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MISIÓN: CONOCE A TU PRESA

Las hojas altas del jardín picaban en los muslos de Olivia, esta sí que había sido una mala idea, llevar shorts cortos en un día tan caluroso como ese, ya que, o se quemaría de sol o pasaría algo como eso, que le piquen las hojas del jardín; pero no se quejaba del todo, ya que el outfit que llevaba le quedaba hermoso y eso era lo importante.

-Auch, auch, auch...Amanda, ¿¡me puedes explicar que hacemos aquí!?- Una molesta Clara detrás de Olivia reclamaba a la chica de cabellos negros que se encontraba guiándolas hasta quien sabe dónde.

-Shhh, cállate, ya está por venir. - fue lo que dijo Amanda mientras se detenía en frente de una cerca de madera pintada de un color blanco marfil que tras los pequeños espacios que esta formaba, se podía ver la casa adyacente a la que se encontraban.

Habían pasado dos días desde que Olivia había revelado su plan a aquel dúo, y desde entonces, las tres se juntaban las horas que podían y buscaban la manera de que Olivia encaje aún más en el personaje de "Fuckgirl", pues, según ellas, Olivia tenía cara de "no matar ni a una mosca" por ende, no le salía muy bien el papel de chica mala. Incluso Olivia aun recordaba el miedo que sintió cuando Amanda le aconsejó perforarse la nariz, cosa que no se iba a dar, pues, le aterraba todo lo que tenía que ver con ajugas perforando su cuerpo.

Con decir, que, Olivia evitaba a toda costa enfermarse, ya que, les tenía un gran pavor a las inyecciones y todo lo que tenga que ver con agujas, por lo tanto, Olivia optaba por aquellos accesorios de perforaciones falsas. Ella decía que, hacerse una perforación ya seria avaricia.

Ese día, mientras Olivia salía de la última clase que le tocaba, para su desgracia o para su buena suerte, se encontró con Amanda y Clara que estaban esperándola afuera de su salón de clases, ambas la jalaron hasta la salida y tomaron un bus; media hora después, Olivia se encontraba frente a una casa muy grande y bonita de un vecindario de gente acaudalada; la vivienda pertenecía a la familia de Amanda. Era una casa de dos pisos de color blanco humo con tejados amplios de color ladrillo, pero lo que le llamaba más la atención a Olivia de ese lugar era aquel inmenso patio delantero que tenía, si bien las otras casas de aquel vecindario tenían un patio igual de grande, no se podía comparar a la vegetación de ese. ¡Parecía un bosque! Árboles de pino que tenían casi el mismo tamaño de la primera planta de la casa, diversa cantidad de flores de diferentes colores y olores los cuales comenzaban a provocar la alergia de Clara y arbustos por doquier, bastantes, algunos tenían flores en él, otros no, pero si tenían espinas, y eran estas las que se encargaba de rasguñar y rasgar la ropa del trio de chicas.

- ¿Quién? – Preguntó Olivia un tanto confusa ante la situación en la que se encontraban.

-Bien... -Dijo Amanda despegando su rostro de la cerca dirigiendo su mirada a Olivia y Clara- ¿Se acuerdan que les dije que le pediría ayuda al amigo de Evan para que Oli pueda obtener su número?... Pues, lo pensé mejor y es una pésima idea, no quiero tener nada que ver con ese chico, así que, aquí estamos- concluyó mientras apuntaba la casa que se veía a través de las rejas.

- ¿Es esta la casa de Evan? - Preguntó Clara. Olivia observo aquel lugar, la casa era parecida a la de Amanda, bueno, parecida a la de todas en la cuadra, pero esta estaba descuidada, la pintura de la pared parecía haber sido de un bello color crema en su mejor tiempo pero ahora tenía un aspecto deteriorado, y el patio no se veía para nada bonito en comparación al de Amanda, estaba sumamente descuidado, como si nadie nunca se hubiera molestado en podar el césped o siquiera regar las plantas; mucha de la melaza amenazaba con entrar por las ventanas de aquella casa.

"¿Ahí vivía Evan?" Se preguntaba Olivia.

La casa parecía deprimente y solitaria, como si nadie viviera ahí, se parecía bastante a la casa de la película "Monster House", bueno no tanto así, pero parecido. Olivia lo justificaba con el hecho de que la casa era muy grande como para que una sola persona lo mantuviera en buen estado.

Todo o NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora