Te amo de verdad

La Comida

 Ya eran las nueve y media de la noche; Jack estaba sentado a la mesa frente a su tía Hertrudis, esta le hablaba y le contaba los planes que tenía para buscarle una esposa, pero este estaba demasiado concentrado en la joven y bella Marina. Sus hermosos ojos color miel claro eran brillantes como las estrellas, su larga cabellera rubia olía a rosas y su cara era igual a la de un ángel, aunque sus vestiduras no eran las de una princesa lucía muy bella en ellas.

 Llegó la hora del postre, Hertrudis estaba en el baño cambiándose el maquillaje, Marina estaba preparando la ensalada de frutas y Jack estaba pensando en Marina.

La bella joven estaba lista para pasar al comedor y servir el postre cuando de la nada, Jack apareció en la cocina…

-Hola Marina- le dijo

Ella no lo podía creer, ¡el Príncipe sabía su nombre!

-Buenas noches Señor; si es por el postre ya lo estoy llevando- le contestó algo tímida

-No, no es por eso- le dijo.-Es que quería verte antes de que vuelva mi tía, estás hermosa y desde el primer día en que te vi sentí que eres la indicada…-

-Perdón Jack, pero yo soy solo una simple sirvienta, esto no puede pasar- dijo Marina entre lágrimas.

-Pero, Marina…-

 En ese momento se escucharon los gritos de Hertrudis.

-Ya llegó la Señora, no podemos hablar-

 Luego de servir el postre, Marina se retiró a la cocina para esperar que terminaran y retirar las cosas de la mesa antes de irse a la cama.

 Ya era la una y media de la madrugada cuando el Príncipe se retiró y Hertrudis se fue a su habitación. Al fin podía descansar y aclarar todo lo que había pasado ese día.

-Bueno, el príncipe me gusta y yo le gusto a él.-pensaba ella en voz alta.-Pero ya tengo novio, aunque solo lo veo una vez cada dos meses y lo nuestro no está funcionando, además siento que me está escondiendo algo; mañana hablaré con él.-hizo una pausa mientras pensaba y luego siguió.-Además si mi señora se llega a enterar que salgo con su sobrino me mataría… ¡Pero no tiene por qué enterarse!-

 Después de tanto pensar se quedó profundamente dormida.