José

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Nota del autor: El de la imagen es Rod.

Ahí estaba él de rodillas, llorando.

La escena parecía un tanto surrealista.

¿Qué es real?, ¿Qué parte de esto es un sueño?

Estár bailando con la chica que te gusta, dormir, despertar. Eso fue lo que sucedió, luego llega José y llora de rodillas frente a la puerta.

Esta situación es preocupante.

Verlo llorar de esa manera tan desconsolada no me deja reaccionar de alguna manera, simplemente es un mal momento.

Sus lágrimas se deslizaban en sus mejillas morenas y caían al suelo blanco.

No hice nada más que observar, incluso limitadamente, no quería incomodarlo.

Aquella persona tan brillante, tan irradiante simplemente se rompió frente a mis ojos, se quebró.

¿Porqué?

Sollozaba, sollozaba a gran voz.

Las enfermeras y enfermeros entraron en la habitación rápidamente ya que el sollozo de José los atrajo.

Unos de ellos se acercaron a José y lo animaban a qué se pusiera de pie. Mientras que otros llegaron conmigo.

Sus cuerpos obstruyeron mi vista a José.

Reyes: ¿Qué está pasando?

Enfermera: Me alegra que hayas despertado luego de ese golpe.

Reyes: No- debería-

Enfermera: No deberías involucrarte en esos problemas.

Reyes: No tenía alternativa.

Enfermera: Entiendo.

Me ayudó a sentarme derecho y empezó a cambiar las vendas de mi cabeza.
Cuando me dí cuenta, ya habían sacado a José de la habitación.

La enfermera me hizo una pequeña entrevista y llamó a mis padres. Ambos llegaron de inmediato y cuestionaron mis acciones. Expliqué, entendieron. Todo surgió bien.
Estuve inconsciente una semana completa a causa de que un golpe en la cabeza me causo inflamación en el cerebro, o algo así.

Volví a dormir con la duda acerca de José y sus lamentos.

–Cuando desperté de nuevo, ahí estaba. Sentado en las sillas de espera estaba él, sentado junto a mí. Con la mirada perdida en el suelo y sus ojos llorosos.
Esta vez se veía calmado. Al parecer los doctores le dieron un sermón acerca de no alarmarme o algo por el estilo, debido a la gravedad de la situación.

Me senté de nuevo para poder hablar con él.

Reyes: Ugh-

En cuanto intenté levantarme un agudo dolor traspasó mi cabeza, un dolor parecido a que te atraviesen con una varilla la cabeza.

José: Poe, no te levantes.

José con una voz más dura de lo normal se acercó a obligarme a quedarme acostado.

Espera... ¿Me llamó correctamente por mi apellido?

Es muy rara está situación...

Reyes: Egh... Es terrible.

José: ¿Tú situación?

Reyes: Si, no me puedo mover.

José: Entiendo... Es terrible no poder moverse.

Reyes: Si...

José: Eres mi mejor amigo...

¿A qué viene eso?
Se ve mal.
No en la manera que piensas, sino que se ve demacrado.

Sugar Fruit.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora