Banshee

VII.- Preocupación

Stiles regresó a su casa bastante tarde, Noah había llegado del trabajo y era el único despierto cuando el menor piso la casa. El mayor no era tonto y se dio cuenta de manera inmediata que algo andaba mal y no solo por las vendas ensangrentadas que cubrían sus manos.

- Te fuiste temprano de la comisaría. ¿Salió todo bien en lo que tenías que hacer? – le preguntó Noah de manera tranquila

- Algo así, las cosas fueron diferentes a lo que imagine pero ya lo solucionare – le dijo Stiles pasando al lado de su padre no sin antes besar su cabeza, amaba a su padre y jamás dejaría que alguien lo dañara

- Lydia dejó comida para ti solo tienes que calentarla

- Gracias

Stiles vio a su padre subir al primer piso, él terminó de comer y caminó hacía su habitación pero antes entró a la de su hermana y sonrió al verla dormida abrazando aquel peluche de lobo que le regaló años atrás. Se acercó y acarició el cabello de la menor y después dejó un suave beso en su frente.

- No dejaré que sufras – le dijo Stiles frunciendo el ceño al recordar las cosas que Jacob le había dicho

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A la mañana siguiente Stiles asustó a sus padres y su hermana, a pesar de que tuviera su hermosa sonrisa en su rostro debajo de sus ojos habían grandes ojeras y se veía un poco más pálido de lo normal; Noah noto que a pesar de que la vendas ya no estaban cubiertas de sangre aún las tenía en sus manos, las heridas que se había hecho eran bastante profundas.

- ¿Todo bien Mica? – le preguntó Lydia preocupada al ver el rostro demacrado de su hermano

- Estoy bien princesa, solo algo cansado. Anoche me quede pensando en el caso de los banshee pero no te preocupes – le dijo Stiles acariciando el cabello de su hermana

- De acuerdo, solo no te sobre esfuerces

- Tranquila, te llevo a clases – le dijo Stiles mientras tomaba sus llaves y salía de la casa no sin antes despedirse de sus padres

- Algo le está molestando – dijo Natalie frunciendo el ceño, odiaba ver a su hijo así le recordaba épocas no muy agradables cuando su madre hizo algo imperdonable

- Me recuerda a esa época donde trato de ocultarnos lo que había sucedido – le dijo Noah mientras bebía su café – Por el momento hay que dejarlo para nuestra fortuna ya no somos los únicos preocupados por él, tienen más personas a su lado

- Me mantendré fuera de esto por el momento pero si las cosas empeoran no dejaré que mi hijo vuelva a sufrir

- Nuestro hijo y tranquila pienso exactamente lo mismo – le dijo Noah besando la cabeza de su esposa

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En la entrada del instituto los chicos se dieron cuenta de inmediato que había algo mal con el pelirrojo, podía ver que algo le preocupaba aunque sonriera de esa manera tan dulce. Derek solo podía fruncir el ceño, algo había sucedido la tarde anterior, ya sospechaba que lo que iba a hacer no era lo mejor.

Cuando los chicos entraron al instituto solo quedaron los mayores viéndose a los ojos.

- No te preguntaré si estás bien porque se la verdad así que solo déjame quedarme a tu lado hasta que soluciones lo que atormenta a esa cabeza tuya – le dijo Derek de manera seria

- Me parece bien, nunca he podido llevarte la contraria – le dijo Stiles con una ligera sonrisa

- Nunca lo harás pero yo no puedo evitar caer ante lo que dices, ambos somos testarudos – le dijo Derek mientras acariciaba la mejilla del pelirrojo

- A veces odio eso pero no cambiaría nada

Ambos llegaron a la comisaría y se encerraron en la oficina del castaño.

- Necesitamos saber de alguna manera cuando va a atacar Jacob, no podemos seguir de esta manera así nunca vamos a evitar muertes – dio Stiles frustrado

- Tranquilo, si nos apresuramos no vamos a lograr anda. Sé que lo sabes bien. – tomó su rostro logrando que el pelirrojo lo viera a los ojos – Necesito que te tranquilices, no sé porque estás tan alterado pero de esta manera no vas a lograr nada y no podremos salvar a más personas

- Tienes razón, es solo que no puedo sacármelo de la cabeza

- ¿Qué cosa?

Stiles se dejó caer sobre el pecho de Derek disfrutando de su calidez.

- Ayer, cuando salí de aquí me encontré con Jacob en el bosque y me dijo tantas cosas que no puedo sacármelas de la cabeza

- ¿Quieres hablar de eso? – preguntó Derek mientras se sentaba con el castaño sobre su regazo

- No lo sé – miró los ojos de Derek – Creo que es momento de que alguien más lo sepa, acerca de mi pasado y de un secreto familia

Derek asintió dándole entender al otro que lo escucharía sin juzgarlo.