MI ÚNICA EXCEPCIÓN

939 112 20
                                    

Escuchaba la voz de Gun, ¿Me está hablando? No, está hablando con alguien más, quisiera entender que es lo que dicen. Quiero despertar, por alguna razón no puedo abrir mis ojos, no puedo mover mi boca, ni siquiera mi cuerpo responde y entonces todo se vuelve de nuevo obscuro. Todo se vuelve a repetir ¿Cuántas veces se a repetido esto?

-Todo parece normal señor Atthaphan ¿Por qué no va a comer algo?- Esa voz, la había escuchado antes.

-Me quedaré un poco más, gracias- Gun, está aquí. Maldita sea quiero moverme, quiero verlo. Lo necesitó -Se movió…- Su voz se escuchó aún más baja que antes y al fin sentí mi cuerpo responderme pues empecé a sentir como mi mano me respondía.

- Llamaré al doctor, háblele para que no se espante- Escuché unos pasos correr.

-Off, mi amor despierta, oh dios te extrañe tanto-  ¿Me extrañó? Espera ¿Me fuí? Lentamente abrí los ojos y me encontré con mi Gun sonriendo mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

-¿Qué pasó?- Costo tanto que mi voz saliera de mí, la garganta la sentía tan seca como si hubiera comido arena.

-Aquí amor- Mojó delicadamente mis labios con un hielo y agradecí infinitamente el frío, cuando se aseguró que ya los había mojado bastante, dejó que entrará a mi boca -¿Recuerdas lo que pasó?- Peinó suavemente mi cabello mientras me dedicaba a deshacer el hielo en mi boca.

-¡Chimon!- Quise levantarme en el momento que recordé la razón de mi estado, pero el dolor en el hombro me lo impidió.

-Quédate quieto, él está bien- Asentí una vez el dolor se había calmado, gire un poco mi vista encontrándome con flores y globos que decían recupérate pronto.

-¿Cuánto tiempo he estado aquí?- Los ojos de Gun siguieron mi vista.

-Una semana- Abrí mis ojos, pues solo esperaba unos días -Chimon no dejaba de llorar por su papá Off- Sonreí de solo recordar cuando me gritó.

-Lamentó haberlos espantando- Negó y después se agachó dejándome un pequeño beso en los labios.

-Así que ya despertó señor Jumpol- Un tipo muy alto entró con una sonrisa -Soy su doctor Wayar ¿Cómo se encuentra?- Revisó todos los aparatos que me rodeaban.

-Como si me hubieran disparado…es raro- Reí un poco por mi respuesta.

-Bueno entonces se encuentra bien- Escuché una pequeña risa del hombre -Aún se quedará en observación queremos cubrir cualquier área en caso de infección y después de la recuperación completa un poco de rehabilitación estaría bien- Asentí a las indicaciones, dejándonos poco después.

-¿Vendrás todos los días?- Gun me asintió aún peinando mi cabello.

-Hasta que puedas salir de aquí amor- Asentí y Gun dejo otro beso en mis labios.

-¿Y Luke?- Gun me dio una sonrisa cansada.

-Se acabó amor, ya todo está bien- Lo entendí, al fin éramos libres.

Había pasado el tiempo tan rápido y quería literalmente correr de aquí, quería mi casa, mi familia, mi cama, pero lo más importante comida buena. Al principio pensé que sería muy fácil aguantar estar lejos, apenas y sobreviví una semana sin volverme loco. Aún no entiendo cómo aguante un mes en el hospital.

-Cualquier cosa venga de inmediato, ya le di a su esposo el número para su rehabilitación- Asentí con la sonrisa más grande al escuchar la palabra esposo.

-¿Listo?- Gun llegó después de firmar los últimos papeles y volví asentir -Vamos a casa mi amor- Compartimos un pequeño beso y luego me llevaron en una silla a la salida.

Mi ExcepciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora