15

44 3 0
                                    

Me gusta pero me asusta

Sigo pensando lo mismo que hace un momento

¿Evan tiene una abuela? Ósea, claro, yo sé que todos tenemos abuelos y eso, pero a lo que me refiero de manera concreta es que ¿Su abuela estaba viva? ¿Vivía con él? Pero si él vive solo, literalmente las veces que estuve indagando sobre él (una manera disimulada de decir que lo acose un poco) nunca lo vi con ningún familiar y eso que también estuve en su casa (pero porque él me invitó ok, eso si no fue adrede) y no vi a nadie en ella.

Llegue a pensar qué tal vez se independizó y por eso lo de vivir solo, nunca me atreví a preguntar porque aveces detrás de una persona que se encuentra sola hay problemas, desde algún trauma hasta una orden de alejamiento de alguna ex novia porque el tipo resulta ser un psicótico obsesionado.

Sin preguntas innecesarias no hay respuestas innecesarias. También está el hecho del plan que tengo y que obviamente lo involucra a él, deje muy claro que cero sentimientos y saber alguna historia triste de Evan solo me ablandaría en lo de romperle el corazón.

Hasta hace cinco minutos todo iba completamente bien.

Ya estaba entrando en más confianza con Evan, ya me invitaba a su casa, ya habíamos empezado a ¿coquetear?, ya se estaba preparando el terreno para que todo salga de la forma que desde el principio tenía que ser.

Buscar al chico.
Tener al chico.
Romper al chico.

Eso era todo, nada más... pero claro, en mi vida nunca nada va de acuerdo a lo planeado, siempre algo tiene que salir mal o completamente diferente.

Aunque yo no lo quiera, me sentía muy conmocionada al ver a Evan tan preocupado, a simple vista parece un chico que desborda e irradia confianza pero en estos momentos se ve tan frágil que me entran unas ganas horribles de abrazarlo.

No puede ser, Olivia reacciona.

EL PLAN, recuerda: EL PLAN.

Mi mente dice una cosa pero mi corazón siente algo completamente diferente.

—¿Tu abuela?

Evan está completamente petrificado en su asiento mientras lágrimas corren y corren por su rostro.

— Ol...Olivia, tengo que ir al hospital, perdóname enserio pero es muy importante, mi abuela despertó y tengo que ir a verla, debo asegurarme de que todo esté en orden, tengo que ver que ella esté bien.—habla tan rápido que me cuesta demasiado seguir el ritmo de lo que dice.

Estoy apunto de hacer algo de lo que seguro me arrepentiré pero no puedo dejarlo así.

—¿Quieres que te acompañe?—ya está, lo dije, solté la bomba.—Solo si tú quieres, te lo pregunto porque siento qué tal vez vas a necesitar apoyo emocional pero entiendo si es que también deseas estar solo.—pongo una mano en su hombro en señal de apoyo y al momento de que él me regresa la mirada me siento completamente devastada, tengo tantas ganas de abrazarlo.

— ¿Te gustaría ir conmigo? Sé que no sabías que vivía con mi abuela pero es una historia un poco larga, prometo contártela después Oliv.

— Vamos Evan.

El camino hasta el hospital se me hace eterno, todo el trayendo estuve con la mano apoyada en el hombro de Evan mientras le trazaba pequeños círculos para que se pueda relajar.

Se qué tal vez en estos momentos debería estar retornando a casa pero conozco la mirada en los ojos de Evan: Devastación. El sentirse reducido a pequeños pedazos de ti mismo sin saber que hacer, sentirse perdido, no tener la certeza de si encontrarás bien a la persona que tanto amas.

Todo o NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora