XIII.- Entrenamiento

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Mitch decidió quedarse en el loft con Derek, aún se sentía un poco extraño el volver a casa después de tanto tiempo. La manada decidió irse en cuanto anocheció dejando a los compañeros solos.

- ¿Nunca te dijeron en el FBI que te parecías a tu antiguo cuerpo? – le preguntó Derek mientras se sentaba su lado.

- Para el mundo Mieczyslaw Stilinski estaba muerto así que mi parecido solo parecía una ilusión además de que Mitch era solo un novato a comparación de lo que era antes. Puede que resaltará pero en el FBI no preguntan muchas cosas, si sus agentes son buenos no les interesa mucho su vida privada o pasado. – le explicó Mitch mientras recargaba su cabeza sobre el hombro del lobo.

- Debió de ser muy duro vivir como alguien más. Has cargado con demasiado peso, puedes dejarlo ir. – lo abrazó con cariño – Puedes vivir tranquilo, no estás solo y nosotros te protegeremos así que deja de cargar con el peso del mundo sobre tus hombros. – le dijo Derek con cariño y dulzura.

Mitch sonrió mientras se relaja y quedaba dormido sobre su lobo.

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Paso una semana donde Mitch habló con su supervisor para poder transferirse a la sede de California además de pedir permiso para poder vivir en el pueblo. No hubo problemas así que sus cosas tardarían en llegar unos días pero para el final de la semana el castaño se había mudado de manera oficial al loft. Derek decidió quedarse con él dejando que los demás vivieran en la mansión, la manada entendió que ellos necesitaban tener su propio espacio.

Mitch se encontraba frente a la manada vestido con unos pantalones deportivos negros, una playera negra de manga corta ceñida al cuerpo junto con unas botas militares del mismo color. Se mantenía de brazos cruzados y su rostro se mostraba serio. La manada estaba combatiendo entre ellos, Derek los dirigía y los ayudaba en cualquier cosa. Todos habían notado lo serio que estaba el castaño y como parecía observar cada movimiento que hacía como si estuviera evaluándolos.

- ¡Cuidado! – gritó Allyson cuando una de sus flechas se desvió hacía el castaño.

Mitch solo levantó la mano deteniendo la flecha sin siquiera verla. Todos se quedaron en silencio.

- Deberías de tener más cuidado. ¿Qué te preocupa para que falles un tiro? – le preguntó Mitch mirando a la cazadora.

- Yo... Lo siento.

La chica se sentía intimidada por la presencia del castaño, Cora se acercó a su pareja colocándose frente a ella como escudo.

- No tienes que disculparte. Eres una arquera excelente pero cuando tu mente está en otro lado pueden ocurrir accidentes así que es mejor que resuelvas tus asuntos antes de tomar un arco y flechas. – relajó su mirada – No voy a hacerle daño Cora, jamás lo haría. – le dijo Mitch.

Cora retrocedió arrepentida. Derek solo fruncia el ceño al ver el temor en la mayoría de los betas y puede que ellos no lo notarán pero el castaño se alejó un poco mientras una ligera mueca de tristeza aparecía en su rostro, fue tan leve y rápida que solo duró por un momento.

- Iré al gimnasio. Los veré en la comida. – dijo Mitch mientras tomaba su pequeña mochila y se aleja de ahí, subió a la motocicleta que había comprado y se fue.

Derek miró de manera seria a sus betas.

- ¿Por qué actuaron de esa manera? Puede que sea diferente pero sigue siendo nuestro Stiles. ¿Acaso pensaron cómo se sentiría ante su rechazo?

- Lo siento, es que por un momento lo vi como una amenaza. Su presión y su aura cambiaron demasiado. – dijo Cora con tristeza.

- Es obvio que cambio, dentro de él hay un poder mayor que antes pero eso significa que desconfiaron de Mitch. Por una de estás razones es que no quiso volver, por temor que lo tratarán de esta manera. – suspiró – El entrenamiento terminó, vayamos al loft y preparemos una buena comida para cuando Mitch vuelva y así puedan disculparse de manera apropiada. – les dijo Derek mientras caminaba hacía la mansión para darse una ducha.

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Mitch se encontraba golpeando si para un saco de boxeo, un hombre se acercó a él.

- ¿Mal día? – le preguntó el hombre pelirrojo de ojos miel.

- Un poco. Hace poco regrese a casa y las cosas no han sido como esperaba. – le respondió el castaño mientras dejaba de golpear el saco.

- Suele pasar. ¿Serviste en algún lugar?

Mitch miró al hombre dándose cuenta de que fue un militar, tal vez tendría bastante en común con él.

- No pero soy del FBI. Pase muchas cosas y tuve que alejarme de mi familia pero ahora que he vuelto después de tanto tiempo es extraño. Ellos siguieron con sus vidas y siento que yo me quede estancado en el pasado y ahora lucho contra con mi yo de ahora y el anterior.

- Te entiendo. Cuando yo me fue de casa mis amigos y familia ya tenían planeado un increíble futuro y lo lograron pero cuando volví me di cuenta de que las cosas habían cambiado pero en realidad todo seguía igual, yo era quien había cambiado. – le sonrió – Me llamó Archie Andrews.

- Creo que entiendo el sentimiento. Un gusto Archie Andrews, me llamó Mitch Rapp.

- Vamos a beber juntos, creo que podemos hablar bastante.

Mitch asintió.

Sería bueno tener un amigo que lo entendiera. Como bien dijo Archie, él había cambiado, los demás seguían igual pero él simplemente dejó de ser ese chico alegre que siempre buscaba la mejor forma de hacer las cosas. Tal vez debía de entender que él ya no era Mieczyslaw Stilinski sino que Mitch Rapp y debía de aceptar eso y no es que dejará de amar a la manada, a Derek, a sus padres solo que tenía que aprender a hacerlo como Mitch y ellos también tendrían que acostumbrarse. 

BansheeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora