🎀Capítulo 3🎀

973 101 20
                                    

Hoy tenía toda la intención de dormir temprano, ya que aunque disfruto desvelarme, adoro los momentos en la mañana cuando no tengo nada que hacer, pero debido a los constantes desvelos no tengo tiempo de disfrutar la mañana, por lo que decidí dormir temprano para poder disfrutar nuevamente de una linda mañana. Ou, creo que me estoy jodiendo el horario de sueño.

Ya estaba en el quinto sueño cuando escuche mi nombre, pensé que seria mi imaginación, pues yo ya me estaba pasando al otro mundo, pero al mundo de los sueños eh. Al escuchar mi nombre por segunda vez me di cuenta que realmente me estaba quedando dormida temprano, bueno ni tanto ya que eran aproximadamente las 12:59 a.m., pero eso era muy temprano para mi. Cuando supe de quien era me di cuenta que era mi hermano mayor, lo cual era raro pero no era excusa para andar jodiendo tan temprano.

—¿Y esa cara de sueño? Siempre duermes muy tarde—preguntó a tono de burla.

—Tenía la intención de dormir temprano hasta que me hablaste, ¿para qué fue? —dije un poco irritada.

—¿Quién eres y que le hiciste a mi hermana? — preguntó con exageración fingida mientras me tomaba de los hombros y me sacudía.

—Matías, por dios, deja de sacudirme—dije al mismo tiempo que lo empujaba ligeramente.

—Ah, es verdad, te llamaba para preguntar si querías ir por comida—dijo con simpleza mientras se encogía de hombros.

—Matías Alejandro, es la una de la mañana—dije un poco molesta.

—bueno, no me digas que vas a rechazar comida—dijo a su defensa.

—No tienes remedio—dije entre risas mientras buscaba un suéter para poder salir, pues hacía frío.

Salimos de la casa, para ir a algun establecimiento que tenga abierto la 24 horas o si de casualidad había algún restaurante de pollo o algo así.

—está haciendo un frío horrible—dije temblando.

—no seas exagerada—dijo riéndose de mi tragedia, maldito.

Cuando encontramos una tienda de conveniencia compramos lo necesario y ahora estabamos esoerando para pagar.

Había un grupo de adolescentes haciendo escándalo, entre en pánico, sin importar que yo fuera también una adolescente, así que me escondí detrás de Matías.

Tuve que jalar a mi hermano de las greñas ya que por fin nos tocaba pasar a pagar. Una vez teníamos nuestra comida regresamos a la casa y nos pusimos a comer mientra veíamos una novela asiática.

Mi hermano nunca admitiría en público que le encanta ver todo tipo de telenovelas asiáticas, bueno, yo tengo algo de culpa de eso, jeje.

—______— escuche que dijo mi nombre. Ya decía yo que mucho amor.

—soy pobre así que no te pagaré la comida—dije a tono de broma.

—¿Estas bromeando? Nuestros padres nos dan bastante dinero, demasiado para que sea solo una mesada asi que pagame maldita garrapata vividora—dijo aventandome una almohada.

Claro que me indigne y le conteste aventandole algo, y pues nos empezamos a pelear, lo normal de cada Martes. Que por cierto no era Martes en realidad, era Jueves.

Una vez ya calmados Matías estaba sospechoso, y le pregunte que era lo que le sucedía.

Negó con la cabeza y cuando recuperó el aliento habló.

—En realidad no es eso... —dijo con un tono de seriedad y melancolía.

Okey, eso era raro ya que Matías nunca se ponía serio y no imaginaba que pudiera hacer alguna expresión tranquila. Seguro no era nada y solo me va a decir que se le perdió su colección de trajetas o algo parecido.

•||Conexión Accidental||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora