Cuidado Conmigo, LaRusso- Anthony LaRusso y Tú.

~capítulo 14~

—Nada, Anthony. Me estaba recomendando una nueva comida.

—¿Quién es él, bonita?

—¿Perdón? —me mira—¿Como te dijo?

—Julian, basta. Andate. — le advierto.

—No hasta que me respondas quien es él.

La verdad ni yo sé quién es él. No se si es mi amigo, mi novio, mi casi algo, o mi perdición.

—No te importa. Andate. Te lo digo por última vez.

Llegan a más chicos y una chica al lado de él.

—¿Quienes son ustedes? —pregunto

—¿Qué hacen ustedes de cobra kai acá?

—¿Son los de cobra kai? — le susurro a Anthony y él me asiente con la cabeza.

—Mierda.

Ahora entiendo todo.

—¿Ahora entendes, bonita? — me intenta tocar la mejilla y yo le pego en la mano.

—¿Qué está pasando acá? — era mi hermano y los demás que vinieron.

—Acá tenemos al traidor. — la chica señala a Halcón.

—T/n, atrás mio. —dice Miguel intentando protegerme.

—Está también es mi pelea. — lo miro y me pongo adelante de Julian.

—Decidiste de que lado quedarte, y te vas a arrepentir mucho.

—En media hora en las canchas.

—¿Que? — dice Miguel.

—Más les vale estar ahí. — dice un chico que mirándolo bien creo que es Robby, el hijo del sensei.

—No somos cobardes, Robby. — dice Sam.

—¿Seguro que no, nenita de mamá? — le dice la chica.

—No te tengo miedo, Tory. Ya no más.

—En media hora, en las canchas. ¿O no se animan? — dice Miguel.

—Ahí nos vemos.

Los de cobra kai se van y yo se que es mi perdición, mi padre va a saber donde estoy y voy a volver a ese infierno.

—¿Estás bien, hermana? — me abraza Miguel.

—Nos tenemos que preparar para patear traseros. — habla Halcón

—No, —digo yo separandome de Miguel— tengo un mejor plan.

♡♡♡

Todos estábamos esperando en el auto que ellos aparezcan en la cancha.

—Falta exactamente, 1 minuto y 29 segundos. — aclara Demetri.

—Es emocionante ver como ganamos una pelea son luchar. —se emociona Halcón— bien hecho pequeña Miguel.

Miro por el espejo de atrás y veo a Anthony no muy contento mirando a la nada. Sé que se merece una explicación pero no se cuando se la pueda dar. Tengo miedo que se aleje de mi.

—Miren, ahí llegaron.

—Tendría que empezar... ahora. — dice Demetri.

Y después de esa señal, sale chorros de agua de las regaderas que están en el suelo.

Yo sabía que esto iba a pasar porque leí el folleto que daban en la entrada y decía en letra negrita "NO IR A LA CANCHA DE 8 A 8:30 PORQUE SE RIEGA EL PASTO"