Pocas palabras saladas

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Me quedé sin latidos al darme
cuenta que quizás no
pasarías la noche.

Parecía como si me hubiera
extraído toda la tranquilidad
que tenía y en su lugar la
agonía y dolor fueran
mis mejores amigas.

Que no entiendo el sentido de la vida.

Si en ella no estarás tú,
ni tus recuerdos.

Que no encuentro motivo por
el cual estar bien, si a mi
plenitud le faltas tú.

Y que se mezcle la tinta
con la salinidad del llanto,
que al final no me importa tanto.

Que no entiendo el sentido de la vida.

Áfono, la intensidad del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora