VIVIENDO UNA ILUSIÓN

68 3 0
                                    

Los primeros tres meses fueron fantásticos, los vecinos eran amables con nosotros, nos invitaban a sus casas a comer o cenar para conocernos y poder ser parte de la comunidad, pero cuando nosotros los invitábamos a nuestro hogar ellos siempre ponían alguna excusa para no ir, parecía como si le tuvieran miedo al lugar que era nuestro hogar.

Se acercaba una fecha importante para el barrio y les ofrecimos nuestra casa para realizar el evento, teníamos espacio de sobra y habitaciones también para que se quedarán a dormir en caso que estén cansados pero solo una pareja que también era relativamente nueva en el lugar, y que habían llegado apenas uno meses antes que nosotros, apoyó mi invitación, los demás dijeron que lo mejor era seguir la tradición y juntarnos afuera para que los niños no destrocen nada del lugar.

Cada residente preparó un plato como para un regimiento y lo llevó afuera para compartir entre todos, con mi novio decidimos hacer una ensalada césar y un pequeño lechón al horno que era una de mis comidas favoritas, mientras estábamos en la cocina empecé a escuchar sonidos de cadenas, sonaban lejanas por ello no le di mucha importancia quizá afuera estaban arrastrando algo o colgando algo ya que desde temprano habíamos escuchado el bullicio de la gente con los preparativos, dejamos el lechón en el fuego y fuimos a prepararnos para el primer festejo que íbamos a tener en nuestro pequeño vecindario, estábamos muy emocionados y no queríamos llegar tarde para no perder ningún detalle.

Yo entre primero a la ducha pues tardaba más en arreglarme que mi novio, cuando le tocó su turno y cerró la puerta del baño escuche nuevamente las cadenas pero estas no se escuchaban como lejanas sino como atrapadas en las paredes, no era un sonido fuerte pero si bien extraño mire a mi alrededor pero no vi nada fuera de lo normal, camine por la habitación tocando las paredes como esperando detectar el sonido que provenía de ellas con una extraña sensación en el cuerpo hasta que de pronto me vi reflejada en el espejo y quedé paralizada, vi como una sombra espesa pasaba detrás mío velozmente, me giré un poco asustada y mi novio me dijo - todavía no estás lista? - parpadeé varias veces para procesar el juego mental que me acababa de suceder ya que no lo había visto cruzar.

No se que estaba pasando por mi cabeza pero parecía que vivir en un lugar tan grande me estaba volviendo más paranoica, terminamos de alistarnos y bajamos a ver nuestro aporte para la cena, todo iba a pedir de boca.

Una vez estuvo listo el lechón salimos a compartir con toda la gente linda que vivía en los alrededores, había tanta comida que parecía que nos íbamos a quedar fuera todo un mes, la glotonería implicó que debamos bebernos unos traguito de vino para bajar la comida, pero parecía no surtir efecto, quise probar cada platillo que habían preparado y estaba sufriendo las consecuencias, los hombres empezaron a hablar de fútbol ya que se acercaba un clásico, la mayoría era hincha del mismo equipo, las teorías y tácticas que debería usar o la forma en que jugaba el equipo contrario nos dejó fuera de la conversación, algo tan típico en ellos, así que las mujeres decidimos hacernos a un lado y hablar de cosas más interesantes, entre risas y palabrería descubrí en parte porque eran tan reacia para entrar en mi nueva casa hotel, Alicia que era otra recién llegada al barrio meses antes que nosotros, había bebido más de la cuenta y se fue de lengua conmigo frente a todas las presentes.

- ¿Qué te parece tu castillo del terror? ¿Ya has visto algún fantasma? ¿Es cierto lo que dicen del lugar que hay un demonio atrapado en el?

Sus preguntas provocaron que todas las mujeres se callaran de pronto y la miraran como si quisieran asesinarla por haberme contado algo que parecía ser un secreto de estado, rápidamente cambiaron el tema como si no pasará nada.

Yo no había escuchado ningún rumor del lugar, ni tampoco me había tomado la tarea de averiguar algo ya sea en Internet o con la gente antes de comprarla, de pronto en mi mente se formó nuevamente la frase, es la casa de mis sueños, solo que esta vez la voz que habló era áspera como si arrastrara las palabras, mire a los costados pensando que tal vez alguien me las había susurrado al oído pero no vi nada extraño.

Helen una señora de unos cincuenta y tantos años que parecía ser quien llevaba la batuta en el barrio me dijo :

- No le hagas caso cariño se nota que ya está pasada de tragos creo que deberíamos llevarla a su casa para que descanse, - ella junto a otras dos personas levantaron a Alicia y la llevaron a casa, su esposo al ver como la escoltaban se acercó rápidamente a las mujeres para ayudarlas y la cargó en brazos, mi novio al ver la escena se giró hacia mí y me preguntó entre señas que pasaba, respondiendo en el mismo lenguaje le dije que estaba tomada.

La velada terminó un poco pasada la una de la madrugada, nos pusimos en campaña para poner todo en su lugar y dejar la calle transitable para el día siguiente, los hombres guardaban mesas y sillas mientras las mujeres repartimos la comida para todos, separándolas en tuppers, todos se despidieron amablemente deseándose buenas noches.

Volvimos a casa entre risas y besos con mi novio, hablando sobre lo mucho que nos habíamos divertido, estaba tan llena que de seguro me costaría dormir y así fue estuve a revuelco por toda la cama mientras mi novio dormía plácidamente, como envidiaba su sueño pesado podría caer una bomba a su lado y ni se enteraría, de pronto empecé a escuchar como un arrullo que me hizo conciliar el sueño y poco a poco mi mente se fue apagando mientras caía en los brazos de Morfeo.

Desperté sobresaltada al sentir un tacto frío en mi piel, estaba como desorientada, la respiración agitada, sudaba frío y temblaba a pesar de que estábamos en pleno verano y el cuarto estaba cálido, comencé a enfocar la vistas hasta que mis ojos poco a poco se acostumbraban a la oscuridad, estaba de pie frente al espejo del cuarto, vi mi reflejo en el, me mostraba todavía dormida, tenía los ojos cerrados como si estuviera sumida en un sueño profundo, durmiendo con una paz increíble no mostraba ni un ápice de alteración, que no era para nada como me sentía en ese momento, asustada y vulnerable, mi respiración se aceleró, comencé a dudar si esto estaba dentro de mi cabeza y yo realmente estaba dormida, quizá mi mente había comenzado a trabajar de nuevo y me jugaba un mala pasada haciendo que tenga una pesadilla tipo Freddy Kruger, de pronto las preguntas de Alicia vinieron a mi mente, este lugar estaba embrujado? ¿Había alguna ánima vagando por aquí? ¿Era buena o era mala? - Mala - respondió mi mente y me sobresalte al escuchar esa voz de nuevo en mi interior, haciendo que todos mis vellos se erizaran - Quién eres pregunté agitadamente? Y entonces sentí nuevamente ese tacto frío en mi piel, un grito desgarrador salió de mi garganta.

Detrás del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora