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Run solo observó la escena algo divertido.

Las enormes manos de Kimmon comenzaron a recorrer el pequeño y suave cuerpo de Copter.

Sí, ya estaban en un motel que quedaba cerca del club.

Copter entre pequeños gemidos solo depositaba besos en el cuello del mayor, estaba consciente de lo que hacía, por supuesto que sí, pero de todas formas el alcohol hizo que solo pensara en Kimmon, en nadie más.

Kimmon bajó una de sus manos al trasero del castaño, este estaba fascinado con los toques del mayor, realmente jamás se había sentido así en su vida.

Mientras el de mechas acariciaba los glúteos del menor, besó con pasión los bellos y carnosos labios de este, esos labios color rojo que cualquiera que los viera quisiera besarlos de lo exquisitos que se ven.

-Mmm... Phi... Puedes quitarme esta mierda... -Murmuró el castaño quejándose por su ropa-

-Lo que pida mi gatito. -Kimmon sonrió y gustoso le quitó hasta la última prenda-

Estaba fascinado.

Kimmon ha estado con muchas personas en lo que respecta a lo sexual.

Pero jamás en su vida había visto un cuerpo tan bello, simplemente era como estar en las estrellas, sonaba exagerado pero tocar ese hermoso cuerpo de tez lechosa, lo hacía sentir un inmenso deseo de más... Kimmon quería más que solo ver y acariciar su cuerpo.

Fue dejando un camino de besos desde los labios de Copter hasta llegar al hueso de sus caderas, estaba al lado del miembro de Copter, y no podía parecerle más hermoso ese maldito pene con punta color rosa.

-Cada centímetro de tu cuerpo es muy bello... -Murmuró el de mechas- Quizás una noche no sea suficiente.

-Ohh... Solo has tu maldito trabajo. -Reclamó Copter en la cima de la exitación-

-Eres más dulce cuándo mantienes esa linda boquita cerrada. -Kimmon rodó los ojos y luego se centró en darle algo de atención al pene erecto de Copter-

Quizás luego peleará un poco con él.

Poco a poco comenzó a lamerlo, le parecía tan dulce, era prácticamente como comer una paleta, el tamaño no era muy grande por lo que cayó completo en la boca de Kimmon.

Copter soltaba gemidos al sentir como su miembro era lamido por ese sexy azabache de mechas, solo podía disfrutar, luego pensaría en lo demás.

-Mmm... Maldito idiota... Agh... Eso es... -Murmuraba el castaño-

-¿Quieres sentir mis dedos lindura? -Preguntó Kimmon con su voz seductora-

-Agh... Por... Por favor Phi... -Suplicó el menor-

Kimmon sonrió y posicionó al castaño para poder meter un dedo en su entrada que gracias a la exitación de Copter, ya estaba lubricada.

Al principio solo lo metía y lo sacaba lentamente, luego de introducir el segundo dedo, fue un poco más rápido, haciendo que Copter gimiera su nombre, lo cual era melodía para los oídos del azabache.

▪︎Despedida de soltero▪︎PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora