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Un vistazo al pasado

Evan

Estoy cansado

Siento que todo se me viene encima

No se por qué hice todo lo que hice.

Pero ya no puedo más con todo esto.

Ella no se lo merecía.

Todo es mi culpa.

—Ehhh, Joven Dousan— la enfermera agitaba una de sus manos frente a mi rostro para llamar mi atención—, puede pasar a ver a la paciente. — habló, logrando sacarme de aquellos pensamientos inútiles, pero no por mucho, ya que siempre volvían.

—Gracias, ya voy. —hice mi mayor esfuerzo para fingir una sonrisa, pero creo que más que una sonrisa fue una mueca.

Ingreso al pequeño cuarto de hospital y ahí está ella recostada en la pequeña cama de una plaza, conectada a unos tubos y con los ojos cerrados. Siempre la encontraba así, siempre era así, desde lo qué pasó, no hubo avances, ella sigue sin reaccionar.

El remordimiento me consume todos los días y las esperanzas de ver abrir esos dulces ojos miel que me miraban con amor se desvanecen cada que me acerco a este cuarto. La impotencia de no poder hacer nada más que esperar me mata. Si sería capaz de volver al pasado y cambiar todo lo haría sin dudar en ningún momento.

No hay sentimiento más horrible que saber que eres el culpable de la desgracia de la única persona que se preocupaba por ti.

—Hola- se me sale en susurro- ... quiero que sepas que estoy bien y pues... sí, estoy bien. — al pronunciar las últimas palabras siento mis ojos llenarse de lágrimas, estoy perdido, roto y destrozado; la extraño y mucho.

De pronto la visión se me obstaculiza por un mar de lágrimas que entre amenazas salen de mis ojos sin mi consentimiento, cada día me era más difícil retenerlas, me estaba rompiendo por dentro y sin darme cuenta me aferraba a esa delicada mano mientras inundaba toda la habitación con mis llantos y sollozos.

Más de medio año sin escuchar su voz era una tortura, saber que está aquí sin estar presente.

A veces uno no se da cuenta de los sacrificios que hacen las personas que amamos.

En mi caso, no me di cuenta de los grandes sacrificios que hacía ella por mí y cuando quise tomar conciencia de ello, ya era demasiado tarde.

No soy el mismo de antes, cambié, y me gustaría decir que cambie porque yo lo quise así, pero no; cambie porque fue necesario...

Al principio, no me daba cuenta que mi actitud y mi forma de ser habían empezado a ser influenciadas por otros, mi personalidad ya no era exactamente "mía". Me deje llevar por malas personas; personas que consideraba amigos y claro, aquellas personas en su momento me ayudaron, pero luego todo empezó a cambiar.

Creo que por eso hay un Proverbios que dice que aquellas malas conversaciones corrompen las buenas costumbres y que andar con personas "necias" te convierte en uno de ellos.

Ellos tenían un estilo de vida muy diferente al mío, una forma de pensar, una manera de actuar muy diferente a la mía y creo que por eso copiaba lo que ellos hacían, porque era algo nuevo para mí, algo que yo nunca había hecho y que me moría por experimentar.

La curiosidad mató al gato decían.

Sin darme cuenta, era como si mi identidad hubiera sido trastornada y yo ya no sabía exactamente quién era, el diseño original que tenía habia sido ligeramente transformado, había perdido mi esencia y la que lo notó rápidamente fue ella; ella era de esas personas que sabes que te conocen de pies a cabeza, de adentro hacia afuera, y se daba cuenta de todo.

Todo o NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora