Nube

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El cielo nublado es lo que me
queda de ti, así como cada
mañana me sabrá a anís
estrellado contra la solapa
del invierno abrigo.

Y entre tantos charcos tú supiste
ser laguna.

Privilegio que perdí incluso
siendo primero, pero que en
mi memoria fotográfica se
queda, y aunque te vayas de
nuestro regazo, tu alma cual
estrella, nos ilumina.

Y entre tantas nubes tú supiste
ser lluvia.

Recientemente un apodo te
encontré, Akihiro,
en el corazón me tatuaré.

Nubebé te solían decir, porque
eras elegantemente adorable...
y mucho que nos hacías (son)reír.

Y entre tanta lluvia... tú seguiste
siendo Nube.










Al pequeño Nube.

Áfono, la intensidad del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora