Can't help falling in love

22. Perfecto

Trató de alejarme de su cuerpo empujando con sus manos pero con la mínima resistencia se lo impedí.
- No es lo que quieres, Lena- acaricié cariñosamente su cara, tan bella, tan perfecta.- No tienes una idea de lo mucho que te deseo, Rao, Lena, ¿Porqué te gusta hacerme enojar?- dije recordando el mal rato que me hizo pasar en la tarde
Su mirada era difícil de descifrar, llena de deseo y duda a la vez, que por un momento pasó por mi mente la idea de detenerme pero la necesitaba tanto de tantas formas que no pude controlar mi cuerpo, me pegué aún más a ella mientras besaba nuevamente su cuello, sintiendo su agitada respiración por encima de mi cabeza.
- Kara-suspiró - basta- dijo volviendo a hacer presión para alejarme
La solté en seco. Me estaba rechazando nuevamente.
- ¿Qué? Primero haces todo para ponerme de malas y ahora me rechazas... es por Alex ¿No es así? Me haz cambiado por ella.-
- ¿Qué te pasa? Claro que no - negó repetidamente con la cabeza
- Como no lo vi antes, sientes algo por ella- sentía descargas eléctricas por mi cuerpo 

-Kara, basta, no es eso, no - se acercó a mi pero mi única reacción fue alejarme

- ¿Es por que es humana? Puede darte cosas que no yo no- 

- Cállate, yo te amo a ti-

Algo luchaba dentro de mi, tanto que la cabeza comenzaba a dolerme y lágrimas salían involuntariamente de mis ojos, entonces mis oídos captaron el sonido de agentes entrando al departamento y una red con kriptonita caía sobre mí. 

-Le llamaste, marcaste a Alex- gruñí cuando la sentí junto a mi en el piso 

- Estarás bien - inyectó algo en mi brazo y todo comenzó a ser obscuro

Desperté en una celda del DEO con el mismo enojo de hace unas horas, golpee el cristal sin resultados

Alex entró seria, no dijo nada y tras unos minutos salió. Escuché unos pasos y reconocí quien era en unos segundos
- Imra - puse mi mano en en cristal mientras "sollozaba"
- Oh Kara ¿Qué te ha pasado? -
- Me engañaron Imra, Alex y Lena- solté una lágrima - Ellas, me usaron y ahora, ahora me quieren encerrar para que ellas puedan estar juntas y yo no diga nada, ya no soy necesaria, ahora está Sam para ser su nueva heroína- esto iba a ser fácil 

- Pero me lo estás diciendo ahora
- No han podido llevarme a las celdas de máxima seguridad por cuestiones de permisos y se supone que nadie iba a pasar por aquí ¿Cómo lo has hecho?
- Yo sólo lo hice, Lena me ha mandado por una roca - señaló el portafolio que tenía en la mano.
- Imra, por favor, ayúdame, te daré lo que quieras -
- Yo, no estoy segura -

- Por favor- lloré - me han inyectado kriptonita, duele- lloré aún más.
- Eso no suena a Alex - dijo dando unos pasos para atrás
- Lo sé - agite mi cabello y sequé mis falsas lágrimas - me han roto, no lo puedo creer
- Oh, No sé lo que hago - se acercó rápidamente a la puerta y con ayuda de su reloj abrió sin problemas la puerta cuando las alarmas comenzaron a sonar.
- Tan inocente, tan bonita, oh Imra ¿Qué has hecho?- dije tocando su cara con el dorso de mi mano- Tu belleza es la que te salvará de que te rompa el cráneo - Le dije al oído, tomé con fuerza la parte posterior de su cabeza y uní nuestros labios -eso fue en agradecimiento, sé que lo deseabas desde hace tiempo- sentí su sorpresa y oí pasos apresurados hacía dónde me encontraba, tomé el portafolio con delicadeza y voltee a la puerta dónde se encontraba Lena, sonreí, despegándome de Imra. - Al parecer alguien acabó dándome lo que tu me escondías- dije refiriéndome al portafolio y al beso- pero ya me voy cariño, que vienen por mí- congelé los pies de ambas y volé rápido a la salida dejando un desastre a mi paso.
Ya en los aires y lejos de todos sólo localicé a las afueras de la cuidad una escuela abandonada, lo único que necesitaba era donde ver el portafolio.

Recorrí los pequeños pasillos y encontré lo que alguna vez fue un laboratorio escolar. Abrí el portafolio y mis expectativas no fueron decepcionadas, nada más y nada menos que un pedazo de Harun El... oh Lena, como nos vamos a divertir, siempre había escuchado que el lado obscuro era más divertido y contigo, sería perfecto.