanta negatividad me hizo sentir extraño, pude sentir el cambio muy dentro de mí.

Era un sentimiento que me hizo sentir tan miserable, tan poca cosa, tan inapto...que por un momento olvide la razón del origen del sentimiento.

Un toque en mi hombro, logro despistarme de mi sentir —. ¡Qué carajos quieres!

Mi furia se apasiguo cuando ví al pequeño Sandy lleno de pavor —. Yo...yo lo siento.

Baje la mirada, tratando de contenerme —. Ayúdame con él.
Sandy asiento con temor. Formó una nube de polvo feliz debajo de Norte, y de esa forma lo llevamos dentro del cuartel.

Tardamos media hora en curar la herida de Norte. Tratamos de no ser ruidos, no queríamos despertar a Hada, ninguno de los dos estaba preparado para ver caer a otro amigo.

Sandy estaba en medio de Norte y Hada, observandome como si tratara de encontrar la respuesta a algo.

—¿Qué pasa? —pregunte, al ver que no apartaba la mirada de mí.
Desvío la mirada y la llevo al suelo.
El silenció gobernó el lugar.

No quería hablar y siendo sincero no creía que Sandy quisiera decir algo.
Antes me había preguntado que era lo que debía hacer, pero ya no más.

Ver a Norte lastimado fue la última gota que derramó el vaso y el culpable iba a pagar por ello.

Lo iba a pagar muy caro...