Capitulo 20 - Bright

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Entré en el vehículo y esperé a que el resto del equipo se amontonara dentro Ohm me dirigió una diabólica sonrisa mientras se deslizaba, empujándome hasta la orilla me empujé hacia atrás hasta que estuve en el otro extremo me palmeó el brazo y le di un codazo obtuvimos una corta tos de parte de nuestro capitán y miré a Ohm de reojo me guiñó un ojo mientras las puertas del vehículo se cerraban.

Comenzamos a conducir a través de uno de los caminos de tierra hacia un pequeño pueblo.

—Vachirawit. Tengo algo para ti —canturreó Ohm.

—¿Lo tienes?

—Sí.

Ohm se inclinó hacia su izquierda y su mano se dirigió hacia su bolsillo. La siguiente cosa que oí fue el banco bajo mi culo retumbando, y el inconfundible hedor de la comida India que había tomado Ohm. En cuestión de segundos, los otros hombres en el vehículo se inclinaban gimiendo. Nuestro capitán tenía su nariz apretada.

—¡Maldita sea, Pawat! —le rugió.

Tosí y mis ojos comenzaron a aguarse mientras el hedor invadía el pequeño espacio. No era la primera vez, ni sería la última, que alguien se tiraba un pedo en uno de los vehículos. Las MRE y la comida del comedor eran atroces.

—Oh Dios —tosí.

—Te debía una, Vachirawit. Fui a casa de permiso y...

Una explosión sacudió nuestro vehículo y me agarré de la barra sobre mi cabeza otra nos golpeó justo por encima uno de los chicos abrió la puerta y salimos corriendo, cubriéndonos detrás del vehículo podía oír al capitán en la radio pidiendo refuerzos y entonces nos golpeó otra ronda. Volé hacia atrás golpeando el suelo alguien aterrizó justo a mi lado.

Mis oídos zumbaban y me limpié la frente mi mano estaba cubierta de sangre y mi brazo derecho no funcionaba alguien estaba gritando en algún lugar, pero sonaba muy lejos me giré para ver a Ohm de espaldas mirando el cielo nocturno me acerqué a él y traté de ver donde estaba herido. Alguien palmeó mi espalda así que giré viendo a nuestro médico. Me estaba gritando, pero no podía oírlo. Señaló la pierna de Ohm y luego mi cinturón.

—¡Torniquete! —gritó.

Asentí y me incliné sobre Ohm su pierna estaba goteando sangre como un géiser traté de poner el torniquete, pero no podía hacer que mi brazo derecho funcionara. Nuestro médico estaba de vuelta a mi lado, levantando la pierna de Ohm.

—¡Átala bien, Vachirawit!

—Brazo —traté de articular.

—Ay mierda, ¡quédate aquí!

Asentí y tiré del torniquete con la mano izquierda y los dientes, Ohm gritó en agonía y me incliné hacia él.

—Amigo, tengo que hacerlo.

—Háblame, por favor —jadeó.

—Amigo, deberías haber visto al hombre con quien estuve cuando me fui de permiso. Hermoso, sexy y realmente me gusta —sonreí.

—Eres un idiota —balbuceó Ohm.

—Lo sé, pero dime porque.

—Fui a casa, la chica se había ido. Pienso que es porque tengo las pelotas suaves.

—Oh, maldición —suspiré— Lo siento hombre. ¿Te dejó?

—¿Quién se preocupa por ella? ¡Casi se me derriten las bolas! Estaba llorando en el piso de la cocina de mi madre con una bolsa de brócoli congelado en mis testículos. Mi mamá sostuvo su rosario sobre mí.

—Oh, tuve guisantes.

—¿Qué?

—Guisantes congelados.

—Carajo.

—Sí.

—Vachirawit, no quiero perder la pierna.

Ohm estaba rodando de un lado al otro con agonía mientras trataba de mantenerlo inmóvil con un brazo y hablarle para distraerlo.

—Lo sé la ayuda está en camino, así que sólo aguanta, ¿de acuerdo? No tienes permiso para morir sobre mí.

—No puedo, tengo que cuidar tu espalda.

—Eso no fue lo que hiciste en el Humvee podrías habernos matado a todos. —Incliné la cabeza —¿Enchiladas?

—Y burritos de frijol rojo.

—Te odio.

—Amigo, hombre, tu brazo. —Ohm levantó un dedo para señalarlo.

—Viviré y tú también ahora céntrate en mi cara—Me incliné, aspirando mi aliento mientras mi visión iba y venía. —¿Qué marca de removedor de vello usaste?

—Esa botellita rosa.

Me estremecí.

—Sí, la misma que yo. ¿Te quemaste el culo?

—No pude cagar durante cuatro días.

—No me extraña que haya olido así. ¿Lo estuviste guardando?

—¿Cuál es su nombre? —preguntó Ohm suavemente.

—Win Metawin.

Sonrió débilmente.

—Ah, Hasta el nombre bonito tiene.

Me las arreglé para sacar la foto de Win del bolsillo del uniforme con mi mano buena. Se la mostré a Ohm

—¿No es hermoso? — cerró sus ojos y asintió. —¡Oye! ¡Mantén tus ojos abiertos y céntrate en mí!

—Siempre tan presumido... —Se las arregló para decir. —Qué hombre tan rudo...

Entrecerré los ojos.

—Esa es buena.

Ohm trató de reírse y luego siseó, tomando una respiración profunda.

El sonido de un helicóptero sobre mí me hizo girarme hacia el ruido la arena sopló en mi cara y traté de cubrir a Ohm con mi cuerpo. Llegaron disparos desde todas las direcciones y luego el helicóptero se perdió cerré los ojos mientras los sonidos de gritos y disparos parecían estar en todas partes. Otra explosión vino de alguna parte, y mi cabeza se inclinó por la fuerza de ella. Caí sobre Ohm alguien me movió y automáticamente agarré mi arma el médico me tomó por los hombros y me sacudió.

—¡Vachirawit! ¡Soy yo! ¡Levántate!

Tomé la mano del médico y traté de levantarme. El mundo se inclinó hacia los lados y caí la gente estaba agarrándome, mis ojos estaban borrosos y los nombres y caras pasaban ante mis ojos.

—¡Joder, está perdiendo demasiada sangre! —gritó alguien. Abrí mis ojos para encontrar a Ohm mirándome. —No te mueras —articuló Ohm.

Sacudí mi cabeza y solo articule Win...

Entonces todo se volvió oscuro.

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Nota:
MRE: (meal ready to eat) Comida lista para comer: comida precocida y preempaquetada utilizada por el personal militar.

Holaaa...
Viene capítulos fuertes, solo les dire, arrímense sus pañuelos pero sabes que todo lo hago por amor a usted...

Gracias a todos los que leen mis historias, votan y comentan en ellas...

La Guerra Del Corazón- BrightWin (Historia 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora