Mírame |Tyrus|

II

La segunda vez que vió a Cyrus, fue durante el partido de básquet que se jugaba ese día en el polideportivo del colegio.

El partido a penas estaba iniciando y él ya había conseguido muy buenos lugares junto a sus nuevos amigos, justo una banca antes de dónde estaba Cyrus. El chico en cuestión poseía una pequeña sonrisa mientras veía como las porristas del equipo entraban a la cancha de juego, para celebrar el inicio del partido, ¿Será que le gustaba alguna de esas chicas? Las observó y reconoció a dos de ellas, una era Amber y la otra era Kira, siendo  las mismas chicas que habían estado compartiendo el almuerzo con Cyrus ayer. 

Eran sus amigas, razón por lo que se alegraba de verlas, pero Jonah no sabía esto y es que nadie se lo había especificado. Y él no era muy bueno que digamos prediciendo cosas. Claro que Cyrus parecía ser el tipo de chico que estaba ahí por alguien y no precisamente por amor al deporte, ya que a simple viste se veía como alguien demasiado delicado como para estar en una cancha de juego. Y es que su forma de vestir, tan a la moda, daba a entender que el deporte definitivamente no era lo suyo, y en eso Johan tenía algo de razón.

El partido en pocos minutos inició y entonces todo fue una gran euforia entre las dos tribunas que distinguían a los diferentes equipos, más aún cuando estaban atravesando un empate a nada de finalizar dicho partido, por lo que fue más que oportuno el pase que Thelonius le hizo a Reed para que este terminará encestando y así ganando dicho juego, llevándose consigo una buena victoria a pedir de boca.

Y entre risas y aplausos Jonah se apresuró a salir, porque para su desafortunada suerte, había dejado los libros de la siguiente clase en el casillero, por lo que los que cargaba ahora sobre su mochila estaban demás.

Y pasó lo que no debía, se tropezó con Cyrus, sin darse cuenta, provocado que el móvil que este traía en mano cayera, quedando aún así intacto ante el golpe.

—¡Fue mi error! ¡Lo siento! ¡Perdón!

Dijo todo apresurado y a la ligera, tomando de inmediato el móvil del suelo y devolviéndolo a su dueño original.

Cyrus, no entendía la actitud del chico, puesto que él comprendía que todo se había tratando de un acidente, claro que cuando quiso emitir palabra y tomar su móvil, una mano se le adelantó y lo tomó por él.

Thelonius ahora estaba ahí con ellos, ¿Por qué no lo sintió llegar? Quizás fue porque estuvo observado el rostro de Jonah intentado en vano reconocerlo ya que aquel chico era nuevo.

—¿Te hizo algún daño?—Le preguntó mirando de mala manera al chico con devoción al frisbee más que al básquet.

—Estoy bien.

Se adelantó a decir.

Thelonius, observó a Jonah antes de marcharse con el chico de religión judía.

—Ten más cuidado la próxima, no creo que haga falta que te enseñé a caminar, ¿O sí?

Jonah se congeló y como pudo se marchó del gimnasio.