Después de comprar mi almuerzo me fui a comer al patio del Instituto, bueno al que está cerca de los salones. Escuché la campana sonar y me levante de donde estaba para ir a mi siguiente clase, ya sólo me faltaba 1 año para terminar la carrera y no podía darme el lujo de faltar a ninguna clase. Llegue a mi casillero y me fui directo al salón. Ahí como siempre estaba Elizabeth al fondo, pero esta vez había algo diferente, estaba con uno de los chicos que me faltaba por encontrar, suspiré resignado, había hecho bien en no acompañar a Niall a comer con sus amigos. Me senté en la parte frontal izquierda del salón, y estaba pensando en todo lo sucedido hoy y en mis "encuentros" con los chicos del café, en cómo sería mi vida si aún siguiera en Inglaterra, tal vez el imbécil de Robbie me seguiría molestando pero al menos estaría con Colton para apoyarme, al igual que con la Dra. Eme, una mano en mi hombro hizo que girará mi cabeza.
Y ahí estaba el chico de cabello azabache, ojos miel y piel ligeramente bronceada, vestía una chamarra de cuero, se veía tan sexy.... Digo rudo si eso se veía tan rudo.
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-mi nombre es Zayn—su cara de inexpresión me incomodaba un poco, no sabía si quería golpearme o estaba feliz, tal vez enojado pero el punto era que no podía descifrar su rostro, de igual forma aunque fuera intimidante no me dejaría de nadie, no salí de un infierno para entrar a otro
-me llamo ________ y de una vez te advierto que si vienes a burlarte de mí estas muy equivocado, no soy de los que se dejan—él sonrió
-para nada lindo sólo te iba a decir que estas en mi lugar—un sonrisa ladina apareció en su rostro
-yo lo siento—comencé a tomar mis cosas
-no te preocupes te puedes quedar ahí—se sentó a lado mío y la maestra entró
La clase pasó normal, Zayn no dejó de observarme en toda la clase, me sentía muy extraño pero debo admitir que ese chico es muy apuesto, cuando escuche el timbre sonar Zayn me tomo del brazo.
-_________, quisieras ir a comer conmigo saliendo de la escuela—aun sin soltar su agarre
Debo admitir que estuve a punto de decir que si pero algo en mi interior me decía que no debía ir a comer con él, que si lo hacía solo traería más problemas a mi vida y eso era lo que menos deseaba en estos momentos.
-lo siento Zayn pero no puedo—sin más salí del lugar corriendo por los pasillos.
Debo admitir que Zayn era muy apuesto, y con esa vestimenta que llevaba parecía todo un chico rudo, un chico malo a decir verdad, pero la realidad fue que era muy amable y al parecer nada problemático, aunque en realidad uno nunca sabe, caras vemos pero intenciones y corazones no sabemos.
