Mi peor error

1. La luna nuestro único testigo

Espero les guste...tengan fe.

Si este cap tiene algún tipo de éxito continuaré supongo. Tb estará en ao3, quizás mas completo y un poco diferente jajajaja

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Korra despertó primero, abrazada a la cintura de la mujer más hermosa que había visto, el recuerdo de la noche aún vibraba en su cuerpo y la fragancia de su piel jugaba suavemente en la punta de su nariz.

El amanecer Se acercaba rápido, pero la oscuridad aún decorada la habitación con sombras y la luz de las estrellas apenas iluminaba el lugar, aun así, admiró el cuerpo de Asami relajado sobre la cama, brazos sobre la cabeza, su piel blanca adornada con pechos redondo y abultados, su piel se tornaba de un suave color azul, intento memorizar cada detalle, cada curva, cada peca y cicatriz, pero especialmente la tranquilidad en si rostro, una vista que pocas veces tenia el placer de atestiguar.

Sabía que tenía sentimientos por Asami desde el día en que la conoció, aun cuando en el momento era mas envidia y celos que cualquier otra cosa.

Esta noche se había entregado meramente por algo físico, o al menos eso se decía, entendiendo al momento en que sus labios se tocaron que su destino era incierto. Demasiada energia, demasiada lineas cruzadas. Fue el despertar ante tan maravillosa postal, a esa hora en la madrugada lo que la enamoró, mas bien lo que la hizo ver que lo que había pasado era mucho mas que solo sexo.

Y su juventud e inocencia no le permitían ver la complejidad de las relaciones humanas o la intensidad que sentía cualquier emoción, ser el avatar ciertamente tenia sus desventajas desconocidas.

Ella misma yacía desnuda sobre la piel de porcelana de la diosa que era Asami Sato y recorría el mapa de los lunares que adornaban su cuerpo con el dedo índice hasta el valle entre sus piernas y de vuelta, dibujando patrones invisibles, grabando en sus manos la sensación de tenerla en su cama.

No quería sentir lo que llenaba su pecho y al mismo tiempo estaba emocionada por sentirlo, esto era lo que veía en sus padres, esa admiracion profunda, esa encanto instantaneo. Olvido tener cuidado, olvido tener miedo.

El sol comenzó a asomar gentilmente por la ventanilla de la nave, parecía ser un viaje lento, pero por sobre las nubes su velocidad era bastante y su brillo no llegó de sorpresa, sino como un bálsamo que abrigaba y ahuyentaba el frío de la noche que aún se sentía en algunos rincones de la habitación.

Sus dedos jugaban con un patrón en las costillas de empresaria, haciéndole cosquillas que comenzaron a despertarla, sintió el cambio en su respiración y cómo el cuerpo de Asami salía del sueño profundo en el que se encontraba, recorriendo el camino a la conciencia, su respiración se hizo menos profunda.

"buenos días" susurró Korra en el espacio entre el cuello y la clavícula de Asami, sabiendo que había logrado su objetivo. Los ojos esmeralda que la miraban, soportados por una suave sonrisa, despertaban lento y recorrían su cuerpo, esa pura mirada la hizo sentir nuevamente el calor que las había llevado a esa posición.

"Buenos días " respondió con voz era rasposa y un poco cansada, siempre amable y sensual.

"Buenos días" repitio con una recita escapando de su bocai. "¿Cómo te sientes?" preguntó Korra, nerviosa por la respuesta.

Asami cerró los ojos y recordó los eventos de la noche, haciendo una pausa un poco más larga de lo que pretendía, poniendo más nerviosa a Korra de lo que ya estaba, antes de que esta pudiera balbucear en pánico abrió los ojos, la cara se le iluminó "completamente feliz " su respuesta era sincera, de verdad se sentía dichosa, cada decisión que había tomado que la llevó a estar en esa cama la hacían feliz, habían sido correctas, pero detrás de sus ojos escondían un temor. Podía sentir como un debilitante terror comenzaba a manchar lo que había demorado tanto en tener, volvía a tener la necesidad de huir, tal como lo hacía de cada persona que la hacia sentir segura y amada, el temor de ser abandonada le estaba arrebatando ese momento.