Mi Alfa Feliz

Cap 7.

El rumor que el omega era completamente inofensivo corrió como pólvora por el castillo, haciendo así que las salidas de Jimin tuvieran tintes distintos. Ahora las personas ya lo saludaban y algunos se atrevían a entablar alguna conversación con él.

Incluso entre las distintas platicas parecía haber encontrado información valiosa.

Varias doncellas coincidían en que en el parlamento había dos viejos alfas que intentaban asirse con el trono, hermanos del fallecido rey.

Al parecer ellos eran los que imponían las normas y leyes, entre una de esas había sido que, solo si encontraba a su omega destinado entonces podría ser rey. Y para su mala suerte el alfa lo había encontrado un año antes de subir al trono.

Y así se fue enterando de varias extrañas reglas que los viejos alfas le imponían, la última de todas era el demostrar que tenía una relación verdadera con su omega, porque pensaban que no era verdad que estaban destinados, pues ellos habían pasado tantos años separados.

Y se enteró por que la doncella que limpiaba la habitación del alfa que una semana antes lo había mandado a traer. Pero fue informado que estaba en celo y tuvo que esperar hasta que este terminara.

Y fue así como fue a dar a su habitación.

El omega después cuando estaba en su balcón solo, pensó en todos estos datos, que desde su punto de vista todo parecía triste y sin esperanzas, pero si lo veía desde el punto de vista de él, un omega rebelde era lo que menos necesitaba cuando tomo el trono.

Así pasó a un siguiente nivel de auto desprecio.

Se sentía egoísta al no pensar en las presiones que significaba ser Rey. En una esquina de ese balcón paso la tarde entera. Si tan solo pudiera conocer a los dos tíos del alfa, podría tratar de disuadir sus intenciones.

Pero no tenía ninguna posibilidad de conocerlos.

Menos estando allí encerrado.

Además, que no quería crear ningún problema con el Alfa. El creía que era inútil y en verdad así se sentía.

Pero ese ataque en el bosque tenía un propósito, alguien no lo quería en el trono.

Tal vez pudiera investigar más con alguien del parlamento.

Pensó y pensó hasta que llegó la noche.

El alfa llegó un rato después.

Después de ese día donde le había mordido su marca otra vez, habían tenido sesiones de sexo casi a diario.

Jimin no le daba muchas vueltas a ello, pues cuando quiso hacerle entender al alfa que en verdad su lazo se había mejorado y que podría acostumbrarse a sus mimos, él le tiró por completo sus ilusiones, dejándole saber que no era verdad lo que estaba sintiendo que solo se trataba de cosas de parejas destinadas y que todas sentían lo mismo, recalcando que era tonto de su parte empezar a tener sentimientos solo porque ya tenían ese tipo de intimidad.

Y ya sin contar todas las veces que el alfa lo dañó solo asintió.

Y dejó que su cuerpo se relajará a su lado, el alfa todas las noches lo buscaba para hacerle el amor apasionadamente y Jimin ignorando el hecho de que con cada beso su corazón se volvía más más débil ante él.

—Omega

Jimin se levanto espantado.

Y se acercó a él, no podía ocultar lo mal que se sentía consigo mismo. A pesar de estar seguro de que no era estúpido, cada uno de sus comportamientos lo hacía sentir absurdo.