¿Qué pasaría si un día el chico del que tienes un póster en tu dormitorio, entrara por la puerta de tu trabajo?
¿Qué pasaría si ese chico, del que estás enamorada, es Ferrán Torres, el futbolista?
DUOLOGÍA DESTINo I
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ESTA HISTORIA CON...
Gema y Alex se casaban en un par de horas en el Castillo de Tamarit en Tarragona. Lucas, Vanessa, Rebeca y Ferrán estaban en un hotel cercano donde habían ido a pasar el fin de semana y así estar más tranquilos.
Ferrán miraba el último mensaje de Alex, el cual le decía que estaba de los nervios. El valenciano sonrió pensando si algún estaría en él esa situación. Rebeca salió en ese momento del baño con una toalla anudada a su cintura y todo su pelo suelto y medio mojado. Y si, Ferrán la miró y se río. Si alguna vez se casaba estaba clarisimo que sería con ella y solo con ella. Ahora mismo no concebía su vida con nadie más que no fuera su pequeña castaña.
- ¿Porqué me miras así Ferrán? -le preguntó ella medio riéndose. Conocía esa mirada. Era la que él le daba cuando tenía ganas de ella.
- Porque estás muy guapa -le confesó ruborizándose un poco, pues no podía evitar recorrer su cuerpo con su mirada.
- Y eso que todavía no me he puesto el vestido que cuando lo veas te caes de espaldas.
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Ferrán la cogió de la mano y la hizo sentarse en sus rodillas. La toalla se le subió hasta algo más arriba de los muslos y él puso una de sus manos allí. Todavía su piel estaba mojada a causa de la ducha.
- Asi que oficialmente estamos de vacaciones -le dijo Ferrán acariciando su muslo desnudo.
- Sip. Dos meses de vacaciones en mi caso...
- Lo vamos a pasar genial ¿lo sabes verdad?
- Aunque nos quedáramos todo el verano en algún hotel de carretera lo pasaríamos genial.
- Porque estaríamos juntos-
- Exacto-
Rebeca acercó su boca a la suya y se dieron un largo beso mientras él colaba sus manos por debajo de su toalla. Ferrán alcanzó su desnudo sexo y sus dedos la acariciaron de arriba a abajo.
- ¿Nos da tiempo? -le preguntó él mientras Rebeca besaba su cuello y abría más sus piernas.
- La novia seguro que llega tarde-
- Pero tú eres la dama de honor, tienes que estar allí-
Ferrán le abrió la toalla dejando al descubierto su cuerpo desnudo y algo caliente por la ducha. Empezaron a besarse cuando escucharon unos gemidos que provenían de la habitación cercana a la suya. Rebeca dejó de besar a Ferrán y miró hacia la pared de al lado. El nombre de Lucas resonaba en aquella habitación hasta llegar a la suya.
- Pues si a Vanessa le da tiempo, a mi también -le dijo Rebeca categórica.
Se amaron con algo de prisa pero sin dejar de mirarse en ningún momento, olvidándose de lo que ocurría en la habitación de al lado. Solo estaban ellos dos, sus besos, sus caricias y las palabras de amor que compartían.
