La Guerra Del Corazón- BrightWin (Historia 2)

Capitulo 9 - Bright

Win abrió la boca para hablar, sólo para ser interrumpido por el camarero, quería patearlo, al camarero, no a Win. Pedimos nuestras órdenes y vi a Win inquietarse con sus cubiertos.

—¿Te pongo nervioso? —pregunté.

Los ojos miel de Win se encontraron con los míos y juro que mi respiración se detuvo el dolor estaba grabado en sus hermosos rasgos. Quería abrazarlo, calmarlo y matar a quien lo había herido, porque eso era lo único que podía hacer a un hombre como Win lucir de esta manera.

—No nervioso. No sé lo que es esto —admitió Win.

—Es sólo la cena, Win. Nada más.

Win me sonrió y mis entrañas se derritieron. Dios, me había convertido en una adolescente. Le pregunté a Win sobre su familia y su infancia. Resultó que cuando había salido del armario con sus padres, no lo habían tomado bien. Tan pronto como pudo, Win se había mudado a Bangkok. Pensé en mis propios padres en comparación. Sí, podían ser un dolor, pero nos amaban a Off y a mí. Nunca tuve que preocuparme de si mi madre aún me amaría cuando le dije que era bisexual. Sólo me sonrió y dijo, "lo sé".

—¿Bright? —Volví a la conversación y sonreí.

—¿Si?

—Pregunté sobre ti.

—Si no te importa, preferiría oír todo sobre ti. Creo que hablamos demasiado de mí. —Win soltó un bufido entrecerré mis ojos hacia él. —¿Algo que añadir?

—No. —Win sacudió la cabeza con una sonrisa.
El camarero regresó con nuestra comida.

Estudié a Win mientras se retorcía en la silla no creía que fuera virgen, o al menos esperaba que no lo fuera había tenido mi parte justa y no era algo que buscaba. Jamás fui capaz de esconder lo que estaba pensando o cuales eran mis motivos.

Cualquiera que hubiera estado conmigo sabía desde el principio que no era del tipo de larga duración. Era la pequeña aventura. Sabía cómo se sentía el que jugaran contigo, y esa era la regla que establecía en mis encuentros. Siempre decía la verdad. Win pareció notar que lo miraba fijamente porque en el siguiente instante, me regresaba la mirada.

—¿Qué? —preguntó.

—Nada. Tal vez sólo me gusta mirarte. — Odio repetirlo...

—¿Pero vas a hacerlo?

—Mira, lo del stripper fue lindo, pero debes saber que podría haber sido despedido por eso.

Sacudí mi cabeza.

—¿Qué? —preguntó Win.

—Está bien, no te enojes...

—Eso significa que voy a enfadarme. —Win suspiró irritado.

—Primero. —Levanté un dedo— Nunca haría nada que pudiera amenazar tu trabajo me dijeron que estabas libre el día en que me presenté en tu trabajo no tenía ni idea de que estabas en una reunión. Segundo. —Levanté un segundo dedo
—Tenía permiso para lo del stripper.

—¿Tú qué?

—Le pregunté a tu jefe.

—¿Gun?

—No, Singto.

La boca de Win se abrió de sorpresa y le guiñé un ojo.

—¿Tu...tú le preguntaste al Sr. Prachaya si podías enviarme un stripper? —Asentí.

—Sí. Dijo que quería un video de eso también, fue el que dijo que estabas libre el día que entré en la sala de juntas.

El rostro de Win enrojeció y sonreí. Dejó su tenedor y me miró.

—Singto Prachaya te envió a la sala de conferencias.

—Sí —asentí— Puedes preguntarle.

—No te pareces a nadie que haya conocido, Bright Vachirawit.

—¿Si? ¿Cómo qué? ¿Mi encanto? ¿Mi carisma? ¿Mi rostro completamente afeitado? ¿Es algo bueno?—Win se rio.

—El jurado todavía lo está considerando.

Terminamos la cena, todavía hablando de mis escapadas. Sabía que, si insistía con Win, eventualmente iba a caer. Tal vez esa era porqué los cuatro "no" nos habían traído aquí, para cenar.

Podría decir que Win me encontraba atractivo y esa era la mitad de la batalla conquistada.

Definitivamente era un tipo de chico con el cual no había salido antes. Tranquilo, casi tímido, pero hermoso de una manera varonil su cabello negro complementaba su tez lisa y sus ojos me encontré mirándolos en más de una ocasión. Nunca había visto ojos si realmente era hermoso.

—¿Bright?

Regresé por el sonido de la voz de Win.

—¿Si?

—¿Quieres postre?

Oh, como quería soltarle alguna insinuación sexual, pero me mordí la lengua y asentí en su lugar.

—¿Qué tal el tiramisú con dos vasos de Amaretto Disaronno? —sugerí.

Win se lamió los labios y gemí.

—Eso realmente suena bien — dijo.

Sonreí al camarero que no había notado y le di nuestra orden de postre. Realmente necesitaba prestar más atención.

—¿Te estoy aburriendo? — preguntó.

Y esa era la razón. Había estado tan envuelto en pensar en los ojos de Win y, bueno, en todo lo demás, que probablemente me había perdido la mitad de lo que había dicho.

—En realidad, no, mi problema es que no puedo dejar de mirarte y mi mente tiende a divagar. — Win agachó la cabeza y le cogí la mano. —Nunca me aburrirías, Win.

—Puedo decir lo mismo de ti —se rio Win.

—Bien.

Hablamos durante el postre, nada profundo, pero tenía la sensación de que Win me ocultaba algo podía esperar, sin embargo. Tenía poco menos de treinta días para hacer que Win Metawin fuera mío. Una vez que terminamos y estábamos en el coche, me aseguré de poner la radio, para la diversión de Win.

Acompañé a Win hasta su puerta y esperé a que la abriera. Noté el pequeño temblor en su mano mientras metía la llave en la cerradura estaba nervioso como yo. Win se giró hacia mí y busqué sus ojos.

—Bueno, gracias por la cena, Bright.

Di un paso adelante y Win retrocedió un poco. Le acaricié la cara con ligereza y me incliné un ligero resuello alcanzó mis oídos mientras besaba la mejilla de Win suavemente.

—Buenas noches, Win —le susurre al oído mientras me alejaba.

—Buenas noches.

Win entró al apartamento y cerró la puerta. Me quedé allí sonriendo como un idiota. Había querido besarlo, pero sabía que era demasiado pronto. Cualquiera que sea la batalla que Win tuviera consigo mismo, todavía no la había ganado y quería demostrarle que podía respetar al menos algunos de sus límites.

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Notas:
El rico postre se tenia que mostrar

Hola... Bueno es todo por este dia, mañana les traigo mas, espero lo disfruten y le den amor