Hope Mikaelson es una heroína por naturaleza que a pesar de descender del linaje de magia oscura más poderoso del mundo siempre busca ayudar a los demás y nunca se queda callada ante una injusticia situación que la lleva a ser parte del bando de Ste...
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ii. If someone tells me one more time "Enjoy your youth", I'm gonna cry
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Hope se mantuvo en un sepulcral silencio el resto de la cena que era irrumpido exclusivamente para dedicarle palabras de agradecimiento a los camareros, a diferencia de unos parlanchines Peter y Gael quienes congeniaron muy bien, en más de una ocasión intentaron fallidamente incluirla en la conversación porque bastaba con una mordaz hojeada de la tríbrida para que desistieran, Rebekah y Tony no pudieron evitar atisbar una sombra de Klaus en su sobrina, eran por naturaleza igual de intimidantes. Al retornar a su hogar, la adolescente se encerró en su habitación y marcó en su dispositivo telefónico el número de Natasha quien nuevamente, no dio respuesta.
Un profundo suspiro se le escapa nuevamente al ser arrollada por el mismo oleaje de preocupaciones ¿Y si fueron capturados? No, su tía Krista les habría llamado.
¿Y si la situación se salió de control y su tía no puede hacer nada para ayudar? No, a Krista nada se le escapaba de las manos.
A cada suposición, la lógica le otorgaba una afable respuesta para acallar sus pensamientos negativos de una buena vez.
Intercambia un par de mensajes con su tía quien le reitera nuevamente que todo está en orden y finalmente se da la vuelta para acomodarse en su amplia y cómoda cama, sus párpados se cierran casi al instante, pero imágenes de Alemania se toman su mente dispuestas a atormentarla, Hope aprieta la mandíbula al toparse nuevamente con el enmascarado cuyo rostro ahora conocía detalladamente y lo maldecía por no ser nada desagradable como quisiera para no tener lástima en destrozarlo.
¿Su tutor escolar? No necesitaba un guía, podía lidiar ella sola con la jungla que representaba la escuela, es Hope Mikaelson.
La tríbrida no se queda con las ganas de desquitar su rabia y se yergue para agarrar a golpes su almohada pretendiendo que es el saco de boxeo que ocupaba cuando su tío Steve la entrenaba. Su yo de hace meses no creyó que acabaría extrañando aquellos extenuantes entrenamientos matutinos que le agotaban hasta hacerla dormir como una bebé una vez concluían, no era para menos, su tío era encargado de adiestrarla en técnicas de combate militar.
