𝙸𝙸.

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Llegué a mi casillero lo más rápido que pude, cambie mis cuadernos por los de la siguiente hora y salí casi corriendo de ahí. Me había tardado demasiado en el asuntito de Siyeon que se me había olvidado el exámen de ciencias II. Nunca me gustaba llegar tarde y menos si iba sola, Minji quién me acompañaba a clases de ciencias se encontraba enferma y no había asistido en toda una semana, lo bueno de todo eso era que era viernes. Minji había faltado toda la semana para "recuperarse" de su resfriado, y poder salir con Handong, Dami y conmigo el viernes por la noche al nuevo club de adolescentes en el centro de la ciudad. Era lo único bueno de ese día, por que lo demás apestaba.

--Tarde de nuevo señorita Kim.

-- Lo sé y lo siento. Pero tuve algunos problemas.

-- sí, la escuela entera se ha enterado de su pelea con la señorita Lee.

--¿Toda?-- pregunté incrédula.

-- En efecto. Ahora pase por su examen y después a su lugar.

Seguí las indicaciones de la maestra y traté de concentrarme en las preguntas, leía y releía palabra por palabra pero me era imposible concentrarme. Los labios de Siyeon seguían impregnados en mi cuello, cómo una herida reciente y podía jurar que sentía que ardían en mi cuello.

Con el reflejo de mi ipod observé mi cuello, dos marcas rojas una más arriba que la otra. ¡maldita Siyeon!, ¡mil veces maldita!, la odiaba. ¿cómo pude permitirlo?, menuda idiota.

El timbre sonó y solo llevaba dos de tres hojas contestadas, todos salieron cómo animas mientras yo me quedaba ahí.

--Me temo que tendrá que compartir clase con los de 3A.-- habló la maestra haciéndome mirarla.
Los de 3A, maldije en silencio, la clase de Siyeon.

Suspiré y revolotee los ojos.

Al cabo de unos segundos la clase A comenzó a entrar al salón, no miré q nadie y comencé a concentrarme en el examen que tenía frente a mis ojos. Me había calmado un poco pero todo se desvaneció al escuchar su voz.

Me apresuré a acabar el maldito examen.

--Hola gatita-- dijo cerca a mi oído. --Es un orgullo saber que las marcas que traes en el cuello fueron hechas por mi.

-- Estoy ocupada, estúpida-- murmuré.

-Ya veo cariño, pero estás en mi lugar.-- la miré algo nerviosa.

-- También es el mío.

-- Si, pero está es la clase A, no la clase B, tú hora ha pasado gatita, así que quiero mi asiento.

--¿no puedes sentarte en otra parte?

-No - Sonrió. --Dame mi asiento, puedes sentarte en mis piernas si quieres.

-- Es lo último que haría en la vida-- la miré murmurando y ésta acercó su cara hacia mí, otra vez estábamos cerca que no evité mirarle los labios.

-- Eso ya veremos por qué se que suplicaras por estar bajo mi cuerpo-- entrecerre los ojos y solté un suspiro. --suplicaras para que te folle realmente duro mientras gimes mi nombre.-- se acerca a mi oído. -- no sabes las ganas que tengo de verte desnuda en mi cama.-- mordió el lóbulo de mi oreja delicadamente.

-- Me das asco.- dije y me pare de ahí tomando mi examen.

--Quedate ahí, puedo sentarme atrás-- Dijo sonriendo, la miré por segundos y después volví a sentirme. La maestra entró y toda la clase A le puso atención, repartieron los exámenes y después el silencio inundó el salón.

Al cabo de la pregunta 38 una bola de papel cayó frente a mi, suspiré estresada y lo abrí. 'Tengo una muy buena vista de tu trasero desde aquí '. apreté mis labio nerviosa, ¿en verdad estaba viendo mi trasero?, ¡claro!. Sin pensarlo me sonrojé tomé el plumón negro y escribí '¿es una especie de cumplido? déjame decirte que no funciona para nada'. Lo aventé hacía atrás y escuché su risita haciéndome estremecer. ' tómalo cómo quieras, esos jeans se ajustan muy bien a tu cuerpo Sua, por cierto tu piel es demasiado deliciosa'. Me estremecí, por un momento quise seguirle el juego pero no lo haría, no caería tan bajo, no yo. Me apresuré a terminar las dos preguntas terminé el examen y me levanté, lo dejé en el escritorio de la maestra quién me miró sonriendo.

-- No acostumbras a tardarte mucho en los exámenes Sua, ¿pasa algo?.

-- ¡No!, no para nada. Sólo que tengo un poco de flojera.

--Duerme bien, no quiero que se vuelva a repetir, anda por tus cosas.-- sonreí y asentí. Me pare fuera de mi asiento y me agaché para tomar mi mochila, Siyeon me estaba sonriendo.

-- Esa camisa se ajusta a tus pechos muy bien, gatita.-- Susurró. La miré sin mucha importancia y comencé a guardar los lápices, al terminar me levanté y me giré. Sentí una nalgada y me giré bruscamente, Siyeon estaba viendo el examen pero con una pequeña sonrisa, luego me las pagaría. Lo único que era era salir de ese salón dónde prácticamente me sentía asfixiada y acorralada. 'Es el síndrome de excitación hacía alguna persona, Sua'. Dijo mi vocecita interior, quizás tenía razón pero sólo la ignoré.

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𝚂𝙴𝚇𝙾 𝚂𝙴𝙲𝚁𝙴𝚃𝙾  // 𝚂𝚞𝚊𝚢𝚎𝚘𝚗 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora