013.

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Desperté en los brazos de un desconocido alrededor de mi.

Seguí con sigilo y cuidado desde la muñeca hasta el hombro, luego el cuello y finalmente la cara.

Reconocí a Luke el cual dormía con los labios ligeramente entre abiertos y su respiración chocando contra mi nuca.

Había sido un buen despertar, pero entonces observé que la camiseta que llevaba puesta no era la mía, miré a Luke, joder, no llevaba camiseta.

Levanté las sábanas y ambos íbamos en ropa interior. Menos mal.

Me deshice de sus brazos y me levanté con sigilo de la cama, no para no despertar a Luke, si no, para no intensificar mi dolor de cabeza.

- Tienes el agua y la aspirina encima del escritorio - soltó Luke con la voz grave mientras se daba la vuelta quedándose boca abajo.

Dios, su voz era mucho más sexi ahora.

Me acerqué al escritorio y Luke tenía razón, me tomé la aspirina de un trago y volví a dejar el vaso.

Luego me quedé mirando mi cama con Luke sobre ella debatiendo si debería meterme otra vez en ella y dormir o bajar a hacer cualquier cosa.

- Deja de mirarme - dijo Luke -. Y métete ya en la cama.

Apartó uno de sus brazos y yo no muy segura volví a la cama.

Me acosté, me tapé con las sábanas y volví a cerrar los ojos, intentado reconciliar el sueño.

No cabe decir que al cabo de un minuto Luke se encontraba abrazando mi cintura de nuevo y pegándome más a él.

Depositó un corto beso en la parte posterior de mi cuello y entonces sonreí.

Dios, ¿qué coño me pasaba ultimamente?

No sabría describirlo, pero fuera lo que fuese, todo era por Luke.

Conseguí dormirme de nuevo.

✖️

- Despertad ya mocosos - dijo mi madre mientras levantaba las persianas de sopetón dejando que la luz del sol me diera directo en la cara.

Me revolví y me refugié en el pecho de Luke, él cual seguía dormido.

- Cinco minutitos más - dijo Luke dormido.

- Ni de coña, son las tres de la tarde - dijo mi madre cogiendo las sábanas y destapándonos al completo.

Entonces Luke saltó fuera de la cama rápidamente.

Cogió los pantalones y se los puso.

- Mierda - musitó entre dientes.

Cogió sus zapatos y se los calzó.

Mi madre salió de la habitación, me levanté y cerré la puerta.

- ¿Tienes prisa o algo? - pregunté sacando unos pantalones de chándal del armario.

- Había quedado con Calum y se me hace tarde - me contestó mientras buscaba algo con sus ojos -. ¿Has visto mi camisa?

Me la quité y se la dí.

Se quedó mirándome un momento de arriba a abajo, ya que solamente iba en ropa interior, pero si me había visto en bikini esto no iba a ser diferente.

Me dí la vuelta y cogí los pantalones que se ajustaban a los tobillos.

Me los puse y luego saqué una camiseta de tirantes negra.

Pasé mis brazos y luego mi cabeza.

- Podríamos hacer algo esta tarde con los demás - sugerí y me dí la vuelta, pero Luke ya había salido.

Imbécil.

Me senté en la esquina de la cama y saqué mis deportivas.

Entonces recordé un beso. Con Luke.

Ay dios.

Me puse rapidamente los calcetines juntos con las deportivas y bajé.

- ¿Luke ya se ha ido? - le pregunté a mi madre, la cual leía un libro.

- Sí, me ha dicho que te llamará - dejó el libro sobre la mesa y se levantó -. ¿Qué quieres comer?

Se dirigió a la cocina. Pero no podía comer, necesitaba hablar con Luke.

- No tengo hambre - me acerqué al perchero y cogí una chaqueta cualquiera -. Adiós.

Y salí corriendo.

Si tenía suerte podría alcanzar a Luke.

Entonces empecé a correr al ver su coche calle abajo.

Pero al llegar a la esquina lo perdí de vista. Maldita sea.

Entonces empecé a buscar a Luke y a Calum por los sitios que sabía que frecuentaban.

Busqué en el parque, en el Barbarians y en casa de Luke y nada.

Cansada y hambrienta entré en una cafetería.

Estaba toda llena, excepto una silla en la barra junto a una castaña entonces me acerqué.

- Perdona ¿está ocupada esta silla? - le pregunté cuando llegué.

Despegó la mirada de su libro y la fijó en mí, luego miró la silla y negó.

Esta chica me sonaba muchísimo. Seguramente iba con ella a alguna clase.

- ¿Qué quiere pedir? - me preguntó el camarero.

Busqué dinero en la chaqueta, ya que había salido sin nada literalmente.

No llevaba nada. Me dí una palmada en la frente.

- Ponle lo mismo que a mí - dijo la chica a mi derecha mientras tendía un billete al camarero.

La miré confusa y ella me sonrió timidamente.

- Soy Lira - estiró su mano hacia mí, entonces la reconocí, iba conmigo a Matemáticas avanzadas.

- Bella - la estreché con mi mano sonriente.

{Foto de Lira en multimedia}

Crumbling > luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora