𝗗𝗘 𝗥𝗘𝗚𝗥𝗘𝗦𝗢 𝗔 𝗠𝗬𝗦𝗧𝗜𝗖 𝗙𝗔𝗟𝗟𝗦

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Agosto, 2010

Llegar a Mystic Falls después de un largo tiempo es extraño, todo es completamente diferente a cuando viví aquí, aunque aún se conservan algunos lugares. Claro que había visitado el pueblo hace varios años, pero esta vez me quedaré aquí hasta lograr lo que debo hacer.

Encontré a Cassie enfrente de su casa y por obvias razones tuve que hipnotizarla para que me deje entrar. Cassie es parte de mi familia, pero detesta a los vampiros como cualquier integrante del Consejo e hizo complicada mi llegada, gracias a dios llegue antes de que tomara su té mañanero de verbena.

Voy dejando mis cosas en el que antes fue mi cuarto, todo se siente tan jodidamente extraño, pero tengo que estar aquí. Cassie entra a la habitación dándome una pequeña sonrisa de amabilidad, haciéndome recordar a Demian.

—Hable con la Secundaria Mystic Falls, nos verán en unos tres días —comenta Cassie.

Asiento ante esto y me acerco a ella, todo tiene que salir a la perfección.

—¿Conoces a los vampiros que viven en Mystic Falls? —pregunto, pero sé que debo formular mejor mi pregunta antes de tener una respuesta y para que sea honesta la miro detenimiento a los ojos, hipnotizándola—. Tengo mejores preguntas, ¿Conoces a Damon y Stefan Salvatore? ¿Qué me puedes decir de ellos?

—Así es, Damon es parte del consejo y Stefan es su hermano pequeño, quién salía con Elena Gilbert —dice como si fuera un robot.

Elena Gilbert, la doppelgänger de la que todo el mundo sobrenatural habla. Al parecer, Klaus Mikaelson hace algunos meses logró ser un híbrido completo porque encontró a la doppelgänger, lo cual lo hace más peligroso.

—Cuéntame un poco de Elena Gilbert, ¿Quiénes son sus amigos y familia? —pregunto con la hipnosis aun puesta.

—Tiene un hermano, Jeremy Gilbert, solo sé que era un problemático. Caroline Forbes es una gran amiga suya.

—Es tan poca información, pero al menos es algo —replico, esto tomará un tiempo—. Por último, soy tu sobrina quién tuvo que mudarse contigo porque mis padres querían que cambiara de aires.

Cassie repite lo que dije y, ya que es el comienzo de algo nuevo he decido festejar, pero al verme menor sé que no me darán alcohol y tengo que actuar lo más normal posible.

—¿Qué te parece si vamos por unas malteadas? —sugiero a Cassie.

—Es perfecto, solo déjame arreglarme.

Recuerdo un lugar que vi al llegar al pueblo.

—¿Mystic Grill también es un restaurante o solo un bar? —pregunto en grito, ya que Cassie se ha ido a su habitación.

Cassie está al frente de mí, hablando sobre su tesis para su licenciatura yo solo finjo prestar atención. El Mystic Grill parece tener gente y ser un sitio muy visitado, estamos en las mesas de afuera en frente de una ventana.

Un mesero atractivo de cabello negro se acerca a nuestra mesa.

—Buenos días, ¿Qué es lo que van a ordenar? —pregunta sin dejar de mirar su libreta.

—Buenos días, Jeremy —habla Cassie, yo abro demasiado los ojos por lo que acaba de decir—. ¿Nos traerías dos malteadas de chocolate y dos hamburguesas?

Mierda, ¿Él es Jeremy Gilbert?, las cosas están tomando su camino. Jeremy quita la vista de la libreta después de anotar el pedido y nos mira, le brinda una sonrisa de amabilidad a Cassie.

𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑𝐀𝐒 𝐏𝐈𝐀𝐃𝐎𝐒𝐀𝐒 │𝗦𝘁𝗲𝗳𝗮𝗻 𝗦𝗮𝗹𝘃𝗮𝘁𝗼𝗿𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora