Capítulo 30

151 7 0
                                    

En tanto estamos así en aquel sofá, recostados, nuestras piernas enredadas, nuestras manos entrelazadas, hablamos sobre nuestro futuro juntos. Ambos coincidimos en que queremos una boda sencilla, sólo con nuestras familias y amigos más cercanos. Queremos que sea pronto, muy pronto. No he podido dejar de imaginar lo hermoso que lucirá Gerard ese día, tal vez vistiendo un traje negro y luciendo una bonita corona de flores en su colorido cabello.

Hablamos también de las mascotas que queremos, yo quiero un perro, tal vez dos o tres, Gerard quiere un gato, le gustan mucho, aunque es alérgico a ellos. Dice que le ha gustado mucho el departamento, quiere que una de las dos habitaciones sea mi estudio para que ahí componga y haga música, yo quiero que sea para él, para que ahí pinte, él dice que está bien con la sala, que ahí puede hacerlo sin problema, que sólo me necesita a mí para inspirarse, un lienzo y un pincel. Lo amo tanto.

Nos quedamos en silencio, disfrutando el uno del otro, hasta que las traviesas manos de Gerard comienzan a colarse por debajo de mi playera y Dios, hace que se me erice la piel. Entonces de un momento a otro se incorpora y me mira con sus bonitos ojos verdes.

- ¿Qué pasa Gee? - Cuestiono

- Quiero estar contigo, Frankie – Me quedo mirándolo con cara de incertidumbre, creo saber a lo que se refiere, pero no quiero cagarla otra vez

- Quiero que me hagas el amor, Frankie – Y entonces sí que logra ruborizarme por completo

- ¿Estás seguro Gee? No quiero que te sientas presionado

- Estoy seguro Frankie – Agrega él- Quiero que mi futuro esposo me haga el amor- Y entonces sí que no puedo resistirme, por lo que al igual que él me incorporo para besar sus cálidos y suaves labios, atrayéndolo hacia mí y sentándolo en mi regazo.

Me aventuro a tomarlo de la cintura, para posteriormente ir bajando mis manos hasta sus caderas, pasando por su glorioso trasero y luego sus muslos, llegando hasta el final de sus shorts y tocando sus hermosas piernas que me traen loco. Me mira con sus bonitos ojos verdes llenos de deseo, le cuestiono si quiere que vayamos a la habitación, él solo asiente. Nos ponemos de pie para dirigirnos hasta el cuarto, abro la puerta y bueno, no es que haya tenido planeado esto, la verdad no pensé que Gerard fuera a aceptar estar conmigo de esa forma, pero preparé todo para la ocasión, colocando en aquella cama matrimonial unas pulcras sábanas blancas y regando algunos pétalos de rosa del ramo que compré especialmente para Gerard. La habitación luce algo vacía, aún falta traer mis cosas y las de Gee, por su puesto.

- Ya lo tenías planeado – Dice Gerard con una pícara sonrisa. Llevo mis manos a su cintura y lo atraigo a mí sólo para saborear sus labios

- No mi amor, no esperaba que me dijeras que sí – Le digo sonriendo también

- Te amo Frankie

- Y yo a ti Gee, te amo tanto

Y entonces ya no hay marcha atrás, Gerard toma el control y me empuja a la cama, quedándose de pie, comenzando primero a sacarse los tenis, posteriormente y muy lentamente comienza a bajar sus shorts y yo, yo siento que me voy a correr ya mismo tan sólo de verlo así, desnudándose, tan dispuesto a entregarse a mí. Cuando se ha quitado sus shorts se acerca a la cama y se sube encima de mí, con cada una de sus piernas rodeándome, con una mirada gatuna, sus ojos verdes brillantes. Llega hasta mis labios para besarme, en tanto yo llevo mis manos debajo de su playera para poco a poco ir subiéndola y quitándosela, dejando su pálido torso expuesto y vaya, sólo quiero besarlo, quiero recorrer todo su cuerpo con mis labios, por lo que vuelvo a tomar el control y lo giro para entonces quedar encima de él, sus piernas rodeando mi cintura. Rápidamente comienzo a sacarme la ropa hasta quedar sólo en interiores como él. Gerard me mira embelesado, lleva sus manos hasta mi pecho, me toca y provoca que se me erice la piel con su simple tacto. Amo el contraste que hay entre su pálida piel y la mía llena de tinta.

Casi imposible (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora