Hey Dude! [SANHWA/SEONGSAN]

My Lo.🍒

⚠️Fake incesto, Lolita vibes.
Seonghwa-36. Cabello negro corto.
San-16. Rubio, cabello casi en mullet.

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No sé supone que un hombre como él lo haría sentir nervioso, quizá incómodo de saber que un desconocido de un día a otro se paseaba por su casa en pijama con algunos botones de la camisa abierta, no se supone que debería quedarse embobado viendo las manos gruesas del hombre apretar la cintura de su madre.

No sé suponía que el apretara las piernas cuando alcanzara a ver la lengua del hombre acariciar la de su madre en algún beso rápido cuando salía directo al auto para irse al trabajo, no se suponía eso, pero ahí estaba, sentado en la silla con las piernas dobladas en mariposa con la falda acunándose en su regazo, era muy corta de un color beige con pequeños cuadros en líneas cafés, una camisa de botones fajada y las mangas de la camisa dobladas hasta el antebrazo, estaba mordiendo el borrador del lápiz mientras leía lo que fuera su tarea, pero estaba más distraído de ver de reojo al hombre mayor sentado en la sala con los tobillos subidos en el banquillo a juego del sofá.

El estaba tomando una cerveza y comiendo palomitas mirando algún programa de biólogos que para San era totalmente aburrido, pero para el mayor era el mejor programa del mundo, su mujer había salido por primera vez de noche de amigas desde que se habían casado hacía dos semanas precipitadamente, ella pensaba jamás volver a conocer el amor, pero cuando vio a Seonghwa mudarse a su calle y se lo topo en el supermercado supo que lo quería en su vida, en su pequeña familia de madre soltera.

San se sentía extraño con el hombre ahí, jamás lo había visto a pesar de que su madre anduvo revoloteando por la cocina hablándole de que había visto al vecino y poco después, muy poco, que sí, que el besaba delicioso y que era todo un caballero súper inteligente que trabajaba dando clases en la facultad y también era guía en un museo.

Encantador.

Cuando San lo vio no pudo negar lo que su madre decía, era una delicia, un pecado, casi podía sentir el calor del infierno quemándole el cuerpo cuando lo vio levantarse y acercase a él, su camisa estaba abierta completamente dejando su pecho y su abdomen sorprendentemente marcado para un biólogo como el, un nerdo que podría decir toda clase de cosas aburridas, pero su cuerpo, dios, a San lo hacía creyente siendo el ateo.

  —¿Terminaste tu tarea? Tu madre dijo que te diera de cenar a las nueve.

  —No soy un niño, puedo hacerlo yo — el pelinegro se burlo haciendo una mueca arrugando su nariz viéndolo con ternura terminando su cerveza y dejando el cuenco de palomitas vacío en el fregador.

  —Por supuesto, había olvidado que eres un hombre, lo siento, en ese caso tengo hambre, sírveme —y el tono en que lo dijo probablemente habría irritado a San, ¿Quién se atrevía a mandarlo así a hacerle la cena? Pero su enojo nunca llego, la saliva en su boca pasando con rudeza y lentamente se levanto siendo observado por el otro, como una pequeña gacela esperando ser atacada por el León, poco más y estiraba el cuello convirtiéndose en suicida.

  —¿Te gusta la pasta? —lo conocía muy poco, apenas y lograban cruzar palabras, el mayor por estar en su trabajo y con su madre, y el menor solo se encerraba en su habitación como lo hacía con regularidad, debería alegrarse de que un hombre le hiciera compañía a su madre.

Seonghwa sonrió observando a San caminar sigiloso a donde el estaba, la manera en que la pequeña falda se mecía en las piernas del menor lo distrajo y lo sonrojo cuando se dio cuenta que lo descubrió mirándolo, el rubio sonrió, era tan tierno pensó.

  —Lo que tu decidas esta bien —se sintió complacido con el titubeo y luego lo vio alejarse rozando su hombro para volver a su sofá.

El menor preparó una pasta en crema blanca que llevaba muchas especias y ajo, deliciosa a decir verdad, tomo un pequeño plato para llevar la cuchara sin escurrir hasta el mayor para hacerlo probar la salsa, Seonghwa se sorprendió tanto cuando el menor se sentó a horcajadas en su regazo que se enderezó un poco provocando más roce del necesario, el menor lo miro divertido cuando el hombre mayor observó la corta falda apenas tapando lo necesario mientras estaba montado en él.

  —Abre la boca Hwa —el mayor apretó el entrecejo abriendo la boca por la manera en la que le hablo pero la cuchara de San ataco su paladar deleitándolo haciendo que su mueca cambiara a una de gusto, mirando por fin la cuchara que acababa de estar en su boca y justo en ese momento cortando espacio entrando en la boquita del muchacho para lamer lo que había quedado en la cuchara.

  —¿Esta rico verdad? ¿te gustó? —la cabeza burlona girando un poco dejando caer su flequillo sobre sus ojitos y la mano del mayor acomodando sus cabellos sin previo aviso por puro instinto.

  —Sí, muy rico.

  —Tome clases en ese colegio donde me enseñaron a comportarme —le sonrió y se jalo la falda siendo observado por el que ahora era su padrastro.

  —No creo que te hayan enseñado a comportarte lo suficiente San —le sacó la lengua y cuando el mayor lo agarró de la cintura para hacer cosquillas la chapa de la puerta escuchándose. Su madre había llegado, el chiquillo levantándose para correr a la cocina y hacer como si nada.

La mente de Seonghwa confundida y el manojo de nervios subiéndole por la boca, ¿en serio lo iba a nalguear por sacarle la lengua?

  —Hola amor, llegue temprano.

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Ciertamente quería hacer un fic completo de esta temática, ¿debería?

Ando actualizando mucho en todo lado, valorenme.