Falling for U #1: Días de Enero [NanaGo] [Jujutsu Kaisen]

DIECISIETE

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A pesar de que Satoru insistió con que Nanami estaba de acuerdo en su ingreso, las chicas del club de cocina lo enviaron en busca de su presidente para que "se los informara cómo era debido". El muchacho resopló, con la sensación de que sus compañeras sólo estaban haciéndole la vida imposible, o bien, iban a gastarle una broma de iniciación.

Cuando les preguntó si tenían alguna idea de dónde podía estar su presidente, ya que a él no se le ocurría en que lugar en la enorme escuela se pudo haber metido Nanami, Ijichi, el único otro chico en la cocina, mencionó que quizá lo encontraría en el club audiovisual con Haibara, en uno de los salones del segundo piso.

Desganado, Satoru arrastró sus pies por media escuela sólo para que Yu le dijera que no había visto a Nanami, pero que si todavía no estaba en el club, lo más probable era que estuviera con Choso en el de teatro, que se reunía en el último salón del primer piso, o cerca de ahí.

Satoru creyó que era una acotación extraña, pero no dijo nada, agradeció a Yu y salió rumbo al primer piso, acordándose de revisar los salones cercanos en caso de que Choso y Nanami estuvieran por ahí.

Los encontró en un aula, cuya puerta entreabierta no les daba nada de privacidad. Satoru pensó en entrar, sin embargo, algo le dijo que se quedara afuera y husmeara un poco. Dentro del salón, Nanami se encontraba medio sentado en una de las mesas, no parecía contento, mientras que a su lado, Choso tenía la cabeza escondida entre sus brazos. Al principio, supuso que dormía, pero cuando sus hombros se sacudieron, se dio cuenta de que estaba llorando.

Nanami pasó una de sus manos por el cabello de Choso y le pidió que se calmara. El aludido levantó la cabeza, apenas un poco y murmuró algo que Satoru no alcanzó a oír, luego se puso de pie, el ex-rubio lo abrazó.

Fue entonces cuando Satoru entendió por qué Yu eligió esas palabras, era una advertencia, pero él había sido muy lento para entenderlas.

—Tengo que irme —dijo Nanami aun frotando la espalda de Choso.

—Eres tan malo conmigo, Kento —se quejó Choso apenas separándose.

Nanami puso los ojos en blanco y se acercó a la puerta, Satoru se echó para atrás, listo para fingir que sólo iba pasando por ahí, sin embargo, nadie salió del salón. Se dijo a sí mismo que esa era su señal para retirarse sin ser descubierto, pero no pudo resistirse a mirar una última vez dentro del aula para comprobar lo que ya sabía: ellos se estaban besando.

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