Un alcaudón a tu afilada y gloriosa espina

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Lizzie encontró a Hope y Josie recostadas en la sala de estar. Primero estremeció a su hermana con delicadeza, pero al ver que no respondía intentó con Hope. Con ella las cosas fueron más fáciles, sólo bastó con una ligera sacudida de hombros para que la tríbida despertara. Sin embargo, todavía estaba desconcertada cuando abrió los ojos. 


-¿Qué pasó? -Hope preguntó mientras trataba de sentarse. 


-Eso es lo que me gustaría que me dijeras, ¿por qué Josie no despierta? 

Hope instantáneamente dirigió su mirada a Josie. La preocupación inundó su rostro, pero rápidamente recobró la compostura. 


-Fueron las brujas del aquelarre, nos lanzaron un hechizo para atraparnos en nuestra mente o algo así. Querían encontrar a Kai y pensaron que íbamos a detenerlas. No me importa lo que pueda pasarle a Kai, pero este empeño para atraparlo no puede ser nada bueno. Tenemos que alcanzarlas. 


Lizzie todavía estaba tratando de digerir todo lo que Hope le había dicho cuando recordó que su hermana seguía inconsciente- ¿Y qué hacemos con Josie? ¿La vamos a dejar aquí tirada en lo que nosotras perseguimos a ese demente?


-Llevémosla al cuarto, se puede quedar ahí. Podemos poner un hechizo de barrera para mantenerla a salvo.


Lizzie le dirigió una mirada ofendida e incrédula a Hope -No pusiste un hechizo de barrera en el cuarto cuando yo estaba allí toda desmayada.


-Realmente no se me había ocurrido antes -Dijo Hope un tanto avergonzada.


Lizzie sólo miró a Hope con escepticismo y puso los ojos en blanco 


-Lo siento, está bien. Ahora vamos. -Hope dijo, aún ruborizada por la pena, pero ya dirigiéndose hacía Josie. 


Hope levantó a Josie con la mayor delicadeza posible y subió las escaleras. Lizzie dejó que Hope se encargara de eso mientras ella se quedó admirando sus alrededores. El entorno era siniestro como mínimo; cristales rotos por todas partes, aire frío inundando la habitación y esta vibra extraña que no se había ido desde que el ascendente se hizo trizas. Lizzie no tuvo la oportunidad de perderse en esos aciagos pensamientos por mucho tiempo, ya que Hope estaba de vuelta en un abrir y cerrar de ojos, lista para saltar a la acción como siempre, eso es algo que Lizzie admiraba de ella. 


-Entonces, ¿cuál es el plan?- Preguntó Hope


-¿No eres tú la que siempre tiene un plan? -replicó Lizzie


-Supongo que estoy perdiendo el toque. 


Lizzie sacrificó el comentario mordaz que tenía en mente para reflexionar por un momento: ¿cuál era el plan? ¿De verdad necesitaban un plan? Es decir sí, las brujas estaban tras de Kai, pero como era ese su problema, por fin estaban solas, por fin podían tener un momento de paz. 


-Ya sé -Pero claro que Hope Mikaelson tenía otra cosa en mente, sabía que algo andaba mal y no iba a dejar que los chicos malos se salieran con la suya, aunque implicara ponerlas en peligro, eso era algo que Lizzie no admiraba tanto -Hagamos un hechizo localizador para encontrar a Kai.

El Sonido de Nuestras AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora