Mi complemento.

Capítulo 13: Rubio metiche.

Chloe.

Hoy es el día en el que veo a Logan, aunque no estoy segura de que eso vaya a ser posible porque nos peleamos hace unos días y no hemos solucionado nada.

En particular yo no he solucionado nada.

Él sabe que no debe enviarme mensaje y que yo debo iniciar las conversaciones para evitar que me revisen el teléfono y encuentren nuestros mensajes, quede de hacerlo el día de la cena con el pastor. Por obvias razones no lo hice y me acordé hasta el día siguiente en la noche y cuando le marque estaba furioso, lo que hizo que yo también me molestara porque ni siquiera me preguntó el motivo, solo respondió y me comenzó a decir que yo no pensaba en él porque lo tenía preocupado.

Tanta "preocupación" de todos los que me rodean  comienza a ser agobiante.

En casa mi padre, en la calle y trabajo Jacob y ahora no puedo lidiar con que Logan también me grite y se moleste porque está preocupado por mí.

El que una persona se preocupe por ti es conmovedor hasta cierto punto, después se siente como si te asfixiaras en tantas confirmaciones de tu buen estado.

Al menos para mí.

Bajo de mi motocicleta y me recargo de la pared del local de Rick, le daré diez minutos para que venga por mi. Si lo hace solucionamos esto, si no que se vaya a la mierda él y sus preocupaciones y me voy a perforarle la nariz a alguien.

Excepto que cuando pasan diez minutos, me decido a darle quince.

Y cuando quince minutos tampoco bastan, acepto darle veinte.

Al cabo de una treinta minutos me resigno a que no va a venir.

¿Debería llamarlo yo?

Enciendo mi teléfono y al irme a mi conversación con él, me doy cuenta de que está en línea. Infantilmente, comienzo a teclear letras al azar para que piense que estoy escribiendo y después borro todo. Hago esto un par de veces haciendo pequeñas pausas y después de cinco minutos en los que ya no escribo nada; él me llama a mí.

Tengo orgullo, tal vez mucho, así que me espero a que sea el tercer tono antes de responderle.

—¿Qué sucede?

—Tú dímelo, se supone que hoy es el día en el que nos vemos y no estás aquí.

—Creí que no querías verme después de decirme que me metiera mis reclamos por el culo.

Me muerdo el labio nerviosa, tal vez se me paso un poquito la mano al momento de responderle.

—Bueno, pero te aseguro que tu culo no tiene nada porque de hecho me estás reclamando otra cosa justo ahora.

Lo escucho suspirar con cansancio y una voz se oye al fondo, es a quien reconozco como su secretaria porque nos ha comunicado en algunas veces y eso me hace saber que aún está en su oficina.

—Mira Chloe, no tengo tiempo para dramas de ese tipo. Supongo que ambos somos lo suficientemente maduros para tener una conversación adulta la otra noche, pero en lugar de siquiera escucharme comenzaste a gritarme y decir que dejara de agobiarte. Es justo lo que estoy haciendo al no ir por ti.

—Es que ni siquiera me preguntaste un motivo al porqué no te llame, solo comenzaste a decirme lo mala novia que soy por no hacer esa estúpida llamada.

—¿Y por qué no me llamaste?

Lo pienso. ¿Cuál es la necesidad de decirle que un tipo me acoso en mi propia casa y por detenerlo mi padre me golpeó? No va a cambiar absolutamente nada y además está trabajando como para utilizarlo de psicólogo.