Banshee

XII.- Reunión Esperada

- ¿Se encuentras bien, joven? – le preguntó Mitch tratando de mantener la calma.

- A mi no me engañas Mieczyslaw. – le dijo Derek limpiando sus lágrimas sin borrar la sonrisa de su rostro.

- No tengo idea de que está hablando.

- Eres un buen actor pero no puedes engañarnos. – le dijo Lydia tomándolo por los hombros desde atrás.

- Me llamo Mitch Rapp agente novato del FBI, fui mandado aquí por una misión. No los conozco, no tengo idea de quienes son. – dijo el castaño mientras fruncia el ceño.

- No tienes que fingir con nosotros Mica. – le dijo Noah con una sonrisa en su rostro mientras se acercaba al castaño junto con Natalie.

- Papá. – cayó de rodillas al suelo mientras las lágrimas comenzaba a correr por sus mejillas – Pensé que estabas herido. Esta bien, lo estás. – dijo Mitch entre pequeños sollozos.

- Oh, mi niño. – Noah se arrodillo y abrazó a su hijo con fuerza – Lamento asustarte, solo necesitábamos que vinieras además de que era la forma de comprobar que era tú. – le explicó con cariño mientras acariciaba su cabello. Puede ser que su cuerpo y mente fueran los de un adulto pero en ese momento se sentía como un niño.

Mitch se aferró a su padre, se había asustado cuando le dijeron que su padre estaba mal, no quería revelar su identidad pero sus emociones lo traicionaron.

Se separó del mayor y se levantó siendo recibido por el abrazo de su madre, quien sollozó con felicidad. Su hijo al fin estaba de vuelta y no lo dejaría ir, no esta vez.

- Mi Mica, es tan bueno verte con vida. – tomó su rostro entre sus manos – Es increíble que este cuerpo sea casi idéntico al tuyo, debió de ser el destino. – le dijo Natalie mientras acariciaba las mejillas del castaño.

- Este cuerpo es fácil de usar y se parece bastante a mi cuerpo anterior, la ventaja de que ambos seamos agentes del FBI.

Natalie solo pudo sonreír con cariño, se separó de hijo para ver como Lydia lo abrazaba con fuerza.

- No vuelvas a dejarme, no sabes lo mucho que me asuste al ver tu cuerpo. Sentí que mi mundo se caía a pedazos. Tonto hermano mayor. – le dijo Lydia mientras disfrutaba del cariño de los brazos de su hermano, había estado cinco años sin esa calidez y realmente la había extrañado.

- Lamento haberte hecho sufrir pequeño Ariel. – le dijo Mitch mientras acariciaba el cabello de la menor con cariño.

Al separarse los demás betas se acercaron para abrazar al castaño, quien acepto cada uno de ellos con cariño. Había extrañado a la manada y eso que para él solo habían pasado unos meses, no podía imaginarse por lo que habían pasado ellos en cinco años.

- ¿Puedo abrazarte, idiota? – le preguntó Derek una vez que todos dejaron al castaño en paz.

Mitch sonrió y abrazó con fuerza al alfa, no lo dejaría ir de nuevo. Debió de haber vuelto, ellos son su familia y no van a temerle después de todo lo que han pasado.

- Yo también te extrañé. – le dijo el castaño mientras dejaba un suave beso en el cuello de Derek.

- Te escuché. – el castaño miró al alfa sin soltarse del abrazo – Antes de que murieras de alguna forma pude escucharte. – lo tomó de las mejillas con cariño – Yo también te amo Mieczyslaw.

Mitch sonrió mientras besaba los labios del lobo. Habían pasado tanto años y al fin podían estar juntos, sin nada que los detuviera.

Al separarse Derek frotó su nariz contra la del castaño con cariño.

- Te amo Derek Hale.

- ¡Son tan lindos! – dijo Kira con emoción mientras tomaba la mano de Malia con fuerza y la coyote solo podía soportar el apretón de su esposa que estaba por romper su mano.

- ¡Llevo esperando años por esto! Es como ver un sueño hecho realidad. – dijo Cora con una pose triunfante mientras que Allyson solo podía negra con la cabeza pero una sonrisa adornaba su rostro. No la había visto tan feliz desde hace cinco años y la verdad ella había estado así también después de la "muerte" del castaño. Estaba más tranquila y feliz ahora que él había vuelto ya que les había hecho mucha falta.

- Esto comienza a ser más incómodo que cuando desperté como Mitch. – comentó el castaño.

- ¿Cómo fue eso? Despertar en otro lugar de la nada, debió de ser bastante confuso. – dijo Scott mientras se acercaba al castaño con curiosidad.

- Desperté en mi habitación que comparto con Harold. No tenía ni idea de que estaba sucediendo pero entré al baño y vi mi apariencia, antes de salir todos los recuerdos de Mitch entraron en mi cabeza y los hice míos de cierta forma. En estos meses me adapte a su vida y a quien era y creo que soy un poco de ambos. – les explicó mientras se sentaba aunque Derek lo obligo a hacerlo sobre su regazo, algo a lo que no se opuso.

- ¿Cómo era Mitch? ¿Quién era? – preguntó Natalie.

- Era un huérfano que luego perdió a su novia en un ataque terrorista así que se obsesiono con la venganza así que comenzó a matar a esos hombres hasta que encontró al que encabezó el ataque donde murió su novia y él fue herido. Luego fue reclutado por FBI y terminó siendo un gran agente solo que frío y algo impulsivo. Estoy seguro de que murió en la noche por las heridas internas que le dejaron su misión y ahí entre yo. – sonrió con tristeza – Espero que se haya reencontrado con su novia, de verdad la amaba y le dolió perderla después de todo era lo único que tenía. – les explicó Mitch.

- De seguro ya está descansando. – le dijo Lydia esbozando una sonrisa.

- ¿Por qué no volviste? – le preguntó Liam recibiendo miradas de los demás.

- Temía que no fueran a aceptarme. Como tengo mis recuerdos aún tengo mis poderes de banshee pero no solo eso sino que de alguna manera mi alma absorbió los de Jacob cuando murió y ahora yo los tengo. Soy algo que jamás se había visto y tenía miedo de que alguien se enterará y pudiera venir por mí. – rio ligeramente – Sé que es tonto ya que para el mundo Mieczyslaw Stilinski esta muerto. Solo no tengo que llamar la atención del consejo, es algo poco probable ya que puedo ocultarme de ellos gracias al poder que tengo.

- No importa como te llames siendo la persona que nos mantuvo a salvo y nos cuidó. Eres manada y familia. – le dijo Derek con cariño mientras los demás asentían.

Mitch sonrió.

Tenía la mejor familia.