El reino de Bonten fue conocido durante mucho tiempo como un lugar despiadado, que si bien era próspero, no había cabida para las personas que no tuvieran contactos o el linaje necesario para costear la elevada calidad de vida que se manejaba.
Una de las costumbres para lograrlo era que una familia otorgue un tributo a la familia real que tenga el suficiente valor como para considerarse algo que contribuya a la gloria de la familia real, los Sano. La contribución podía variar desde bienes materiales para impulsar el crecimiento económico del país hasta información importante sobre otros reinos, logrando acoplarse a la sociedad y ser protegidos por la guardia real, pero también eran aceptados otras formas de tributo.
Para el cumpleaños del príncipe heredero Sano Manjiro, una familia que aspiraba desesperadamente unirse al círculo burgués decidió que era buena idea entregar como regalo a su primogénito.
'Esto es un insulto' 'Debieron entregar a una mujer en su lugar' '¿Están locos?'
Era lo que se decía sobre ello.
No era raro que entregaran a personas puras y talentosas como ofrenda para la gente noble, sin embargo, el chico que entregó la familia Hanagaki, quienes carecían de una buena estirpe, no podía dar otra cosa mas que decepción.
El chico no dominaba talento alguno, aunque fuera bello eso no bastaba para considerarse digno de ser una ofrenda para la familia real.
No obstante, poco después de la entrega el reino pudo notar como Sano Manjiro, el caprichoso, cruel, despiadado, desalmado, perverso, soberbio, testarudo, ruin, tozudo, inquebrantable y malévolo, había cambiado. Al menos un poco.
Las tiendas ya no eran vaciadas solo porque cometieron un mínimo error como doblar mal una servilleta, las personas no eran ejecutadas por respirar mal cerca de él, ni tampoco había lujos extravagantes cada dos días. Los nobles cercanos solían pensar que una terrible enfermedad había azotado al pobre chico.
Pero la verdad era muy diferente.
Los sentimientos dulces, además de posesivos, estaban recayendo profundamente en Hanagaki Takemichi, el chico que inexplicablemente había logrado penetrar en el corazón de Sano Manjiro.
El primer día de su llegada, los ojos asustados por ser obligado a entregarse en cuerpo y alma a un ser que era conocido por su mal carácter, se estaban enfrentando al juicio de todo un reino. Sin embargo, para el príncipe heredero ese chico no era solo una de las tantas ofrendas que le daban, era alguien que complementaría sus días hasta el fin de los tiempos.
Afortunadamente para Takemichi, el príncipe no lo obligó a nada aunque si estaba invadiendo su privacidad insistentemente. Pronto se dió cuenta que no era alguien tan malo como todos decían, solo le gustaba jugar y divertirse. También le comprarían ropa fina, una habitación de lujo y solo comida gourmet pasaría a ser parte de su dieta.
La princesa Emma quien lo juzgó mucho al principio, ahora tenía un carácter endeble con él, quizá a petición de Manjiro pero la intención es lo que cuenta. Los otros miembros como el rey Shinichiro, el príncipe Izana y el patriarca, también lo aceptaron gustosos.
¿Por qué era diferente con él?
La naturaleza de Takemichi no era algo que simpatizara con la vida noble, pero si era algo interesante como condimento. Corregía en ocasiones las palabras de Manjiro o 'Mikey', cómo apodo que ambos acordaron con la princesa Emma, causando sorpresa a todos los miembros pues este aceptaba con quejas infantiles que se pasaban una vez que el de ojos azules lo consolaba.
- Takemitchy ~ consuélame. Ya no me dejas torturas, quemar o matar personas ¿cómo se supone que me divierta? - se quejaba con un puchero muy tierno.
Normalmente él ya era caprichoso aunque cuando estaban a solas, esto aumentaba. Ahora mismo estaban en la cama mientras el rubio lo abrazaba fingiendo falsas lágrimas.
- Ya, ya, ya - le decía acariciando su cabello suavemente a modo de consuelo.
Era un chico muy tierno con él, antes solían ser un poco distantes pero luego de que eso pasó, rápidamente se hicieron cercanos.
- Podríamos ir de compras a restaurantes ¿eso te gusta, no? Dorayaki -
Mikey lo abrazó un poco más fuerte y Takemichi acercó su rostro a los suaves y finos cabellos dorados. Ambos se mantenían abrazados, teniéndose el uno al otro lo más cerca posible. El ambiente entre ambos parecía que pronto produciría corazones invisibles, demasiado melosos para un medio día.
- No quiero, prefiero estar con Takemitchy todo el día –
- No tienes remedio Mikey – le respondió sonriendo, mientras seguía acariciándolo.
Dentro del corazón de Sano Manjiro, su fuente de amor ya estaba a tope y no sabía si los sentimientos que guardaba podrían ser ocultos por mucho más tiempo. Para nadie era secreto que había cambiado en el último tiempo, y era bastante obvio el por qué. No quería decepcionar a Takemitchy.
Desde que nació su familia, la cual no era conocida por ser la mas amorosa, estaba destinada a portar el orgullo del apellido Sano, por lo que nació con varias reglas impuestas. De pequeño solía escaparse de las clases de esgrima, no lo necesitaba ya era todo un profesional en ello, y fue en uno de esos escapes que conoció a Keisuke Baji a quien consideraba su mejor amigo y a un chico amigo de Keisuke, Takemitchy, el ser más adorable que conoció en su vida. Aunque él no parecía recordarlo.
Gracias a una serie de eventos donde Baji resultó muerto, no volvió a escaparse del reino, odiaba a todos, el mundo se tiñó negro para él, fue entonces cuando volvió a encontrarse con Takemitchy, quien seguía igual de llorón que antes.
"Este reencuentro luego de la tragedia no podía ser otra cosa más que el destino" pensaba Mikey.
- Takemitchy, ¿sabes? Tú... bésame – susurró sonrojado
- Mmm... bueno. Levanta tu cara – respondió
"Woah ¿Es en serio?" el corazón de Mikey palpitaba demasiado.
Pero la realidad era decepcionante. El de ojos azules lo tomó del rostro y besó su frente mientras le sonreía de vuelta.
- ¡Así no es como besas! – gritó haciendo un berrinche
- ¿Entonces cómo se supone que lo haga? – preguntaba apenado
El rubio se subió a las piernas de Takemichi, tomando su rostro en el proceso fijó su mirada en los labios carnosos que estaba a punto de devorar. Había besado antes, pero esto era diferente, estaba muy nervioso.
La mirada azul estaba perpleja, las cosas estaban sucediendo más rápido de lo que su capacidad cerebral podía procesar, aunque no estaba en contra si llegara a pasar lo que él creía que iba a pasar.
Ambos labios se juntaron de forma cálida y suave, tanteando el terreno desconocido para ambos, explorando lentamente olvidándose del tiempo real. Solo importaban ellos dos ahora. Con los ojos cerrados con fuerza, las manos temblando y ambas mandíbulas tensas, el beso concurría con tranquilidad.
Cuando se separaron, los tonos rosados se acrecentaban en los pómulos de ambos chicos que habían probado lo que sería su adicción en un futuro no muy lejano. Las sonrisas no se hicieron esperar y por supuesto un segundo beso tampoco.
Su segundo beso era con un poco más de confianza, habiendo conocido la sensación del otro eran libres de ahora mover los labios con un sentido más rítmico que el anterior. Pronto solo tocarse no era suficiente, el tercer beso fue acompañado por caricias mutuas que ahondaban el tono íntimo de la situación, los leves gemidos y suspiros de ambos daban el consentimiento mutuo. Ambos lo deseaban desde hace mucho tiempo.
Las manos sudaban y también estaban nerviosos, pero esperaban con todas sus fuerzas que ese momento al menos durara un poco más. Los movimientos de lenguas ya eran parte del acto, en conjunto con el roce de sus partes íntimas que poco a poco los estaban llevando al siguiente nivel.
¿Un príncipe cruel puede cambiar? Solo lo haría si encontrase al amor verdadero, a aquel que complementaba sus días grises y que era capaz de llevarlo solo a un final feliz. Después de todo, sus vidas ya estaban enlazadas y nada de eso podría cambiar, a excepción de la muerte.
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MaiTake Week 2022
FanficReto de 7 días sobre una serie de one shots. De ser posible algunas de las ideas de aquí estaré ocupándolas en un futuro para historias futuras, voten por la que más les guste. ¡Las etiquetas las iré poniendo al principio de cada capítulo! MaiTake S...