¿Qué pasaría si un día el chico del que tienes un póster en tu dormitorio, entrara por la puerta de tu trabajo?
¿Qué pasaría si ese chico, del que estás enamorada, es Ferrán Torres, el futbolista?
DUOLOGÍA DESTINo I
💞⚽💞⚽💞⚽💞⚽💞
ESTA HISTORIA CON...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Ferrán, Ferrán. Despierta.
Zarandeo a Ferrán el cual está sentado en el sofá profundamente dormido. Lo vuelvo a intentar otra vez y cuando abre sus ojos tiene la mirada perdida y lo veo respirar agitadamente. Traga saliva y alza sus ojos dándose cuenta de que estoy aquí.
- ¡Rebeca! ¡Ay dios!
Ferrán se abraza a mi y tengo que aguantarme las lágrimas de las ganas de llorar tan grandes que tengo. Sentir de nuevo sus manos en mi cuerpo, el que me abrace como si no pasara nada, me hace sentir terriblemente mal. Es que aún no me creo que esto se acabe de verdad. Que sea la última vez que voy a sentir su cuerpo junto al mío.
- ¿Qué pasa , Ferrán? - le digo acariciando su cabeza. Él alza su mirada mirándome con los ojos hinchados de llorar. Y yo de verlo así es que me muero.
- Otro puto sueño de esos que tengo. Parecía tan real Rebeca. Joder, que mal rato dios mío.
- ¿Quieres contármelo? -le digo con la voz suave para que se tranquilice.
- Mejor que no. Ha sido una mierda - Ferrán se separa de mí y me da una larga mirada- ¿y a ti que te pasa?
- No podía dormir - le digo encogiendo mis hombros. Me muerdo la lengua dentro de mi boca a la vez que aprieto mis puños manteniéndolos junto a mis costados.
- Anda ven. ¿Me dejas que te coja en brazos?
Ferrán me mira casi suplicando. Comprimo mis labios algo nerviosa y las ganas de llorar son tremendas. Pero aún lo quiero, aún mi corazón late por él. Acepto su mano y acabo sentada encima de Ferrán. Sus manos se posan con mucho cuidado en mi cintura. Me aparta el pelo de la cara y me da una bonita sonrisa. Siento temblar todo mi cuerpo. Siento como la pena lo invade, como ahora mismo mi corazón se va rompiendo a la vez que sus dedos me tocan. A la vez que él sigue sonriéndome y tengo que hacerme a la idea que éstas serán las últimas sonrisas que nos demos.
- Lo siento mucho, Rebeca. Siento haber sido un novio de mierda -me dice él bastante apenado. Me da una triste sonrisa mientras yo me agarro a uno de sus hombros.
- No digas eso, Ferrán porque no es verdad. Yo sí que he sido una novia de mierda, "una novia loca".
- Eso ni en broma. Bastante has sufrido ya con todo eso. Y encima yo no he sabido estar a la altura. Creí que necesitabas que te diera espacio y la he cagado. Y encima me he dejado aconsejar por unos amigos de mierda.
Ferrán resopla y una de sus manos pasa por delante de su cara.
- No sé... supongo que como tú has dicho, ha sido la distancia, el que yo esté tan mal... y joder Ferrán, que no puedo reprocharte que estuvieras agobiado conmigo...
- Yo no he estado agobiado, es que no te he entendido.
Cojo aire con fuerza y lo suelto con cuidado. Todo esto me da una pena que me muero.
