𝑂𝑁𝐸 𝑆𝐻𝑂𝑇𝑆

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Sam: ¿Matt...? ¿Qué haces?- pregunté titubeando mientras Matt se acercaba a mi lentamente.

Solo estábamos él y yo en su casa, ya que Karen y Foggy habían salido a cenar solos después del trabajo y yo decidí irme con Matt a su casa a continuar con el papeleo como hacíamos usualmente. Bueno la cosa está así, yo era asistente de Matt y Karen de Foggy, ya que últimamente teníamos muchos clientes y nos dividíamos en parejas para trabajar. Matt me había escogido a mi ya que congeniábamos muy bien, sin embargo, los últimos días el había estado más apegado a mi de lo normal y no le quería dar importancia... hasta hoy.

Matt: Oh nada cariño... ¿estás nerviosa?- preguntó juguetón, sabiendo que si lo estaba ya que mis latidos se hacían más rápidos y él lo sabía.

Sam: No, no lo estoy, es solo que debemos terminar el papeleo- dije dándole la espalda mientras torpemente trataba de acomodar los papeles en la mesa.

Matt: Eso puede esperar linda- dijo poniendo sus grandes manos en mi cintura y haciéndome girar para que nuestros rostros quedaran frente a frente.

Sam: No creo Matt, además debo irme en un rato- dije mientras mi voz temblaba y Matt me acariciaba el hombro, haciendo círculos sobre la manga azul marino de mi vestido.

Matt: Puedes quedarte y lo sabes- dijo esta vez acercándose a hablar en mi cuello, sintiendo su cálido aliento en este mientras yo sentía mis piernas debilitarse. Después Matt comenzó a besar mi cuello, mientras con una mano tomaba de este y con otra mi cintura.

Sam: No deberíamos hacer esto Matt, somos colegas, basta- dije con la mayor valentía que pude, ya que estaba al borde de aventarme y besarlo, como tantas veces había querido hacerlo.

Matt: Oh vamos cariño se que tú también lo quieres, tú pulso está muy acelerado, además puedo sentir el sabor del cobre en el aire porque se que estás en tus días fértiles y... también puedo escuchar como tus pezones se alzan por encima de ese vestido que traes- dijo de lo más tranquilo mientras tenía una sonrisa en su rostro. Yo quedé asombrada por su exactitud en la percepción de cada parte de mi cuerpo en cada una de sus palabras.

Así que ya no resistí más y lo jalé de la corbata atrayendo sus labios con los míos. Nuestro beso era salvaje, sin duda mostraba lo mucho que ambos habíamos querido hacer esto.

Sam: Espera... estoy en mis días Matt, no creo que sea buena idea- dije negando con la cabeza.

Matt: ¿por?- respondió confundido

Sam: Tengo cólicos, además es asqueroso ¿no lo crees?- pregunté confundida.

Matt: No, no lo creo. Nada que venga de ti es asqueroso y menos si es natural, además te quitaré esos dolores ya verás- dijo sonriendo mientras procedió a darme otro beso, esta vez invadiendo mi cavidad bucal con su lengua, a lo que se lo permití.

Además yo también quería comenzar, así que le quité el saco y después procedí a acariciar su pecho el cual había tenido ganas de explorar después de haberlo abrazado tantas veces cuando llegaba llorando a su casa cuando algún idiota me rompía el corazón. Y ahora apenas me doy cuenta que nada importaba cuando estaba con el. Podíamos ser solo Matt y yo contra el mundo.

Matt: Ahora es mi turno preciosa- dijo mientras recobrábamos el aire y me sacaba el vestido para después sentarme sobre la mesa.

Luego de eso, Matt comenzó a masajear mis senos primero suave y luego brusco sobre mi sostén negro de encaje.

Matt: son perfectas, Justo como pensé- dijo mientras ahora besaba mi cuello y dejaba pequeños mordiscos.

Sam: ¿Entonces fantaseabas conmigo eh?- pregunté coquetamente mientras jadeaba.