Gracias, Sandy

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-Pov Narradora-

Ya habían pasado dos semanas desde aquel trágico acontecimiento.
Dos semanas en las que cada guardián tomo su espació para reorganizar todo en el mundo humano e incluso en su propio mundo.

Jack y Pitch no se veían desde aquel día, ya que el rey de las pesadillas estaba sumergido en sus propios asuntos.

La relación entre Sandy y Pitch mejoró por mucho desde aquella plática que ambos habían aceptado tener.

Hombre de la Luna acordó que los guardianes se encargarían de la pascua hasta que él pudiera encontrar un digno sucesor del trabajo que realizaba Conejo.

Todo marchaba bien para cada uno. La perdida de Conejo fue dura pero hasta cierto punto, era mejor recordarle como un gran amigo y fiel a su trabajo.

-Pov Jack-

De nuevo aquí Jack —se cruzo de brazos, recargando su peso en la pared —. ¿Por qué no has ido a ver a Pitch?

Bufé agobiado —. El necesita espació, la muerte de María le dejo pensando muchas cosas.

—Sandy dijo algo al respecto.
Restregue las manos sobre mis rostro —. Ese es el problema, él no quiso decir nada de ello.

—¿De que hablan? —pregunto con curiosidad.
Nada —le miro de reojo —. Solo un típico caso de rechazo amoroso.

—Eso no es cierto...solo —me cubrí el rostro con mi capucha —. Que tal si ya no quiere verme o se olvidó de mí.
Ambos se miraron con extrañeza.

Hada se colocó a mi lado —. Entonces díselo —inclino su cabeza tratando de buscarme la cara —. No olvides que el problema inicio por falta de comunicación.

—Lo sé, pero no quiero incomodarlo.
—Crei que la etapa de incomodidad estaba superada.
Le mire con puchero —. Es que no es fácil, está esto y aquello —agite las manos en el aire para hacer referencia a todo lo que había sucedido.

Hada tomo mi mano y la estrujó entre las suyas —. Solo ve a verlo, se que no pasará nada malo.

—Ella tiene razón —le apoyo Norte —. Lo único que le importa a Pitch es tu bienestar, no creo que quiera lastimarte ignorandote.

Sandy entro por la puerta con aires de misterio —. Sandy —le llamo Hada —. Crees que es buena idea que Jack vaya a ver a Pitch.

Este sonrió de oreja a oreja, asintiendo.
—¿Por qué no habla?, Si puede hacerlo.
—El prefiere guardar silenció, más que nada por ser el guardián del sueño.

—Bien —me arme de valor —. Si Sandy dice que es buena idea...debe ser buena idea.
Todos sonrieron.
Crucen los dedos para que todo salga bien.

Salí de allí y fuí directo a la salida.
Tuve que caminar hasta la cabaña de Pitch ya que seguía sin mi bastón.

Tanto problema me hizo olvidar que lo necesitaba, no ahora, pero en algún momento lo iba a necesitar.

Llegué a la cabaña  y se veía muy solitaria.
Me posicione delante de la puerta y coloqué la mano sobre la perilla, la duda me hizo retroceder —. Mejor otro día.

—¡Que extraño! —di un salto del susto que me dió escucharle hablar de repente —. Antes no dudabas.

Detuvo el paso a unos pocos centímetros de mí.

—¿Dónde estabas?

Fui a llevarle flores —se sentó en el primer escalón —. Me hubiera gustado haber podido despedirme de ella —agacho la cabeza y se cruzó de brazos —. Tenía muchas cosas que decirle.

Me coloqué a su lado, acariando su espalda —. Si de algo te sirve, ella entendió lo nuestro.
—No era solo eso —cubrio su rostro entre sus brazos.

Suspiré con tristeza —. Yo...si quieres puedo irme, así podrás tener tiempo para pensar.

Me puse de pie, pero me detuvo por la muñeca —. No te vayas —me miro con
fragilidad —. No quiero estar solo.
Tomo mi otra mano y me atrajo a él.

—¿Te quedarás? —su voz se oía necesitada de compañía.
Sí —le mostré una cálida sonrisa.
Me senté sobre sus piernas, mirándonos cara a cara.

Sus mejillas se sonrojaron levemente, verlo así me causaba tanta ternura —. Me quedaré el tiempo que quieras —bese su frente dulcemente.

Me abrazo apegandome más a su cuerpo —. Tuve un sueño.
—¿Quieres hablar de ello?

Fue bueno. Allí estaba mi hija, Serafina. Ella estaba muy feliz, era la protectora de la naturaleza.
Acaricié su nuca —. He escuchado ese nombre antes.

El me miro con asombró —. ¿De verdad? —su voz tembló.

—S-sí —hable con titubeo —. Tengo entendido que la protectora y representante de la naturaleza es Serafina Pitchiner. Dicen que es la alma más bondadosa que ha existido sobre la tierra.

Su mirada se cristalizó, al mismo tiempo que se dibujaba una sonrisa  entre ese mar de lágrimas —. Gracias —me agradeció entre ahogados suspiros.

Guarde silencio y observé el cielo con leve sonrisa.
Con que eso fue lo que veniste hacer...gracias Sandy...

gracias Sandy

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¡Eres mío! ¡Solo mío! [Blackice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora