Capitulo 23 - Win

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Salí de la habitación y me quedé junto a la estación de enfermeras la que por lo general se encargaba de Bright me dio una pequeña sonrisa era raro estar parado en el hospital con personas de buen humor.

Cuando Nani murió, no me permitieron acercarme a él. Suspiré y me incliné contra el mostrador. Estaba tan malditamente feliz de que Bright estuviera vivo. Podía oír gritos y gruñidos y miré a la puerta de Bright no sabía cuánto tiempo estaría allí el oficial. Golpeé el escritorio y la enfermera me miró.

—Voy a dar un paseo por el pasillo. Podrías llamarme cuando...

—Seguro, no hay problema, Win —me sonrió.

Le sonríe de vuelta y caminé por el pasillo las habitaciones estaban alineadas a cada lado y sabía que la mayoría de estas tenían un soldado lesionado suspiré al llegar al final del pasillo la sala de terapia física estaba llena esta mañana.
Los soldados en pantalones cortos negros estaban trabajando, algunos de ellos corriendo en una caminadora.

Mis ojos se abrieron cuando noté que uno tenía dos piernas protésicas otro fuerte grito llegó y me acerqué más a la ventana. Vi a Pawat junto a la pared trasera estaba tratando de caminar mientras se aferraba a las barras paralelas el sudor goteaba por su frente y pecho mientras sus brazos temblaban por el esfuerzo de mantener el peso en su pierna.

Uno de los fisioterapeutas le dijo algo y asintió, aflojando un poco su agarre me encogí cuando otro grito de dolor abandonó sus labios y cayó. El fisioterapeuta extendió la mano y Pawat le apartó, levantándose solo. Sonreí. Pawat me atrapó en su visión y me dio un pulgar arriba le devolví dos el chico era un luchador.

Me giré, volví a la estación de las enfermeras y me di cuenta de que Dararata y Sompob estaban de vuelta. Ella sonrió y me tendió la mano.

—¿Conseguiste algo de comida, Win? —preguntó.

—Me las arreglé para comer más temprano. ¿Qué pasa?

La sonrisa de Dararata se desvaneció.

—Están hablando con Bright y diciéndole lo que pasó.

—Oh —tragué con dificultad.

Tomé asiento y me recliné en la silla Pawat me había contado un poco de lo que había oído en su propio interrogatorio no sobre su misión, sino sobre los hombres que habían perdido. Tenía suerte de estar vivo y le daba a Bright un montón de crédito por eso, Bright había arrojado su cuerpo sobre él cuándo se produjo una explosión los hombres con los que Bright había trabajado, comido, bromeado, estaban muertos. Eso lo lastimaría.

Cerré mis ojos mi cuerpo estaba cansado y dolorido por la cantidad de tiempo que había estado en la silla esperando a que Bright se despertara. Mientras estaba en Alemania, antes de que pudieran trasladarlo con seguridad a Tailandia, Dararata me había llamado fielmente una vez al día con informes. Fue tan diferente de mi experiencia con Nani, y me di cuenta de lo afortunado que era de tener a los padres de Bright a mi lado, los cuales me pidieron que los llamara asi de ahora en adelante.

Algo se rompió en la habitación de Bright y entonces todo el infierno se desató las alarmas médicas se encendieron y el personal de enfermería entró corriendo a su habitación Dararata y yo nos levantamos al mismo tiempo Bright gritaba y arrancaba los cables a todos sus monitores. El oficial salió y nos miró.

—¿Qué diablos le dijo? —soltó Dararata.

—Lo que necesitaba saber —dijo y se alejó.

—¡Hijo de puta! —Sompob entró en la habitación justo cuando una enfermera inyectaba a un tranquilizante.

La Guerra Del Corazón- BrightWin (Historia 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora