17. Después del enojo vienen los mimos

507 42 17
                                    

Shipp: Intenabo

////////////////////////////

Había una sola cosa a la que si o si temía toda la malla del CNP, y esa era hacer enojar a Jack Conway

Y oh, vaya mala suerte, en estos momentos estaba como una fiera.

Contextualicemos un poco la situación de acuerdo?

Antes de comenzar, cabe recalcar que cada una de las cosas que pasaron eran "simulacros" que estaban haciendo asuntos internos junto al Superintendente y los Comisarios, para darse cuenta de con que agentes realmente contaban

Hace unas horas...

La recepción de Comisaría estaba como normalmente se veía, llena de gente probablemente con una vida mísera que se la pasaba exigiendo poner una denuncia por cualquier estupidez, mientras que varios de los agentes en servicio sólo estaban en los vestuarios como viejas tomando el té de las 5.

Hasta ahí, nada que unos buenos porrazos y horas extra sin sueldo no arreglara.

Después, un robo a joyeria al que absolutamente nadie asistió (esto con más de media malla en servicio y teniendo en cuenta que la ciudad estaba relativamente tranquila)

Y desde aquí, poniendo como la paciencia de Conway un vaso de agua, este estaba hasta un poco más de la mitad.

Pero definitivamente lo que más le sacó de casillas, fue, no sólo enterarse de que dos de sus agentes fuera de servicio armaron tremenda pelea en un bar, si no que encima, se hizo una última prueba.

Trapichear cerca de Comisaría, ¡Literalmente estaban casi en frente y los agentes que pasaban en sus patrullas hacían la vista gorda!

Y esa fue la gota que derramó el vaso, cuando vieron llegar a su jefe con una vena en su frente muy marcada y una porra en la mano, sosteniendola tan fuerte que jurarían que podría romperla, ahí mismo supieron que debían de temer por sus vidas.

En la actualidad...

J: ¡Por primera vez en mi puta vida, puedo decir que siento vergüenza de pertenecer a esta puta comisaría! A partir de ahora se acabaron las gilipolleces, os vais a cagar, voy a ser vuestra puta sombra, nadie se hará las pajas sin que yo me dé cuenta, esto se convierte en el puto cuartel! - Dijo todo esto mientras en el palco de la sala se encontraban los Comisarios junto a Michelle con un rostro sin emoción alguna reflejada en el.

Se escucharon algunos murmullos, y entre ellos la renuncia de 4 agentes, que se negaban a seguir recibiendo tales amenazas (aunque un poco justificadas si que estaban).

J: Los que quedais en esta sala, son los que estan dispuestos a seguir a rajatabla mis órdenes y nuevos protocolos, ha quedado claro capullos - resonó un "10-4" firme por toda la sala, para luego concluir con - Quiero a todos los gilipollas que estaban de servicio en los acontecimientos de ayer, el Viernes las 4 am, los demás iros de mi puta vista, ¡a currar!.

En cuestión de segundos la sala se encontraba vacía, el azabache soltó un audible suspiro frustrado, estaba harto.

V: Conway, Horacio acaba de mandar mensaje, dice que falta poco para que aterricen.

Mierda, como pudo olvidar que su hijo y su esposo volvían hoy de su misión!

Se sobo el puente de la nariz - Joder, le prometí a Gustabo que lo recogería pero justo hoy vienen los agentes de la CIA para armarle la emboscada a los de la coca.

Gr: Si gustan puedo recogerlos a ambos - los dos lo miraron - es importante que estén ustedes 3 yo no tengo problema con ir, son mis amigos después de todo.

M: Ya os arreglais vosotros, me voy a tomar algo fuerte, esos anormales me pusieron tensa - dijo antes de recogerse el cabello en una coleta y salir de la sala.

((...))

Sacó las llaves de su bolsillo y abrió suavemente la puerta para luego dejar sus zapatos en la entrada y aflojarse la corbata.

Sintió unos cálidos brazos rodearle, así que con una sonrisa se dio la vuelta para encontrarse con su lindo esposo mirándolo dulcemente.

J: Hola cielo - le beso la frente y lo abrazo

G: Hola Jack, antes de cualquier cosa Greco ya nos dijo porque no pudiste ir, no te preocupes lo entiendo - undio su rostro en su pecho, aspirando el suave aroma de su perfume, en verdad lo había extrañado un montón - ven, la cena ya está lista - le sonrió

J: En verdad no te merezco - le dio un beso y lo siguió hasta el comedor.

Cuando ya estuvieron acomodados, empezaron una platica tranquila

J: Y dime, como les fue con Los Gambino?

G: En mi opinión los de arriba estaban exagerando, haber es verdad que tenían poder y los suficientes contactos como para ser dueños de la ciudad - tomó un poco de vino y continuó - pero el mayor error que cometieron fue meterse a trabajar con policías corruptos que después dieron toda su información importante para obtener beneficios en el tribunal - suspiro y mientras comía un poco más, observó que el azabache estaba algo tenso así que pregunto - Ha pasado algo Jack? Te noto tenso.

J: Los capullos de comisaría eso pasa, estoy harto, un día de estos voy a dejar la puta placa, ni siquiera Horacio y tu en su tiempo me dieron tantos problemas - siguió comiendo mientras se tocaba la cien, se notaba lo estresado que lo tenían.

G: Calma cariño, mira hagamos algo - acarició su mano - después de que Horacio y yo tuviéramos esta misión exitosa, todo va a estar más tranquilo, yo me comprometo a ayudarte con todos esos gilipollas que te causen problemas vale? No me gusta verte así, pero por ahora, que tal si dejas de pensar en todos ellos y vamos a la habitación y nos relajamos mientras vemos algo, te parece? - sonrió calidamente

J: Me parece perfecto amor.

Ambos se levantaron y llevaron todo lo usado a la cocina, después, tomados de la mano fueron a la habitación.

Se cambiaron la ropa, Gustabo con una gran camisa del contrario y Jack solo con los pantalones de pijama.

Se metieron entre las cómodas sábanas y mientras el pelinegro se sentó contra la cabecera de la cama, el rubio se acomodo entre sus piernas, recostandose en su pecho.

En esa cómoda posición vieron una que otra película en Netflix.

Pero cuando Gustabo notó que su querido esposo ni le estaba prestando atención y se le notaba aún más lo cansado, apago la televisión y le dijo muy suavemente que se acomodara ahora si acostado, este asintió y cuando estaba apunto de abrazar a su pareja, sintió como este se sentaba un poco más abajo de su espalda.

G: Acomodate bien, voy a darte un masaje - se acostó completamente boca abajo y rápidamente sintió como se destensaba, las manos del rubio hacían maravillas.

Se sentía muy relajado, tanto que por un momento olvidó todo lo que había que arreglar en Comisaría, eso le producía el simple hecho de estar con su pequeño.

Y Gustabo solo quería mimar un poco a su esposo, se lo merecía.

////////////////////////////

Primer publicación del año, lo que tenía para el 9 de enero se fue a la mierda...pero bueno, aquí estoy

Que tal están?

N.E.C.V

One-Shots SpainRPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora