Oreo

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Se rompen los huesos en mi
pecho si tus ojitos no vuelvo a ver,
brotan lágrimas por doquier.

Tus patitas suaves y chiquitas
se marchitarán si el virus
está activo, adueñándose de
tu pureza, dejándonos hechos
trizas por tu despido.

"Recientemente un apodo te
encontré, Abelone,
en el corazón me tatuaré."

Estoy a la luz de las velas,
esperando a ver si un milagro de
esos que antiguamente existen...
se digna a apagar la mecha
y cruzar la frontera.

Que no se vayan tus recuerdos,
que no pierdas la esencia
de tu dulzura, que por ti sufriría

las mil y una torturas.

Que la vida no la pague contigo,
que tú ni te enteras
de quién es ella, mucho
menos de quién yo soy.

Aun lo hago, aun te lloro.

Y que al final nunca sabrás esto,
pero te quise con todo
el latir de mi corazón.

Aun lo hago, aun te quiero.

Áfono, la intensidad del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora